miércoles, 14 de septiembre de 2016

NO A LA PUBLICIDAD ABUSIVA.


Desde hace tiempo deseaba escribir esta reseña, pero me daba tanta pereza como lo hace hoy en día, la insufrible publicidad de la televisión.

Comprendo que las diversas cadenas que tenemos, vivan de la publicidad, pero no que los telespectadores tengamos que vivir con ella; y es lo que parece que la mayoría buscan conseguir. Pues no señores, conmigo no lo van a lograr nunca y por si no lo han leído bien, lo repito: NUNCA.

Comprendo como he dicho, que la publicidad sea importante para el mantenimiento de un programa, una película o incluso de la emisión de basura infumable, pero si lo hacen, háganlo con decencia y lógica.

¿De verdad las cadenas de televisión creen que los telespectadores ven todos los anuncios? ¿De verdad las casas publicitarias creen que los telespectadores ven todas sus campañas? Se lo diré en una palabra: NO

No, porque la falta de ética profesional y respeto por el telespectador ha logrado que nosotros, desde nuestros sofás, sillas o sillones, nos levantemos y hagamos otras cosas mejores que tragarnos cada 10 o 15 minutos de un programa determinado, 15 o más de publicidad. Es televisivamente, inmoral. Incluso es habitual que a los 5 minutos del comienzo o final de una película, meter un corte a saco.

Así que aprovechamos para ir a la cocina y prepararnos algo de comer, hablar con nuestra familia, ir a comprar el pan, sacar la basura o al perro que haga su pipí,  leer una noticia en el periódico o chatear en internet, ducharnos, cepillarnos los dientes… además de todo eso y más, en ocasiones cuando me quedo sentado, lo que yo hago desde hace años es: CAMBIAR DE CADENA. Sí, me da igual lo que la otra cadena ponga, me importa un carajo si vuelvo al programa ya comenzado. CAMBIO DE CANAL y no me veo obligado a soportar esa tortura de minutos de publicidad. Porque ya no se ven programas, ya no se ven documentales, ya no se ven películas; se ve publicidad y de vez en cuando nos honran con un ratito miserable de programa, documental o película.

Lo de menos es lo que se emite, lo importante es que salgan todas las horas de publicidad contratadas al día.


EL MEJOR COMPAÑERO PARA NO SUFRIR
LOS INTERMINABLES ANUNCIOS
¿Sabéis lo que he descubierto en ocasiones? Que entre un corte publicitario y otro, veo un programa casi entero de otra cadena e incluso me quedo en ese canal, porque al final me interesa mucho más, que lo que estaba viendo.

No tienen ustedes medida lógica, para emitir publicidad.

 Ha llegado el punto de descaro a tal grado, que en muchos programas comen durante el mismo, para anunciar determinado producto. Se tumban con total falta de respeto, sobre colchones. Lucen relojes, bolsos, etc., antes de irse a publicidad o al volver de la misma. En las series vemos productos que luego están en las estanterías de los supermercados. ¿Son ustedes conscientes que tal abuso lo único que ocasiona en nuestras mentes, es aborrecer cada uno de esos productos, o burlarnos de ellos? Les aseguro que existen productos que sólo por el exceso de publicidad, no los compraría jamás.

No me gusta que me obliguen a nada y mucho menos que me lo metan por los ojos. Compro lo que yo quiero.

A los telespectadores que aún no lo hacen, les invito a que tengan cerca ese mando a distancia y no permitan que un solo anuncio de publicidad, pase por sus retinas. Entre todos podremos lograr que se nos respete como telespectadores y no jueguen con nosotros, más de lo que ya lo intentan.

La televisión nació para entretener, no para sufrir los cientos de anuncios emitidos.

A las cadenas de televisión comentarles, que si tienen vergüenza, si la tienen de verdad, se den cuenta que además de repetirnos hasta la saciedad las películas o los programas, nos intentan hacer comulgar con rueda de molino, con horas de publicidad, por muy legalizado y regulado esté.

EL PROBLEMA NO ES ENVEJECER, SINO
 OLVIDARTE POR DONDE IBA EL PROGRAMA
Que si tuvieran vergüenza, si la tienen de verdad, no harían cada 10 minutos corte a sus programas propios, para bombardearnos con otros 10 o más de publicidad. ¡Aburren señores, aburren hasta la saciedad! Hasta el punto de pasar olímpicamente de sus interminables programas que lo que aportan, se contaría en la mitad de tiempo.

Y a las Empresa y Publicistas, que se sienten a meditar y controlar lo que de verdad están haciendo con sus productos, donde la mayoría de las veces, nosotros, sus futuros compradores, pasamos de ver su campaña publicitaría, que les ha costado un dineral,  por el abuso diario que tenemos que soportar.

Les venden los patrocinios o anuncios en aquellos programas de máxima audiencia. ¿Han medido ustedes, señores publicistas la audiencia entre corte y corte publicitario? Se sorprenderían que ese programa de máxima audiencia, deja de serlo, hasta que vuelve a comenzar de nuevo. Hagan ustedes encuestas en la calle, pero como encuestadores anónimos y verán las respuestas que les dan.

Termino diciendo que a mí me da igual el programa que esté  viendo, lo que no voy a volver a tolerar en mi vida, hasta que no exista un respeto al telespectador, un control real sobre la publicidad, algo que no está sucediendo hoy en día,  es ver un solo anuncio publicitario.

Los únicos que se benefician de todo ello, son las cadenas de televisión; los más perjudicados ustedes, señores empresarios, junto con los telespectadores.

No es sano, para mente humana, sufrir la tortura de tantas horas de publicidad.

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