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lunes, 30 de junio de 2014

NOTICIAS SORPRENDENTES DEL MUNDO: CUIDADO CON LOS SERVICIOS PÚBLICOS

 Esta noticia fue publicada por la agencia EFE el 4 de agosto de 2006. Los hechos ocurrieron en el estado de Lowa (Estados Unidos) en los servicios públicos de un centro comercial.

Una de esas bromas, que al final resultan muy pesadas, fue provocada por unos desconocidos que untaron sobre uno de los retretes un combinado adhesivo muy fuerte. Este producto contenía cemento, que según los bomberos de la localidad de Council Bluffs es mucho más potente que el pegamento, esas fueron sus  declaraciones a la televisión “KETV”.

El caso es que a una mujer de 53 años le dio el apretón y el azar la llevó al retrete que contenía la broma,  y muy fuertes debieron de ser las ganas, porque la mujer ni miró, ni limpió la taza; se sentó tal cual lo hiciera en su casa, y la sorpresa se la llevó cuando intentó levantarte y  sus posaderas no respondieron a la orden. Estaban bien asentadas al retrete.

Sobre lo sucedido dentro de aquel habitáculo, nada se ha dicho, pero me imagino que la mujer comenzó a desesperarse, y no sin motivos. La situación no era agradable precisamente, y más sabiendo que no se podía llevar el retrete para casa sin que nadie se diera cuenta, por lo que entiendo que gritó pidiendo ayuda. Seguramente personal del centro comercial acudieron y tras una conversación, más o menos corta a través de la puerta, llegaron a la conclusión de llamar a los servicios médicos que se personaron inmediatamente para socorrer a la mujer. Tras mucho pensar dieron con la única solución. ¡No, animales, no fue romper la taza del váter!, usaron algo tan propio de una mujer como es el esmalte de uñas, aunque tuvo sus consecuencia, pues sufrió determinada quemaduras que la obligaron a ser trasladada de forma urgente al hospital del pueblo.

La mujer declaró a la televisión local que había sentido mucha vergüenza en el rato que llevó el despegarla del urinario, y que había sentido mucho dolor por las quemaduras provocadas por el esmalte de uñas. Aunque muy complicado, esperaba que fueran detenidos los autores de los hechos.

Bueno, está claro que es una gran faena y que encontrarse en una situación así, tiene que ser muy violenta, pero alma cándida, ¿cómo se te ocurre sentarse en un urinario público cuando por él habrán pasado decenas de personas durante el día, y que aunque se desinfecte cada determinado tiempo, las bacterias las tiene aseguradas? Y no, no me vale  como excusa que no lo pensaste dos veces porque era urgente. Primero, no se puede esperar a última hora y menos en esos casos,  y segundo, ES UN VÁTER PÚBLICO.

Sufrió una humillación, sufrió quemaduras, pero seguro que aprendió una valiosa lección, no volverse a sentar en un urinario que no fuera el de su casa, y este consejo es para todos.
Hasta la semana que viene.