domingo, 19 de mayo de 2013

Mi modesta reseña sobre: Eurovisión 2013


Anoche se celebro la 58 edición del Festival de Eurovisión. Un festival que perdura en el tiempo y que une a toda Europa en el certamen de la canción. Ayer desde Malmö (Suecia) con 26 representantes, tras las finales contra otros países, de un total de 39 que se presentaron.

Debo confesar, como ya he dicho en varias ocasiones, que no soy un gran seguidor de este festival y por lo tanto, no soy un Eurofan, pero de vez en cuando he visto parte de él, como sucedió anoche. Las últimas 10 canciones en concreto, porque me gusta el espectáculo y la música. Pero anoche, en particular me resultó un festival aburrido, más de lo mismo y sin originalidad.

Estoy de acuerdo con que estamos en crisis y gastar por gastar no tiene sentido, y los suecos son inteligentes y no se han dejado llevar por el derroche. Pero al menos los grupos sí podrían haber puesto más de su parte, porque en realidad, son ellos los que desean promocionarse y, sinceramente muchos países dejaban mucho que desear. Siendo tremendamente aburridas, tanto sus puestas en escena como sus canciones.

Hablar de la ganadora, no se puede decir mucho: era la favorita, todos lo decían y en realidad, tras lo visto, la que se lo merecía. Buena voz, buena canción, coreografía más que decente, en fin, que me alegro por Dinamarca, no así como por los representantes de España, que han quedado no sólo muy bajos en la clasificación, los penúltimos, sino que por muchas excusas que se escuchen de que los nervios traicionan, no cuela. Y el motivo es que El sueño de Morfeo no son unos amateur, llevan muchos años en escenarios, y lo de ayer fue lamentable: desafinada, respiración agitada, carente de glamour y con unos acompañantes que parecían estar tocando más en una feria de pueblo que ante un Festival como Eurovisión. Y es que cuando un grupo no se cree la canción que tienen que interpretar, las cosas salen así. Desastre total.

O España aprender a presentarse con dignidad, o mejor que abandone el festival, como así hizo durante unos años Italia y ayer dio una muestra de elegancia y buena interpretación.

El festival de Eurovisión, guste más o menos, es una plataforma para algunos cantantes, como así se ha demostrado a través del tiempo: Abba, Celine Dion, Cliff Richard y muchos más. En los últimos años ha adquirido un toque de modernidad, escuchándose temas muy variados, pero también se ha convertido más en una pasarela de moda, que en lo propiamente importante: la voz.

La puesta en escena de un artista lo es todo: Coreografía, vestuario, presencia, saber cantar e interpretar, y ante todo, ofrecer espectáculo, que llegue a los presentes y a los teleespectadores. Luego, lo de ganar o no, es otra cuestión, pues también sabemos que Eurovisión se ha movido siempre por políticas, un ejemplo que me viene a la cabeza, es cuando Massiel Ganó a Cliff Richars por un punto. Por la historia luego se supo que los votos estaban comprados.

Que España no quiere ganar, eso lo sabemos todos, pero al menos, quedar con dignidad y entre los 10 primeros puestos, sería más que positivo.

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