viernes, 1 de marzo de 2013

LAS MARZAS: UNA TRADICIÓN DE MI TIERRA CÁNTABRA


Nunca he hablado sobre una gran tradición de mi tierra cantabra. Sucede allá por el último día del mes de febrero, en la noche, recibiendo al mes de marzo.

En 1925 el Diccionario de la RAE, definía las marzas como: “marzas (de marzo), f. pl. Coplas que los mozos santanderinos (hoy diríamos cantabros) van cantando de noche por las casas de las aldeas, en alabanza de la primavera, de los dueños de la casa, etc. Obsequio de manteca, morcilla, etc, que se da en cada casa a los marzantes”.

En mi tierra, cada año se preparan con sumo esmero y se espera esa noche, todavía hoy en día, con la misma ilusión.

Con sus cánticos se conmemora la llegada de la primavera, al entrar ya el mes de marzo.

Además de otros lugares del norte, en Cantabria se cantan de Norte a Sur, de Este a Oeste y hasta un gran amigo mío: Américo Gutiérrez rodó una película en torno a esta gran tradición, con el título de una de dichas marzas: Marzo Florido.

Las marzas representa un hecho cultural complejo, que transciende, con mucho, la desafortunada definición de la costumbre de pedir, (como suelen etiquetarlas algunos folcloristas de mirada simple y reduccionista)

Constituye una parte relevante del folclore masculino, que posee un peculiar lenguaje simbólico, de carácter polisémico, engarzado en el sistema económico y socio-cultural. Las marzas, observadas desde la antropología social, aparecen como una práctica histórica de carácter institucional, a través de la cual las Sociedades de Mozos:

-Se cohesionaban internamente como grupo de edad – Se abastecían de nuevos miembros, efectuando ritos de iniciación a la pubertad – Renovaban periódicamente, por medio del comensalismo y otras demostraciones festivas, las tramas de sociabilidad e identidad de sus agregados varoniles, de las unidades intervecinales  y del conjunto comunitario – Reproducían sus roles de dominación masculina – Reforzaban, con sus rituales petitorios, el sistema de ayudas y prestaciones mutuas – Rememoraban la presencia de los antepasados muertos en la memoria colectiva – Actuaban como instrumento de integración y de control social en el cumplimiento de los valores e ideales de la comunidad.

Internamente la cuadrilla de marzantes se encontraba conformada por el presidente, mozo viejo, regidor, caporal o amo (mozo soltero de más edad), que tenía la máxima autoridad dentro del grupo; los quintos del año; un conjunto homogéneo de varios mozos de edades similares, de un mismo ámbito intracomunitario e igual estatus social; y aquel o aquellos jóvenes que ese año entraban a mozos y marceaban por primera vez, una vez cumplidos los 15 o 16 años, una vez pagada la patente, la cuota o los derechos: pago en metálico o en cántaras de vino, que daba al novicio el derecho a marcear y poder echarse novia, a partir de entonces. Todos los mozos se encontraban unidos por su identidad sexual, vínculo de amistad y parentesco, paroximidad espacial de residencia, igualdad social y moral.

El rito de las marzas comienza con las cuadrillas de marzantes solicitando permiso, comunicándoselo de forma verbal al alcalde, al cura y al maestro del lugar dicha celebración. Una vez obtenida la licencia de los representantes cívico-religiosos de la comunidad, el grupo recorría al anochecer las calles del pueblo, visitando todas las casas del vecindario, sin distinción de estatus social.

Y para terminar, aunque se puede leer mucho sobre esta gran tradición por Internet, os dejo con una de las marzas cántabras, más populares.

Marzo Florido.

De casa salimos// con mucha prudencia, (bis) // a cantar las Marzas // si nos dan licencia (bis) // A cantar las Marzas // vienen los marceros, (bis segundas voces) // como las cantaban // sus padres y abuelos. (bis segundas voces) // A cantar las Marzas// vienen los del pueblo. (bis todos a una voz) // A esta casa saludamos// con alegría y sumiso// Vamos a cantar las marzas// si ustedes nos dan permiso// Buenas noches caballeros, //  vamos a cantar las Marzas// Las marzas son… // Venimos a cantar Marzas, // es estilo que tenemos// de nuestros antepasados// y no queremos perderlo// Buenas noches caballeros, // vamos a cantar las Marzas // Las Marzas son… // (dúo) Marzo florido // qué bonito entras, (bis) // (Coro) // regando los campos // con tus flores bellas, (bis) // (dúo) // y los pajaritos // en las arboledas, (bis) // (coro) // cantando disfrutan // lo que ellos desean. (bis) // A los de esta casa // solo les queremos, (bis) // dichas y alegrías // y también dinero. (bis) // Adiós hasta el otro año, // hasta el año venidero, // que si Dios nos da salud, // a cantarlas volveremos.// (todos) // Marzo florido // qué bonito entras. (bis)

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