viernes, 8 de septiembre de 2017

CHURCHILL: CRÍTICA DE CINE


         Churchill de Jonathan Teplitzky, una nueva incursión del cine en la II Guerra Mundial.

          Winston Churchill (Brian Cox) se involucra de forma enérgica y se toma como algo personal, los tres días antes del desembarco de Normandía en 1944, el famoso día D. No está de acuerdo en la manera que los aliados han decidido sorprender y vencer a Hitler.  Tal decisión le llevará a enfrentarse no solo a sus propios generales, sino a los de los países aliados.

          En su mente ronda el recuerdo de situaciones que vivió en la I Guerra Mundial y deseando que no se vuelvan a cometer los mismos errores, dejando claro que puede resultar una masacre, una auténtica carnicería, como le recrimina en un momento determinado, en pleno cabreo, a Eisenhower (John Slattery), pues el número de jóvenes muertos se pueden contar por miles en dicho desembarco. Él único que es capaz de tranquilizarle un poco es su Mariscal Jan Smuts (Richard Durden), otra excelente interpretación.

          Un nombre suena con fuerza tras ver esta película y no es ninguno de los históricos de aquella batalla, ni siquiera la de su director, aunque lo haga bien y luego hablaré de él. Ese nombre es sin la menor duda el de Brian Cox. La palabra magistral se queda corta, cuando se piensa en su interpretación. Su presencia, sus miradas, su voz que retumba en la sala cada vez que habla, su convicción del personaje a interpretar, la complejidad del mismo e incluso el relativo parecido; nos hace creernos que Churchill está entre nosotros, con aquello que expone, sus miedos por los errores del pasado, su amor por la libertad y la vida de ser humano y la creencia de un mundo más justo.

          ¿Qué haré cuando ya no tenga que seguir luchando? Le pregunta en un momento determinado a su esposa Clemmine (Miranda Richardson), quien por cierto, borda su personaje. Esa mujer en segundo plano, sumisa a la disciplina militar y paciente ante los traumas de su marido, con deseos de ser escuchada. Pero lo que está claro es que si su marido manda en la política como primer ministro del Reino Unido, ella lo hace en casa.

          De nuevo, de la mano de  Jonathan Teplitzky, como comentaba en el titular, volvemos a ver en la gran pantalla otro fragmento de la II Guerra Mundial y sinceramente, me empiezo a preguntar el por qué. ¿Por qué tantas películas sobre dicha guerra en tan poco tiempo? Mientras espero la respuesta, deciros que la dirección me resulta muy correcta, sin grandes pretensiones, relatando la historia con mano firme y en un tiempo adecuado. No da  rodeos, expone lo que quiere presentar y creando por  momentos tensión emocional, que sabe transmitir al espectador.

          Un thriller escrito por el historiador Alex von Tunzelman, lo que confiere a la obra un punto importante de credibilidad histórica como, por poner un ejemplo, el poder disfrutar de los discursos que Churchill ofrecía a través de la radio, levantando el ánimo del pueblo británico.

          Nada que objetar al casting actoral, todos en sus puestos. Un montaje, con un ritmo preciso. Vestuario y decorados impecables,  destacando una vez más  la magnífica fotografía ofrecida por David Higgs y la soberbia banda sonora compuesta por Lorne Balfe.

          Recomendables para amantes del cine histórico.

          Mi nota es: 7,5

            ESTRENO en ESPAÑA: 8 de Septiembre   

          REPARTO: Brian Cox, Miranda Richardson, John Slattery, James Purefoy, Julian Wadham, Richard Durden, Ella Purnell, Danny Webb, Jonathan Aris, George Anton, Steven Cree, Angela Costello, Peter Ormond, Suki Waterhouse.

          PRODUCTORA: Salon Pictures / Tempo Productions Limited

          DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: A Contracorriente Films.

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