martes, 16 de mayo de 2017

PUDOR: CRÍTICA TEATRAL


          “Como decía mi madre: Se puede ser muy cerda, pero estar siempre limpia”

          Esta es una de tantas frases que se escucharán en la obra de teatro “Pudor” Una comedia desenfadada, erótica y canalla.

          Silvia y Ricardo, darán vida a 20 personajes de lo más variopinto, entre los que nos encontramos a una choni recién salida de la peluquería, un numerario del Opus, una dómina muy fan del Corte Inglés, una pareja con un bulldog francés de Tucson (Arizona), una virgen… ¿dispuesta? O un cowboy llamado Harry Clearwater. Todos con sus aventuras y desventuras erótico festivas, para que en el transcurso de casi una hora y media, el espectador no pare de reír e incluso el poderse sentir más o menos identificado.

          José Recuenco, Elena Lombao y Silvia de Pé entre otros autores, se dejan llevar por la imaginación, el desenfreno, las situaciones tomadas de aquí y de allá, para crear un texto muy descarado, donde Silvia de Pé dirige con gran acierto.

          El dueto en escena lo forman Ricardo Reguera y Silvia de Pé, en un escenario donde ambos comienzan subiendo a un avión, pasando por la mesa de un bar, asistiendo a una boda o bailando en una discoteca; todo ello desde las sillas en las cuales prácticamente permanecen toda la obra sentados, salvo los momentos en que ambos, por separado, interactúan con el público. Dos interpretaciones libres de todo prejuicio, percibiéndose la complicidad entre los dos. Simplemente, divertidísimos, con sus gestos, ademanes, mirada e incluso carcajadas a mandíbula abierta.

          El pudor del título, se ha quedado en los camerinos, pues los dos actores mantienen monólogos y diálogos cargados se sensualidad, sexualidad y un erotismo donde se llama a las cosas por su nombre, despertando en el público grandes carcajadas por instantes, sonrisas en otros y descanso necesario, cuando es preciso.

          Silvia de Pé, asume funciones de guión, interpretación y dirección. Cometidos que logra con acierto. La puesta en escena sencilla pero efectiva y la música seleccionada acorde con la obra.

          En unos tiempos donde la risa parece un privilegio, se agradecen estas obras, pues no hay nada más beneficioso para el ser humano, que la carcajada libre de impuestos.

          La obra que recomiendo a todo el mundo, se puede disfrutar en:

          SALA: OFF LATINA

          Calle Mancebos 4     (Metro Latina L5)

          Todos los viernes a las 21:00 horas

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