Mostrando entradas con la etiqueta COVADONGA GONZÁLEZ - POLA JAQUETE (ESCRITORA Y AMBIENTÓLOGA). Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta COVADONGA GONZÁLEZ - POLA JAQUETE (ESCRITORA Y AMBIENTÓLOGA). Mostrar todas las entradas

viernes, 25 de marzo de 2016

ENTREVISTA A: COVADONGA GONZÁLEZ - POLA JAQUETE (ESCRITORA Y AMBIENTÓLOGA)

COVADONGA GONZÁLEZ-POLA JAQUETE
Hoy entrevisto a una mujer como tantas que no la gusta perder el tiempo: Es ambientóloga, imparte talleres gratuitos a través de Internet en Talleres Literarios Online y tiene su propia asesoría para ayudar a los escritores noveles a comenzar sus carreras literarias, colaboradora de la revista Culturamas… Ella es Covadonga González-Pola Jaquete.
J.S.- Bienvenida Covadonga a esta tu casa y como siempre hago algunas preguntas personales para que te conozcan los lectores el blog. Todos tenemos un sueño cuando somos niños ¿Con qué soñaba Covadonga de pequeña?

C.G.- Hola Javier y muchas gracias. ¡Yo creo que casi la pregunta sería con qué no soñaba! Siempre estaba inventando historias, organizando juegos y deseando vivir alguna aventura, esperando que sucediera algo mágico y divertido. ¡Y creo que casi sigo igual a estas alturas!

J.S.- ¿Fuiste una adolescente inquieta, me explico, de estar mucho en la calle con los amigos, divertirte… o por el contrario te gustaba más la tranquilidad?

C.G.-  Un poco de las dos…si miro atrás no he sido la adolescente más rebelde, pero sí viví la edad del pavo con intensidad. Aunque disfrutaba también de momentos de tranquilidad, porque me gustaba estar siempre enganchada algún libro.

J.S. La familia,  la amistad y el amor. Algunos de mis temas favoritos. Me gustaría que clasificaras estas tres palabras en orden de importancia y el por qué.

C.G.-  La familia en primer lugar. Porque tengo una familia enorme y nos ayudamos mucho los unos a los otros. La amistad creo que iría después, ya que uno siempre debe tener un amigo que responda al otro lado del teléfono cuando las cosas no van también. El amor lo pondría al final porque cada vez es más rara avis y porque en general creo que tanto la amistad como el amor, si son sólidos y auténticos, llegan a ser parte del concepto de familia.

J.S.- En tu currículum reseñas que eres ambientóloga y experta en sostenibilidad. ¿Qué te atrajo involucrarte en esta especialidad?

C.G.-  Esos momentos en los que crees que puedes cambiar el mundo. Me atraía la idea de ver cómo se intentaba lograr desde los  grandes despachos. Aunque debo admitir que me decepcionó ver la realidad de esto, pero creo que todos  debemos tomar conciencia de su importancia.

J.S.- Tu familia es del norte, concretamente de Asturias, donde aunque todavía parezca increíble hay zonas no contaminadas, como sucede en mi tierra cántabra. En la actualidad vives en Madrid. ¿Qué crees que se debería hacer en esta bendita ciudad para tener un aire más respirable?

COVADONGA GONZÁLEZ-POLA JAQUETE
C.G.- Creo que hasta que no tengamos una cultura ciclista de verdad no podremos despejar la ciudad de humos. Y, aun así, es una ciudad demasiado grande para ir siempre pedaleando. Concienciar a los conductores, dejar espacios reservados para las bicicletas en el transporte público, crear más carril bici y endurecer las multas por el robo de bicicletas… creo que sería un buen comienzo.

J.S.- Además de tu trabajo diario, eres una gran amante de la literatura. Luego hablaremos en tus dos obras, pero antes me gustaría que nos contaras qué te llevó a fundar Talleres Literarios Online y qué te aporta.

C.G.- Me gusta escribir desde siempre y me encontraba muy perdida en cuanto a qué  hacer. No todo el mundo tiene oportunidad de apuntarse a cursos de escritura  ni de ser leído, así que pensé que esta era una forma de hacer la escritura accesible a todo el mundo, allí donde estuvieran, por medio de vídeos y pequeñas clases siempre disponibles en Youtube. Además, a esto se la ha añadido el trabajo de la asesoría personalizada de autores, un proyecto en el que trabajo personalmente con escritores de todo el mundo y que me permite vivir con ellos las  ilusiones de comenzar a escribir.

J.S.- En esta plataforma tienes cerca de 11 000 seguidores. ¿Quién se puede acercar a uno de estos talleres y cómo se debe de hacer por si algún lector estuviera interesado?

C.G.- Simplemente entrar en www.talleresliterariosonline.com o  buscar en Youtube “Talleres literarios online”. Puede suscribirse al canal y también a nuestra lista de correos. Acabamos de lanzar la primera newsletter del escritor, y lo seguiremos haciendo cada mes con contenido exclusivo.

J.S.- Entrando en tu faceta de escritora, entre tus relatos, dos de ellos han destacado sobre los demás. El primero “Yo soy el Anticristo” que ganó el premio del público y que es una precuela de tu primera novela. El segundo relato “Vampiros en La Habana” ha sido publicado en la antología: Bestiario de lo sobrenatural I  Homenaje a John William Polidori. ¿Qué sentiste ante tal reconocimiento, primero como ganadora y segundo viendo un relato publicado en una antología con otros autores?

C.G.- La verdad es que no me esperaba ninguno de los dos. Yo soy el Anticristo es una pequeña precuela de mi primera novela y quedé muy agradecida de recibir tantos votos.
Vampiros en La Habana estaba pensado para una antología de relatos basados en la mitología y la crónica negra de Asturias y al ver la convocatoria  decidí probar suerte.
Así que ahora, además de ahí, podréis encontrarlo a partir de marzo en la obra para la que fue pensado: “El Hombre del Vestíbulo. Relatos de lo mágico y lo oculto en el corazón de Asturias”. Estoy deseando presentarlo.

J.S.- Cuéntanos un poco más sobre esta antología y el porqué de su nombre.

C.G.- Se trata de un replanteamiento de todo lo que puede parecer legendario, mágico y oculto en la cultura de Asturias. Son relatos documentados en distintos lugares y fuentes, persiguiendo leyendas y aprendiendo sobre la crónica negra de distintas localidades. Así, podremos ver al vampiro de Avilés, pero también al cuélebre, al diablo, a las xanas y otros muchos, a través de historias más modernas y pensadas para un público joven-adulto para poder hacerlas más accesibles a distintos lectores.
El título de la obra se debe a una historia, contada tanto por mi tío César como por mi abuelo antes de él. Mi abuelo vivió de pequeño en el Palacio de Siero y todos los habitantes de la casa veían de vez en cuando a un señor en la entrada, apoyado en la ventana. Cuando volvían a mirar no estaba. Y así acabaron llamándole. Si queréis saber qué fue de él tendréis que leer la historia :)

J.S.  – Pero no es la primera vez que escribes sobre Asturias.

C.G.- Cuando tenía unos trece años escribí una pequeña novela de aventuras  ambientada en Llanes, donde  una pandilla de amigos iba en busca de un tesoro. Los Cazatesoros de Llanes, se llama. Tras darle una vuelta hace un par de años, la Casa del Cultura de Llanes mostró interés y editamos el libro para presentarlo allí y más tarde en la Feria Infantil de Libroviedo.

J.S. Sobre tu primera novela “El gen. Las ruinas de Magerit” que los lectores pueden leer La Crónica– Crítica Literaria en este mismo blog que te dedicó David Villa, dices Sobrevivir al fin del mundo es algo tan cruel como paradójico. ¿Qué sucedería si la Humanidad se viese destruida por culpa de su propio poder, qué pasaría si finalmente todo el progreso acumulado y el egoísmo de las personas por conseguir su propio bienestar se viesen revertidos, y acabasen con nosotros tan rápidamente como podemos chasquear los dedos?” Muchas historias hemos leído sobre el fin del mundo y el cine se nutre cada determinados años de varias películas, pero siendo realistas ¿Crees que el ser humano tiene el poder de destruirse a sí mismo o como animal racional que es, ese raciocinio se lo impediría como escudo de defensa?

C.G.- Yo creo que ya nos estamos destruyendo poco a poco desde hace mucho. Lo que sucede es que, además de esto, somos muchos los que luchamos por hacer de este mundo un lugar mejor y, por eso, más  o menos, la balanza se equilibra.

J.S.- Como suele suceder en las novelas de catástrofes, surgen los héroes y los villanos, luchando entre ellos por conseguir el poder y el restablecimiento de la ciudad, el país o el mundo. En tu novela los “héroes” son unos niños que se han adaptado a la situación y que se distinguen por llevar una marca blanca en el  costado. ¿Quién crees que realmente ante una hecatombe total, lograrían sobrevivir y restablecer una nueva sociedad más justa, los poderosos con su dinero, o las mentes lúcidas y trabajadoras?

C.G.- Pues decía Darwin que la especie que sobrevive  no es la más fuerte, sino la que mejor se adapta al cambio. Según cómo fuera ese nuevo lugar, el dinero podría valer todo o nada. Así que más bien diría que sobrevivirían al fin del mundo personas que tuvieran una mezcla de buena suerte y de haber sabido jugar bien sus cartas, ya sean de poder o de inteligencia.

J.S.- Hay una frase que suelo decir en muchas ocasiones cuando veo a los niños jugando y derrochando energía “Juventud divino tesoro” ¿Piensas que la juventud es un tesoro que ellos mismos no saben valorar en nuestros tiempos?

C.G.- Creo que a veces se nos va de las manos y salimos a los treinta años como si tuviéramos veinte. Pero también es cierto que afortunadamente ya no hay una sola manera de vivir la vida y que  podemos vivir cada uno como deseemos. Que se parece más a la juventud que antes, pues bueno, cada uno debe elegir cómo vivir su vida con autenticidad.  Si el alma te pide seguir joven, yo creo que es un regalo.

J.S.- Muchos son los que  temen la muerte por no saber si hay algo más allá. Muchos son los que temen la muerte y piensan si habrá un cielo o un infierno, un Dios misericordioso o un Diablo que les sumirá en el fuego eterno. Mucho se habla, sin ser la muerte, del Anticristo y de ese infierno. En muchas ocasiones hablando con amigos, he dicho que el verdadero infierno lo estamos viviendo en vida y que el Anticristo está con nosotros a través de la política, la religión y la economía. ¿Cuál es tu visión ante lo que estamos viviendo en estas últimas décadas, por no profundizar más en el pasado?

C.G.- La verdad es que tengo una visión pesimista, pero siempre me esfuerzo por ser positiva. Pasan cosas terribles, no lo vamos a negar, y hay mucho sufrimiento, pero eso no implica que no vayamos a salir adelante. Cuando algún amigo está flojo le digo que recuerde  que desciende  de alguien que sobrevivió a la peste negra. Yo creo que si Europa salió de aquello con muchos menos recursos,  ahora podemos con mucho más. Tenemos más tejido social y realmente es muy difícil que perdamos por completo la esperanza y las ganas de luchar.

J.S.- En tu novela, la búsqueda y la posesión de los últimos pozos de agua, es una de las grandes prioridades. Además del agua, bien necesario para la supervivencia del ser humano ¿Cuáles serían para ti necesidades imprescindibles para sobrevivir?

C.G.- Pues aquí podríamos hablar de la pirámide de Maslow y las necesidades. Sí que creo que sin tener unos mínimos cubiertos es imposible ser feliz. Pero a veces olvidamos que sin contacto humano tampoco podemos vivir, por lo que y abogaría por un mundo con más encuentros personales, más abrazos y menos Selfis.

J.S.- ¿Tienes proyectos de futuro, además del lanzamiento de esta antología sobre Asturias?

C.G.- No parar es siempre mi objetivo. Ahora estoy revisando la segunda parte de “El gen” y también preparando una antología de relatos feministas, de la que aún no voy a contar mucho, pero  que, aunque me está dando grandes quebraderos de cabeza, puede darnos un punto de vista muy útil y actual para reflexionar.
También podréis ver dentro de poco mi participación con un relato en la antología “Chikara: el poder de la naturaleza”, una recopilación de  relatos de género greenpunk inspirados en la filosofía de Hayao Miyazaki.

J.S.- Pregunta que siempre hago a todos mis invitados. ¿Qué te hubiera gustado que te preguntara y no he hecho?

C.G.- Déjame pensar… ah, sí… ¿me dejas que te invite a un cachopo?  Risas.
Creo que no te has dejado nada en el tintero, la verdad.

J.S.- Acepto dicha invitación. Toda la gastronomía de nuestro maravilloso país me encanta y un plato asturiano, no se puede rechazar, más siendo yo de Cantabria, aunque viva ahora en Madrid. ¡Con lo que me gusta a mí comer! – Risas