domingo, 25 de noviembre de 2012

NOS DEJA UN HOMBRE QUE NUNCA PERDIÓ LA SONRISA: TONY LEBLANC


 
Nos deja otro hombre que nos ha hecho reír durante décadas. Tony Leblanc. Ha fallecido en su domicilio de Villaviciosa de Odón, Madrid, este sábado 24 de noviembre de 2012 debido a un paro cardiaco a sus 90 años de edad.

Hacer una breve reseña sobre él, es complicado. Nació el 7 de Mayo de 1922. Fue actor, director y humorista.

En sus venas llevaba el arte, pues el lugar de nacimiento no fue otro que el Museo del Prado, donde su padre trabajaba como conserje y tenía la vivienda en el propio edificio.

Él mismo trabajo en dicho museo durante un tiempo como botones. Su mayor afición en la adolescencia fue el boxeo llegando a ser campeón de Castilla de los pesos ligeros “amateur”, a la vez que trabajaba en el teatro de aficionados.
 

Debutó profesionalmente en 1944 con la compañía de Celia Gámez y en el cine al año siguiente con la película “Los últimos de filipinas” de Antonio Román.

Sus mayores éxitos los obtiene entre mediados de los 50 hasta prácticamente finales de los 60 con títulos tan famosos como: El Tigre de Chamberí (1957) de Pedro Luis Ramírez. Muchachas de azul y los tramposos de Pedro Lazaga.  El día de los enamorados (1959) de Fernando Palacios y Las chicas de la cruz roja (1960) de Rafael J. Salvia, entre otras.

Formó pareja artística con Concha Velasco y trío cómico con José Luis Ozores y Manolo Gómez Bur.

Subiría a los escenarios con revistas importantes como: Te espero en el Eslava (1957-58)  Ven y ven… al Eslava (1958 – 59) junto a Nati Mistral. Se animará a escribir sus propias revistas: ¡Todos contra todos! (1962) y un año más tarde “Todos contra ella”

Compaginó su carrera cinematográfica y teatral con la televisión, interviniendo en programas cómicos y algunos de cosecha propia.

Decide retirarse del cine en 1975 al rodar Tres suecas para tres Rodríguez y tal vez, lo que nunca llegó a pensar que su carreta se truncaría definitivamente, tras el accidente de tráfico que sufrió en mayo del 83, dejándolo incapacitado temporalmente.

Pero un actor, que lo lleva en la sangre, jamás deja de actuar y un extravagante director, Santiago Segura, lo rescata para su primera película: Torrente en 1988 y donde la academia de cine española, le concede el Goya al mejor actor de reparto.

La recogida de este premio en 1998 fue especialmente emotiva debido a la casi milagrosa recuperación del actor, quien logró caminar después de haber permanecido en silla de ruedas. Segura contaría con él para las siguientes secuelas.
 

Desde el 2001, lo hemos podido ver en la serie de TVE  “Cuéntame como pasó” donde hacía el personaje del quiosquero.

Fue un hombre inquieto, culturalmente: produjo, dirigió y escribió varias películas. Es autor de un pasodoble: Cántame un pasodoble español. Y colaboró en otros como: Las piedras del camino, Un abanico español y Te digo sinceramente.

En los últimos años, ha recibido el homenaje de Villaviciosa de Odón, donde llevaba viviendo 30 años, y La Medalla de Honor en el 2010 por el Círculo de Escritores Cinematográficos, en reconocimiento a su dilatada trayectoria profesional.

Allá donde estés, descansa en paz. Aquí nos dejas tu arte, tu humor y tu carisma indiscutible.
 

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