sábado, 22 de marzo de 2014

UN TIEMPO PARA MEDITAR, SUFRIR Y LUCHAR (CAPÍTULO IV)

                    CAPITULO IV

             VOLVER A EMPEZAR

           Pasado ese día 4 de Enero, tuve unos días de relax, aunque la intriga de que podría tener o no me carcomía un poco, pero sólo un poco, pues la verdad que en esos días estuve bastante entretenido con mi vida diaria, y eso también es muy importante y aconsejo a todo el mundo: Cuando se esté pasando un mal momento, sea cual sea y no se vea una salida, lo mejor es desconectar, aunque no olvidar, pues el problema seguirá ahí, pero se debe intentar buscar alternativas que te mantengan entretenido y sin tener que estar pensando tanto. Ayuda, os lo aseguro y aunque cuesta, que también es entendible, hay que sacar coraje, que en nuestro interior se alberga más que lo que muchas veces pensamos.

A mediados de Enero tuve cita con el Neumólogo y ahí comenzó una nueva batalla. Si por una parte ya estaba concienciado con operarme del oído, ahora tenía que empezar a pensar que dicha operación tal vez se tendría que posponer. Comenzaba una nueva carrera por el interior de mi cuerpo, nuevas pruebas médicas: otro tipo de análisis, nuevas radiografías, pruebas de respiración, Broncoscopia con biopsia incluida, electro cardiograma y una de las pruebas más desagradables: El Pet – Tac

Sinceramente había momentos en que deseaba tirar la toalla, pero luego me serenaba, y meditaba sobre todo lo que me estaba sucediendo. Pasaba de estados de cabreo a otros de euforia, creando en mi mente, sin dejar de ser consciente de la realidad,  las imágenes de una película en la que no deseaba estar, pero estaba.

            Otro punto fundamental cuando uno está enfermo, decaído y por la circunstancia que sea, no ve salida a un problema que considera serio, es abrirse a la familia, los amigos o la pareja. Súper importante.

            Hay personas que cuando les acecha una enfermedad determinada, se encierran en su coraza y no dicen nada a nadie. Se tragan el problema y lo digieren ellos solos. Sé de lo que hablo, yo he sido de esos. No me gusta compartir mis problemas, solo mis alegrías, pero como bien me han dicho más de un amigo, al decirles mis motivos, han argumentado: “Los amigos, la pareja, la familia, no están simplemente para los buenos momentos, sino para cuando de verdad se necesita apoyo” Y joder, y disculpad el taco, cuando uno se ve ante tantas pruebas y tanta incertidumbre, cuanto se necesita un hombro, una mano amiga, una persona en quien puedas apoyarte por unos instantes. Y que alivio se percibe al ver a esa o esas personas que con una simple mirada, un gesto, unas palabras, te reconfortan para seguir luchando.

            Antes de seguir con la historia, por favor, recordad, si estáis mal, si sufrís, no encadenéis ese malestar y ese sufrimiento a vuestro cuerpo, dejad que fluya, y sed positivos. Todo tiene un porque, aunque en ese momento no lo veamos, ni lo sintamos.

            Mañana os contaré mi experiencia con la Broncoscopia y la biopsia. No, no hablaré de nada desagradable, no es mi intención en estos escritos.

            Feliz día para todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario