jueves, 17 de enero de 2019

CASO MURER: EL CARNICERO DE VILNIUS: CRÍTICA DE CINE


Christian Frosch dirige y escribe, Caso Murer: El carnicero de Vilnius, en una coproducción entre Austria y Luxemburgo.

 El filme está ambientado en los 10 días que duró el juicio a Franz Murer (Karl Fischer), conocido como el carnicero de Vilnius, en 1963 en la ciudad de Graz (Austria). Aunque este sería su segundo juicio, pues el primero tuvo lugar en 1948 en la Unión Soviética, donde fue declarado culpable por el asesinato a ciudadanos soviéticos, y condenado a 25 años de trabajos forzados, pero tras el Tratado del Estado de Austria, fue liberado después de un cautiverio de 7 años. Al regresar a Austria, el famoso judío, cazador de nazis, Simon Wiesenthal (Karl Markovics), volvió a sentar en el banquillo a semejante bestia, no obteniendo el mismo resultado que en la Unión Soviética.

Christian Frosch, nos "acomoda" en la sala del juicio en un siento preferente, para seguir paso a paso los acontecimientos y declaraciones surgidas durante esos 10 días a través de los testigos, tanto de un lado como del otro, que desfilaron para dar testimonio, sobre las barbaries cometidas contra los judíos en el Gueto de Vilna entre los años 1941 al 1943.

Una obra dura y  asfixiante, en la cual, además de los instantes del juicio,  Frosch nos trasladará a otros escenarios, cuando la vista se detenía hasta el día siguiente. Lugares en los cuales los periodistas recibían información privilegiada que no podían sacar a la luz, al estar prohibido. Los restaurantes donde el jurado se reunía para comer y conversar; sin olvidarnos de la parte más importante y escabrosa, la manipulación del juicio, por intereses políticos y militares, entre despachos y espacios escondidos. Los miedos  a las represalias tras el juicio si se testificaba e incluso que ex miembros nazis, formaran parte del jurado y otros cargos más relevantes. Un juicio considerado como vergüenza histórica. Una narración, en gran parte, presentada al más puro estilo documental y teatral.

Caso Murer, nos ofrece un impecable casting actoral que ha corrido a cargo de Eva Roth, partiendo de  su actor principal  Karl Fischer, hasta el último de los secundarios que intervienen. Cada uno perfecto en su personaje, tan creíbles que nos parece haber vuelto al pasado y ser testigos de excepción, como ya he comentado anteriormente.


Un filme que recuerda a “12 hombres sin piedad”  de Sidney Lumet y del cual se hace un guiño durante la película. Cuenta con un extraordinario equipo técnico, destacando la dirección artística de Katharina Wöppermann quien junto a la magnífica fotografía de Frank Amann y la angustiosa banda sonora de Anselme Pau, logran crear una ambientación claustrofóbica y sobrecogedora, no solo durante el proceso, sino en otros instantes y espacios, tan importantes o más, que lo desvelado en la sala del juicio.  Hay que resaltar el montaje de Karin Hammer y por supuesto el perspicaz guion y la  dirección sosegada y templada de Christian Frosch.


Un filme incómodo y necesario, saliendo de la sala de cine con una cierta desazón, por las injusticias vistas y escuchadas, ante un tribunal manipulado. Una obra, que aun conociendo lo sucedido por la historia, te mantiene pegado a la butaca.

Mi nota es: 7

ESTRENO en ESPAÑA: 18 de Enero

REPARTO: Karl Fischer, Alexander E. Fennon, Melita Jurisic, Ursula Ofner, Karl Markovics, Gerhard Liebmann, Roland Jaeger, Doval`e Glickman, Rainer Wöss, Harvey Friedman, Erni Mangold, Franz Buchrieser, Susi Stach, Margit Holzhaider, Eva van Heijningen, Inge Maux, Klaus Rott, Christoph F. Krutzler, Mendy Cahan y Luc Feit.
PRODUCTORA: Paul Thiltges Distributions// Prisma Fim.

DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Adso Films.

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