martes, 8 de septiembre de 2020

UN DIVÁN EN TÚNEZ: CRÍTICA DE CINE

UN DIVÁN EN TÚNEZ, está escrita y dirigida por Manele Labidi Labbé

Selma (Golshifteh Farahani) regresa a Túnez pasada la revolución social y política que ha sufrido el país, tras los años vividos en París estudiando y licenciándose en psicología. En su pueblo natal decide montar un consultorio, ante la extrañeza de los ciudadanos. “¿Quién va a acudir a un consultorio de psicoanálisis?”. Pedirá ayuda a Baya (Feriel Chammari), la propietaria de un salón de belleza femenino y ante la sorpresa de algunos vecinos, desde el primer día, acude un gran número de personas, en busca de apoyo, ser escuchados y solucionar sus problemas.
Todo marcha bien, hasta que un día se encuentra con Naïm (Majd Mastoura), un policía que le comenta que no puede seguir ejerciendo en dicho centro, sino tiene un certificado especial. Los trámites burocráticos serán largos por la desidia en la administración, pero no será solo ese el problema, con el que tendrá que lidiar Selma.
La obra toma como telón de fondo los cambios que se originaron en el país tras la “Primavera Árabe”, llamada también la “Revolución de la Dignidad” en la población tunecina. Revolución que se llevó a cabo en 2010 a través de una campaña de resistencia civil en Túnez y que se extendió en el tiempo hasta el 2011. Dicha revolución logró que el pueblo pasara de un gobierno autoritario, a convertirse en la primera democracia secular del mundo árabe.
La directora y guionista, Manele Labidi Labbé, estudió Ciencias Políticas y Economia. Trabajó en el mundo financiero durante varios años antes de decidirse a escribir para teatro, radio y televisión. En 2016 formó parte del programa de escritura de La Femis y en 2018 rodó su primer cortometraje “Une Chambre à moi”. Al año siguiente llegaría su ópera prima en el largometraje “Un diván en Túnez”, que se estrena ahora en nuestras pantallas.
Un diván en Túnez es una comedia ligera con toques de drama, envuelta en una cierta crítica social y política de la que se encargan de airear de forma irónica y sutil, los personajes. Esos maravillosos personajes secundarios de los que se enriquecerá Selma, a su regreso de París. Una Selma que representa la modernidad de la mujer europea y liberada, frente a la representación de ese pueblo que anhela esa total libertad y renovación, que parece no llegar. Todos y cada uno de los personajes secundarios son dignos de ser escuchados y disfrutados, destacando a dos de ellos: la funcionaria Amel (Ramla Ayari) que parece sufrir un trastorno del apetito y que no se altera ante nada, detrás de su puesto de trabajo y  la dueña del salón de belleza, ya mencionada, que se volverá adicta a las consultas y a los aires de feminidad y espontaneidad de Selma. Por el otro lado, como representante más seria de la obra se encuentra su hermana Olfa (Aïcha Ben Miled), quien busca salir del país y viajar como lo hizo en su momento Selma. Necesita respirar otros aires. Las dos caras de la moneda de un país que no evoluciona como sus gentes desean pero que asumen y tras el cual, el machismo sigue campando a sus anchas, sin olvidar los prejuicios y las diferencias culturales. Una obra en donde las mujeres destacan sobre los papeles masculinos y entre las ya mencionadas, Golshifteh Farahani borda su personaje, ofreciendo al espectador una naturalidad innata.
Un filme sencillo en su presentación, pero rico en matices, apoyado en el guion y en la dirección de Manele Labidi Labbé, quien ha sabido equilibrar comicidad y drama, rodeándose de un magnífico casting actoral. A destacar también, la fotografía de Laurent Brunet y los temas musicales de Flemming Nordkrog.
Mi nota es: 7
ESTRENO en ESPAÑA: 11 de Septiembre
REPARTO: Golshifteh Farahani, Majd Mastoura, Hichem Yacoubi, Amen Arbi, Ramla Ayari, Aïsha Ben Miled, Feryel Chammari y  Moncef Anjegui.
PRODUCTORA: Kazak Productions
DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Caramel Films España.

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