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domingo, 23 de marzo de 2014

UN TIEMPO PARA MEDITAR, SUFRIR Y LUCHAR (CAPÍTULO V)


                   CAPÍTULO V

           LA BRONCOSCOPIA Y YO

           La broncoscopia, que no es lo mismo que tener una gran bronca con alguien, no, es esa prueba que a través de un tubo penetran por tu garganta hasta llegar a tus bronquios y pulmones. Pero lo dejaré ahí, el que desee saber sobre dicha prueba, la  Wikipedia es muy sabia.

Como os decía ayer, comenzaron nuevas pruebas y a la que más temía era a esta en concreto, pero resultó que no fue para tanto, al menos para mí y el motivo os lo relato a continuación.

Ese día tocó madrugar y encima hice madrugar a un buen amigo, pues tenía que ir acompañado, así que el bueno de Carlos Corbacho tuvo que levantarse antes de tiempo y cambiar el horario en su trabajo. Allá nos fuimos los dos, a la FJD que ya empieza a ser como mi segunda casa, y sobre las ocho de la mañana, comenzaron por cogerme una vía en la mano y para adentro. Del sillón subí a la camilla y tras ponerme las ventosas adhesivas  para el electrocardiograma, tranquilidad. Me entretuve mirando de un lado a otro, todo lo que había y quienes estaban. De pronto una chica anestesista se acerca, inyecta algo junto al suero, que tenía ya en vena, y me dice: “Pesas unos 70 kg, ¿Verdad?”  Y yo con cara de asombro le contesto: “Pues no, peso unos 53 o 55 como mucho” Sonríe y me dice, “bueno, pues te quedarás más relajado”

Inciso, para quienes no lo saben, cuando se practica una broncoscopia y biopsia, al paciente se le seda, no se le duerme. Por lo tanto es consciente de todo, pero no le duele.

Continuamos. Otra enfermera se acerca con una gran mesa sobre la que hay un montón de utensilios y yo todo curioso miro para ver que son todos esos cacharros que está manejando, la chica se da cuenta y me dice: “Mejor será que no mires” Y yo la contesto en plan valiente. “Ya me han hecho en dos ocasiones endoscopias y más o menos…” Sin dejarme terminar me sonríe y continúa. “Ya, pero esto no es como una endoscopia. Mejor que mires para el otro lado” Yo muy obediente lo hago y me encuentro con el Monitor cardiaco y me fijo como se está moviendo todo y entonces pienso: ¿Cuál será el que mide mi respiración, si está agitada o lenta? Y la respuesta fue hacer la prueba. Empecé a respirar como si estuviera corriendo y uno de aquellos medidores empezó a acelerarse, luego respiré muy lentamente, incluso conteniendo la respiración, y aquel medidor bajó su intensidad. Dicen que la curiosidad mata al gato, compruebo que en ese momento todos están a sus cosas y yo sigo practicando con el monitor y… Lo siguiente que recuerdo es que me levantaba del sillón y le decía a mi amigo Carlos, ¿nos vamos? Sí, había pasado todo, unos 45 minutos. Me había quedado dormido durante toda la prueba, posiblemente por la dosis que me suministraron y por hiperventilarme a mí mismo.

Llegué a casa, me metí en la cama tras desnudarme porque me encontraba agotado y me dolía la garganta (dolor provocado, posiblemente por el tubo al entrar por la garganta) y decidí dormir un rato. Al despertar sólo me acordaba de que había dicho a mi amigo que si nos íbamos y que me apoyé a su hombro porque me mareaba. Le tuve que llamar para que me contara todo y riéndose me relató que parecía un borracho, que no se me entendía nada de lo que hablaba y que me repetía como un loro, incluso que una señora que estaba esperando allí me preguntó algo y yo le conté una batalla que nada tenía que ver con lo preguntado.

En fin, una prueba que aun sabiendo que es muy dura, a mí, por lo menos me resultó muy llevadera. Por eso mi consejo de hoy, es que no os fiéis de lo que os diga nadie, sobre sus experiencias en una u otra prueba. Cada uno somos un mundo, pero tenemos la mala costumbre de preguntar a amigos, familiares, etc, lo que sintieron cuando les hicieron tal o cual prueba. Reconozco que yo soy de esos que pregunta siempre, y cada vez me doy cuenta que no debo de hacerlo. Lo repito, lo mejor es ir tranquilo y dejarse en manos de los profesionales. Eso sí, si es por sedación, antes de que vayan a intervenir, si queréis quedaros dormidos, intentar hiperventilaros, igual, como me sucedió a mí, entras en un profundo y agradable sueño y no te enteras de nada. J

Hasta mañana, feliz día.