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lunes, 4 de mayo de 2015

FELIPE GONZÁLEZ: LA AMBICIÓN QUE NO DESISTE


Quien pudiera pensar que en este apartado de “Personajes de la semana” no hablaría de determinados políticos, se equivocaba. En este apartado irán todos aquellos que crea se merecen ser elogiados o criticados, políticos o no.

En este caso para mí es más que una crítica, pues pienso que no ha sabido asumir que el tiempo pasa y que las nuevas generaciones pueden ser más importantes que lo fue él, y que quien debe decidir si su figura, trabajo, personalidad… debe de servir de estudio o no, precisamente no es uno mismo. Modestia señor, modestia, que es lo que desgraciadamente falta entre la clase política de hoy, y veo que también del ayer.

Creo que el atrevimiento y el ego debemos saber hasta dónde debe de ser permitido y dónde se convierte en ridículo, absurdo y esperpéntico, dejando claros indicios de una prepotencia y carencias por no haber asumido, tal vez, todavía su gran derrota, ante la urnas en su momento.

No voy a caer en descalificaciones hacia su persona, ni hacia su forma de gobernar durante sus más de 13 años, no hablaré de que ha formado parte del consejo de administración hasta este mismo año de una empresa a la que en su momento tanto criticó, y tampoco debatiré que durante su mandato se dieron los primeros casos de corrupción en nuestra democracia, como fueron los casos Filesa y Roldán. No, porque todo eso es historia y la tenemos muy reciente. No, no nos hemos olvidado de usted para nuestra desgracia, pues supo cómo nadie, romper las ilusiones de millones de trabajadores que le dieron durante todos esos años el voto, creyendo en un tiempo mejor que nunca llegó, al menos para el pueblo, no así para usted.

Entonces me diréis de qué voy a hablar. Pues de lo más descabellado que creo se le puede ocurrir a una persona. De la excentricidad de un ex presidente de gobierno: Crear una fundación para el estudio de su figura. ¡Ole sus cataplines! Ya no se conforma con darse  bombo cuando asiste a determinadas conferencias, se trate el tema que sea, pues en una gran mayoría de las ocasiones, se pone como ejemplo. La modestia está claro que no es su fuerte, pero centrémonos en la fundación. Los fines que persigue son: “el estudio, elaboración, recopilación, sistematización y puesta a disposición del archivo documental, bibliográfico, fotográfico, audiovisual y de cualquier otro soporte de la trayectoria personal, profesional, política e institucional de Felipe González Márquez”  Y me hago una pregunta ¿Quién da más? Para esta “interesantísima e imprescindible  fundación, de interés humano” ha contado con: Él mismo como presidente (faltaría más) el sociólogo y ex ministro de Educación José María Maravall Herrero como vicepresidente y a su hija María González Romero como secretaria, aunque va añadiendo nuevos miembros a la misma.

Continúan exponiendo que: “Los trabajos de elaboración del archivo se enmarcan en un programa de actividades ordenadas a la investigación, la enseñanza y difusión de la historia política de España, desde la segunda mitad del siglo XX en adelante. Además, la fundación estará dedicada al impulso de actuaciones y proyectos que desarrollen los valores relacionados con la democracia y las libertades, el bienestar material y su distribución, la investigación, desarrollo e innovación y el emprendimiento en el marco de gobernanza global vinculado al nuevo orden mundial”

Y me vuelvo a preguntar. ¿Cree sinceramente que es necesario? Y si a esa pregunta contesta que sí, que conociendo su arrogancia estoy convencido que así será, le hago otra pregunta. ¿Se cree usted capacitado para tal trabajo? Porque no fue usted, precisamente, un claro ejemplo de transparencia durante muchos de sus años de mandato, ni siquiera, y me atrevo a decir, puede criticar la corrupción, cuando bajo su mandato  surgieron los primeros escándalos y además probados, como he nombrado anteriormente. Defraudó a millones de trabajadores prometiendo bajar el paro e hizo todo lo contrario, aumentarlo. Escandalizó cuando gritando que NO a la OTAN, en todos sus mítines, fue una de las primeras cosas que aprobó tras un referéndum que dio pena la estrategia que siguió para nuestra incorporación. ¿Lo recuerda? Curiosamente Javier Solana que había estado gritando junto a usted para que España no entrara en la OTAN, en 1995 se convierte en el Secretario General de la OTAN. Que cruel es el destino. ¿Verdad? Y esto sólo es un pequeñísimo apunte.

“Prometer prometo y cuando esté en el cargo, me olvido de lo prometido” Sería el eslogan que debería figurar en su reciente institución. Posiblemente fue el primero en incumplir tantas promesas, que luego han continuado desde su partido y desde el PP.

Termino con un pequeño apunte de la historia: El comandante Miguel Paredes en 1974, durante la Operación Primavera, dijo de usted: Felipe González nos pareció un conversador ágil, brillante, con “charme”… Pero, de pronto, sacó un largo Cohiba, lo encendió con parsimonia y se lo fumó como un sibarita. A mí ese pequeño detalle me chocó, me extrañó. Era un trazo burgués que no encajaba con sus calzones vaqueros, ni con su camisa barata de cuadros, ni con su izquierdismo… En mi informe oficial no mencioné esa bobada del habano ni lo que me sugirió. Pero en mi agenda privada de notas sí que escribí: “Felipe González, el sevillano, parece apasionado pero es frío. Hay en él algo falso, engañador. No me ha parecido un hombre de ideales, sino de ambiciones”.»

Entre la añoranza y el divertimento, me viene a la mente una gran frase, también histórica. “Váyase señor González” Deje a las nuevas generaciones que hagan su trabajo, no quiera usurpar el trabajo de los verdaderos historiadores que escriben la historia, y usted disfrute de esa jubilación tan bien pagada, perdón, tan bien merecida que tiene.

Dejo un vídeo al final que nos muestra como la historia se repite en actuaciones políticas, aunque en esta legislatura ha cambiado de siglas.
Un día tal vez haga una encuesta para votar de mayor a menor al:  peor presidente, el más soberbio, el más mentiroso, al más auténtico, al más justo, al más manipulador... Podría ser un buen ejercicio.