martes, 13 de noviembre de 2018

MAQUIA: UNA HISTORIA DE AMOR INMORTAL: CRÍTICA DE CINE


La prestigiosa guionista japonesa, Mari Okada, debuta en la dirección con Maquia, una historia de amor inmortal, transformando la animación en una obra épica y dramática, para relatarnos una intensa historia de amor imperecedero.

Maquia forma parte del Clan de los Separados, también conocidos como Lolph. Su aspecto siempre juvenil, guarda celosamente el secreto de sus años, pues están dotados de una gran vida y destinados a tejer el Hibiol, una tela muy fina, delicada y traslúcida que contiene los mensajes de la humanidad y cuya misión es marcar el paso del tiempo.  Los hilos verticales simbolizan los días que pasan, mientras que los horizontales, serán las vidas de la humanidad.

Viven en un vergel, rodeados de naturaleza y alejados de  la civilización. La más anciana del lugar advierte a Maquia que nunca debe abandonar el clan y mucho menos enamorarse de un extraño, pues el amor solo le reportará soledad. Un día la paz se ve alterada al ser invadidos por el ejército Mezarte, en busca de la sangre que les mantendrá jóvenes y prácticamente inmortales. Maquia huye del asedio y en el camino se encuentra con un bebé al que llamará Ariel, junto a su madre muerta. Desde ese instante, decide cuidarlo como si fuera su propio hijo.

Una historia de amor intensa en medio del egoísmo y las guerras por el poder. La lucha de lo material en contraste con la nobleza de la espiritualidad. El bien y el mal en una nueva contienda, donde hasta el final, no se sabrá el vencedor.

Con su exquisito guion, Mari Okada, nos narra una fábula en la cual las emociones vuelan por el espacio como las semillas de un diente de león, para germinar en las diversas subtramas románticas que nos vamos encontrando, así como el poder de la maternidad.

Un filme donde una vez más la animación nos habla de sentimientos y emociones, de la familia, de los sueños de ser madre, pero no una madre cualquiera, sino una gran madre, que deje huella en los hijos que cuida y en ese deseo hacerse la pregunta eterna de sí lo está haciendo correctamente. Una obra donde los hijos buscan ser héroes y los amores nacen en medio de las tragedias. El dolor, la lucha y el derramamiento de la sangre, no solo surge en las guerras físicas, sino en las contiendas internas, por lograr ese lugar en la vida, por ofrecer y compartir el amor que grita salir del alma. La soledad como castigo y el castigo de no envejecer, no pudiendo echar raíces en un lugar concreto.

La animación posee una delicadeza absoluta a través de los tonos pastel que nos presenta, salvo en los instantes de  guerras, en los caules la oscuridad se cierne como un fantasma. Batallas que nuestra mente rechaza, al privarnos de la paz y la armonía, reinante durante el resto de la trama.  

Una vez más, Selecta Visión nos trae una joya de la animación, tras “Your Name” de Makoto Shinkai  y  “A Silent Voice” de Naoko Yamada (2016) o la reciente “Mary y la flor de la bruja” de Hiromasa Yonebayashi  (2017), una joya que los amantes de la animación, no deben perderse.

Mi nota es: 8

ESTRENO en ESPAÑA: 9 de Noviembre

PRODUCTORA: P.A.Works

DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Selecta Visión.

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