miércoles, 6 de febrero de 2019

WHITE BOY RICK: CRÍTICA DE CINE


Con guion de: Logan Miller, Noah Miller, Andy Weiss, Steve Kloves y Scott Silver,White Boy Rick”, está dirigida por Yann Demange.
Nos encontramos en los  años 80 en Detroit, ante una familia disfuncional, compuesta por Richard Wershe (Matthew McConaughey) con sus dos hijos adolescentes: Ricard Wershe Jr. (Richie Merritt) y Dawn Wershe (Bel Powley). Padre e hijo se dedican a comprar armas en un mercadillo para vendérselas, ilegalmente, a delincuentes, mientras que Dawn está enganchada a las drogas.
El FBI encuentra en el joven Richard a la persona perfecta para infiltrarlo como informante en el mundo de las drogas. Poco a poco, su misión se hará más peligrosa, pues desde el  FBI le obligarán a traficar con la droga que le proporcionan, en grandes cantidades, con la excusa de tener un mayor acceso a descubrir los puntos de venta y poder detener a los máximos narcotraficantes. Richard no será consciente del riesgo que está corriendo, hasta sentir todo el peso de la ley. Condenado a cadena perpetua, por posesión de estupefacientes, a los 17 años.
El director francés, afincando en Londres, Yann Demange, tras el gran éxito con “`71” dirigida en 2014, nos ofrece  un insólito episodio de la América profunda. En esta ocasión nos trasladamos a la década de los 80 en Detroit, ciudad en la cual, la delincuencia y el narcotráfico estaban a la orden del día. Una historia real, que como se vislumbra en el título, nos llevará a las vivencias de un chico blanco, en un mundo de negros, pues como es sabido, la mayor población de Detroit, es afroamericana. Observaremos el racismo latente, entre las palabras  pronunciadas por uno de los amigos afroamericanos de Richard: “Si a ti te arrestan, tu condena es blanca, si me arrestan a mí, mi condena es negra” o las miradas que los unos y los otros se dispensan en las calles y las discotecas, pero a la vez, también seremos testigos de cómo Richard se enamora de una afroamericana y la mayoría de sus amigos también lo son; y es que en realidad no es el tema principal que Yann persigue en su nuevo film, sino las relaciones de esa singular familia.
Los guionistas nos ofrecen pequeños guiños cinematográficos, entre ellos a la película de Brian De Palma del año 1983, “Scarface”, en ese momento que uno de los personajes bautiza de esa manera a Richard, tras varia incursiones. Un guion sencillo con diálogos elementales y que si bien no profundiza más allá de la historia del joven, los avatares que debe vivir a tan temprana edad, de los 14 a los 17, cuando es condenado a cadena perpetua o las acciones de su hermana y su padre; la película nos deja con un agrio sabor de boca, por el reprochable comportamiento del FBI. Una clara denuncia al “abuso de autoridad” de algunas fuerzas de seguridad, como la mencionada,  sobre ciudadanos que tienen o han tenido problemas con la justicia y les manipulan bajo coacción, como si fueran marionetas, sin importarles lo que les suceda después, al dejar de ser importantes para sus objetivos. Es uno de esos filmes, que sin lograr mostrar todas las capas que abre a su paso, muerde en la yugular.
Un selecto casting actoral, con interpretaciones correctísimas en cada uno de los personajes. Destacaré a los tres principales, siendo para mi gusto, Bel Powley, quien ofrece el personaje más complejo y conflictivo, llevándolo a la máxima credibilidad. Un impecable Matthew McConaughey  y el convincente Richie Merritt, padre e hijo, que se apoyan en cada una de las decisiones que toman en la vida, sean acertadas o no.
Mención especial para Tat Radcliff, con su  fotografía “sucia” entre un color e iluminación con cierto aire retro, al igual que sus encuadres;  y la banda sonora de Max Richter, que acompaña fielmente a cada escena. Y para terminar voy a decir algo que os va a extrañar. Con todas las tramas que la obra muestra y deja sin desarrollar, lo que lamento es que no se hubiera atrevido a una mayor duración, para haber disfrutado de la historia en su conjunto. Hay personajes que pasan demasiado rápidos por la pantalla, que merecerían su tiempo. Con todo ello, la obra logra su propósito, resultando muy entretenida e interesante.
Mi nota es: 8
ESTRENO en ESPAÑA: 8 de Febrero
REPARTO: Matthew McConaughey, Richie Merritt, Jennifer Jason Leigh, Jonathan Majors, Bruce Dern, Piper Laurie, Bel Powley, Rory Cochrane, Taylour Paige, Jason Gerrard, Eddie Marsan, RJ Cyler, Brian Tyree Henry, Brad Carter y Kyanna Simone.
PRODUCTORA: Protozoa Pictures // Studio 8 // LBI Entertainment.
DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Sony Pictures Releasing de España.

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