jueves, 18 de octubre de 2018

LA BUENA ESPOSA: CRÍTICA DE CINE


La coproducción Reino Unido – Suecia- Estados Unidos: LA BUENA ESPOSA,  está dirigida por Björn Runge con guion adaptado de Jane Anderson, basándose en la novela de Meg Wolitzer.

Joan Castleman (Glenn Close) está felizmente casada con un escritor de prestigio, Joseph Castleman (Jonathan Pryce) con sus dos hijos Susannah (Alix Wilton Regan) y David (Max Irons). Durante una madrugada el matrimonio es despertado por una llamada telefónica, donde les comunican que Joseph ha ganado el Premio Nobel de Literatura.

Durante los días que preceden a la gran ceremonia, los cimientos del matrimonio Castleman se tambalean por el gran secreto que esconde Joan, un secreto y una vida junto a un hombre, donde siempre ha ejercido de buena esposa y que iremos descubriendo entre flashback.

Excepcional, impresionante, magistral, cautivadora y todos los calificativos que se puedan escribir, definiría a la siempre maravillosa Glenn Close. Un papel sobresaliente que engancha de principio a fin. Desde el primer fotograma, hasta esa última mirada pícara que dispensa al espectador. Faltan las palabras, simplemente te atrapa en sus redes con el magnetismo que rodea a las grandes estrellas, como ella.

Y tras mencionar al alma de la película, diré que Björn Runge, ha realizado un trabajo con estilo, con un ritmo perfecto, midiendo cada tiempo con suma exactitud en  cada plano y escena a mostrar en la gran pantalla. Todo está  cuidadosamente estudiado, incluyendo el ensayo de la ceremonia de entrega, la entrega en sí y la cena de los galardonados. Una dirección pulcra y sobria, rodeada de la elegancia que exhibe a través de unos decorados expuestos de forma impecable en la fotografía de Ulf Brantas. No hay nada gratuito, todo lo que está, tiene un motivo.


No puedo juzgar si la adaptación de la obra de Meg Wolitzer es acertada o no, pues no he leído la novela y es algo que me ha despertado curiosidad, pero Janes Anderson, no solo cuida los diálogos entre los personajes sino que dota a la obra de cierta tensión y misterio del que el propio espectador es partícipe, mientras las pistas flotan en la sala, algunas más claras, otras confusas, para comprender al final.

Comencé hablando de la impresionante interpretación de Glenn Close y si lo hice es porque es el pilar fundamental de que toda la obra funcione a la perfección, de que con su presencia, como ha sucedido en otras ocasiones, llene la pantalla; pero aquí cuenta además con un partner de lujo como es Jonathan Pryce. Un dúo perfecto, tan cómplices que nos los creemos como marido y mujer. Una pareja con sus sombras y luces, que no les importa airear y compartir con los espectadores. Como secundario destaco a un enigmático Christian Slater, uno de los causantes de encender la chispa del volcán que permanece dormido en Joan.   

Los aspectos técnicos están correctísimos, desde el fantástico montaje, la banda sonora de Jocelyn Pook,  hasta pasar por la dirección de  escena, tan importante en esta obra, de la mano de Clarire Campbell.  

El dicho dice: “Detrás de un gran hombre, siempre hay una gran mujer” Y yo me pregunto: ¿Dónde radica  la  grandeza de cada uno?

Mi nota es: 8,5

ESTRENO en ESPAÑA: 19 de Octubre

REPARTO: Glenn Close, Jonathan Pryce, Logan Lerman, Christian Slater, Harry Lloyd, Max Irons, Annie Starke, Alix Wilton Regan, Karin Franz Körlof.

PRODUCTORA: Tempo Productions Limited / Anonymous Content/ Meta Film.

DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Vértice Cine.

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