viernes, 29 de diciembre de 2017

UNA BOLSA DE CANICAS: CRÍTICA DE CINE


          Una bolsa de canicas está dirigida por el canadiense Christian Duguay, en un filme que vuelve a tocar la II Guerra Mundial, la ocupación francesa por parte de los alemanes y todo bajo la mirada de dos niños.

          Joseph (Dorian Le Chech) y Maurice (Batyste Fleurial), son los hijos menores de los cuatro que tienen el matrimonio compuesto por Román (Patrick Bruel) y Anna (Elsa Zylberstein). Son judíos y viven en la Francia ocupada en la II Guerra Mundial. Cuando las cosas se ponen feas, los padres deciden que la familia debe separarse para no ser apresados, huyendo a Niza, donde se encontrarán de nuevo, los 6 miembros de la familia. Para desgracia familiar, ese será solo el comienzo.

          Los dos mayores irán juntos, los padres por otro lado y los más jóvenes emprenderán un viaje al que estamos todos invitados a seguir, bajo la narración del más joven, Josep. Los dos, que se profesan un gran cariño como hermanos, tendrán que despertar todo su ingenio y demostración de valor, para escapar de los nazis, que les pisan los talones.

          Joseph, en el comienzo de la historia, cambia con un amigo la estrella de David que lleva cosida a la chaqueta para identificarle como judío, por una bolsa de canicas, que le ofrece uno de sus amigos de clase. Dicha bolsa la dejará sobre la mesa en el momento en que abandonan el seno familiar, dándonos  a entender que desde ese instante el viaje que tiene por delante junto a su hermano, no va a ser una excursión, sino la experiencia que le hará madurar antes de lo que la vida en realidad hubiera deseado, pero el destino… Contra el destino la vida, claudica.

          Una bolsa de canicas, cuenta con un magnífico casting, donde actores principales y secundarios, ofrecen la máxima credibilidad, pero está claro que sus dos actores más jóvenes son los que robarán el corazón a los espectadores. Batyste en el papel de Maurice, protegiendo y aleccionando  a su hermano pequeño, pero también sabiendo escuchar a éste, Dorian como Joseph, el pequeño que nos relatará sus vidas, pues al hacerse adulto, escribirá esta historia para el disfrute, aunque entre lágrimas, de todos los espectadores.

          Duguay filma una obra basada en hechos reales, con suma delicadeza, con precisa exactitud, tomando la novela de Joseph Joffo  que guionizará  junto a Jonathan Allouche, Alexandra Geismar y Bonoît Guichard. Un filme en el que consigue compensar la dosis de drama con instantes desenfadados, aunque por momento deja fluir todos los sentimientos, pues la historia así lo demanda, más cuando los personajes principales son dos niños inmersos en una guerra, algo que ni adultos ni jóvenes deberían ver jamás, pero sobremanera los más inocentes. Una crítica a la guerra, al racismo, a la intolerancia, al genocidio, a la arrogancia del sentirse superior.

          Los aspectos técnicos de la película, como suele suceder en este género cinematográfico, están cuidados al máximo. Sobresale la magnífica fotografía de Christophe Graillot, con un cuidado uso del color y de los encuadres. La banda sonora de Armand Amar, donde los violines lloran y gritan en el espacio. Y el dinámico ritmo que ofrece el espléndido montaje de Olivier Gajan.

      Una vez más la II Guerra mundial y el genocidio nazi toca la gran pantalla, aunque no por ello deja de ser original en su propuesta.      

      Mi nota es: 8

          Recomendable para amantes del cine en general y de una guerra que nunca debió de existir.

          ESTRENO en ESPAÑA: 29 de Diciembre.

          REPARTO: Dorian Le Clech, Batyste Fleurial, Patrick Bruel, Elsa Zylberstein, Christian Clavier, César Domboy, Ilian Bergala, Kev Adams, Lucas Prisor, Bernard Campan.

          PRODUCTORA: Quad Productions/ Main Journey/ Forecast Pictures/ Gaumont/ Okko Productions.

          DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: A Contracorriente Films.

No hay comentarios:

Publicar un comentario