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viernes, 30 de noviembre de 2012

JUAN FLAHN: MÚSICO, DIRECTOR DE CINE, GUIONISTA Y ESCRITOR


 
Esta quincena el invitado es Juan Flahn. Un vasco inquieto que en el mundo del arte ha tocado diversos palos: música, guiones, dirección de cortos y películas y actualmente escritor de novelas. Espero que a todos os guste la entrevista.

J.S.  Juan, como es normal en mis entrevistas, las primeras preguntas son de carácter algo más personal. Así que comenzamos. ¿Cómo te defines como persona?

J.F. Me resulta difícil de contestar este tipo de preguntas “absolutas”. Es como una amiga mía que me pregunta “¿eres feliz?" Y yo nunca le puedo contestar a una pregunta tan absoluta, pues a veces sí, a veces no… Pues con esto de cómo me defino, igual: no me puedo definir de ninguna manera, estoy en perpetua búsqueda de mí mismo.

J.S. En la sociedad en que vivimos. ¿Cómo ves el amor y la amistad?

J.F. Otra pregunta absoluta; lo siento, me veo incapacitado para responder estas cosas…

J.S. ¿Te consideras una persona inquieta o con los años uno se va templando?

J.F. Me considero inquieto y con los años me voy templando, lo que no quita para que siga siendo inquieto pero con más temple…

J.S. Siendo norteño, ¿echas de menos el mar y la naturaleza que en Madrid no tenemos?

J.F. No demasiado, no soy una persona especialmente marítima. Además Bilbao no es una ciudad costera, el mar está a unos 12 o 14 kilómetros.

J.S. Estudias Bellas Artes y eso abre un horizonte hacia el conocimiento del arte más general. Una de tus primeras aventuras es la música y creas el grupo “El Dúo Estático” ¿Qué te aportó esta experiencia?

J.F. Me aportó desvergüenza y la certeza de saber que cualquier medio de expresión artística es válido.

J.S. ¿Qué nos puedes comentar sobre ése gran conocido y desconocido que es el mundo del doblaje?

J.F. Que puede ser otro medio de expresión artística, como he dicho en la pregunta anterior. Está muy denostado porque se supone que “sustituyes” enormes interpretaciones de actores para prostituirlas con tus palabras y tonos españolizados, cuando también hay doblajes que, no voy a decir mejoran, pero sí al menos dan un punto de vista diferente al de la obra original. Por ejemplo, las películas de John Waters, sobre todo las que sale Divine – especialmente “Pink Flamingos” y “Cosa de Hembras” películas que adoro -, me encanta verlas dobladas, porque la voz que le han puesto a Divine, las cadencias de los parlamentos, los esfuerzos de los dobladores por encajar las frases en las bocas, aportan un plus de comicidad y diversión que la obra original no tiene.

J.S. Ganas el concurso de series convocado por la ETB ¿Fue influyente para luego abrirte camino hacia el guión de nuevas series?

J.F. No especialmente, porque enseguida me vine a Madrid y aquí nadie me conocía, o sea que fue como empezar de cero de nuevo. En realidad siempre tengo la impresión de estar empezando de cero, incluso hoy en día.

J.S. Abandonas tu tierra natal: Bilbao y te desplazas a Madrid. ¿Hubo algún motivo principal para ese cambio de ciudad?

J.F. Sí, el hecho de saber que aquí en Madrid hay más oportunidades de trabajo en el sector audiovisual.

J.S. Asentado en Madrid, comienzas con guiones para series tan conocidas como: Canguros, Ana y los 7, La casa de los líos y Mujeres. ¿Qué diferencia, si es que existe, encuentras entre trabajar un guión para una serie de televisión, para un cortometraje o largometraje?

J.F. En la tele el trabajo es más en equipo, tienes unas tramas prefijadas, tienes una duración concreta y una serie de parámetros que debes respetar. En cine se supone que  puedes ser más libre. Y luego está la duración de cada cosa, una serie puede desarrollarse a lo largo de más tiempo por lo que se pueden desarrollar tramas más secundarias, puedes detenerte en acontecimientos menos relevantes. En cine es fundamental ir mucho más al grano porque tienes un tiempo limitado.

J.S. Muchos dicen que posiblemente tu mejor guión fue “Insomnio” Cuéntanos algo sobre este trabajo.

J.F. ¿Quién dice que “Insomnio” fue mi mejor guión? Me encanta. Pues nada, muchas gracias. Fue un proyecto que era más interesante en sus primeras versiones porque las tres tramas que se entrecruzan en la película no estaban ordenadas cronológicamente y había ciertos bucles temporales muy bonitos, yendo atrás y adelante en el tiempo, pero el productor pensó que no se entendería bien y contrató a Fernando León que lo que hizo fue ordenar cronológicamente los acontecimientos y, a mi juicio, perdió cierta gracia… Claro que Fernando también le aportó mucha chispa que la peli no tenía antes.

J.S. En 1996 eres nominado a los premios Goya por tu cortometraje “Hábitos” ¿Qué se siente estar nominado en unos premios tan importantes?

J.F. Nerviosismo… Muchos nervios. Es lo más cercano a lo que puede sentir Meryl Streep que me haya pasado en la vida.

J.S. Algunos afirman que ganar un premio como el Goya o estar nominado, abre muchas puertas ¿Estás de acuerdo con esta afirmación?

J.F. Sí y no. A cada uno le funciona de distinta manera. A mí no me abrió demasiadas puertas la nominación, pero hay gente que tras un Goya no para de trabajar y otros que no tienen tanta suerte.  Es más, lo que se comenta es lo contrario de lo que tú dices: que tras un Goya dejas de trabajar de inmediato.

J.S. Antes de dirigir tu película más comercial, habías realizado una anterior en el País Vasco, con el título “Las flores de Bach” en sistema Mini – DV ¿Qué te reportó profesionalmente?

J.F. No la realicé en el País Vasco, la rodé aquí en Madrid, cuando ya llevaba 9 años viviendo aquí. Profesionalmente tampoco me reportó gran cosa. Fue una producción baratísima  rodada sin equipo ni presupuesto que lo que más supuso fue un training para mí. Hacer un largometraje y quitarme la espina del largo. Con los años me han llegado muy buenas críticas de este primer trabajo, eso sí.
 

J.S. Recuerdo que era un viernes noche, que saliendo de un local de Chueca me encontré con todo un despliegue frente a otro local. Se estaba rodando una película y la verdad que me quedé sorprendido por el despliegue. No era la primera vez que paseando por Madrid, me topaba ante un rodaje determinado, de una serie, un corto o un anuncio. Pregunté y me dijeron: Están rodando una película. Esa película era: Chuecatown, tu primera película comercial. ¿Cómo surgió este proyecto?

J.F. Es un proyecto que me pasaron Félix y Dunia, una idea de una productora que no recuerdo cómo se llamaba que nos encargó el guión basado en los cómic homónimos. Nosotros afrontamos la historia desde un punto de vista contrario al de los cómics. Al principio no queríamos hacer una película alocada, sino una cosa de vidas cruzadas en el barrio, con sus luces y sus sombras, tipo “Magnolia”, pero a los productores no les gustó este tratamiento que les pasamos y nos dijeron que querían algo más “torrentiano”, literalmente. Así que escribimos una versión más alocada y cómica de “Chuecatown”. Y luego la productora cerró quedándose congelado el proyecto. Por suerte una productora barcelonesa lo compró y se hizo cargo y se pudo rodar la película.

J.S. ¿Tienes en mente algún guión y futura dirección de otra película?

J.F. Guiones he escrito unos cuantos en estos años desde que acabé “Chuecatown” pero no les han gustado a los productores. Tengo en mente otro, de bajo presupuesto, pera rodarlo yo si se da el caso, como con “Las Flores de Bach”, pero primero lo tengo que escribir.

J.S. Llegamos al mundo de la literatura, propiamente dicho y en el 2010 editas tu primera novela: De Gabriel a Jueves con la editorial Egales. Hay una frese conocida de dicha novela que reza: “A veces cuando vuelvo de marcha llamo a un chapero para follar”
 Hoy por hoy, ¿Quién crees que solicita más los servicios de un chapero?

J.F. No tengo ni idea, supongo que todo aquel que pueda pagarlo, porque la prostitución se ha convertido en un servicio que usa todo tipo de personas, casadas, comprometidas, solteras, guapas, feas, jóvenes y viejas.

J.S. Reconozco que esta novela aún no la he leído y es que cada año se publican muchos títulos y uno no puede con todos – sonrisas – más cuando me gusta leer otros géneros literarios y algunas novelas son copiosas en páginas. Para quienes como yo, no hemos leído esta novela. ¿Qué nos puedes contar de ella?

J.F. Que se trata de un descenso a los infiernos personales. Que yo pensé que se me había ocurrido un final muy original y estaba muy orgulloso de él, hasta que vi la película de Roman Polanski de 1976 “El Quimérico Inquilino” que tiene un final similar y me llevé un chasco. Aún así me siento orgulloso de la novela, creo que, humildemente, está bien escrita.
 

J.S. Tu segunda incursión en la novela llega de la mano de Stonewall en el 2012 con “Orgullo Z” Ésta si la he leído – se me escapa una sonrisa – Vuelves a centrarte en el barrio de Chueca con tres personajes principales: Toní Ponzoña (travesti) Belén (una joven lesbiana) Y Miguel (Un cachas mulato) La novela tiene dos partes muy diferenciadas. Centrémonos en la primera parte, la novela en sí. ¿Cómo se te ocurre plagar Chueca de Zombis?

J.F. En realidad todo surge hace año y medio de una conversación con un amigo. Antonio, muy aficionado al género zombie, que me contó que se llevaba mucho el tema, que había un resurgir de los muertos vivientes, tanto en cine como televisión y también en literatura. A partir de ahí se me ocurrió que todas las invasiones zombies sucedian en USA y pensé que una invasión zombie en Chueca tendría mucha gracia y me puse a ello.

J.S. Ante el Apocalipsis que se les viene encima, los personajes van mudando sus formas de actuar y sentir, tanto exteriormente como interiormente.  ¿Piensas que el ser humano ante determinadas circunstancias, deja atrás sus máscaras para mostrase tal y cómo son realmente?

J.F. Claro, en una situación de peligro real la gente es capaz de lo mejor y de lo peor. En una situación así se vería quién tiene alma pura y quién es un mezquino, sin máscaras.

J.S. La otra parte diferenciada de la novela, comienza justo cuando los personajes se refugian en el edificio de la SGAE, encontrándose en su interior con otros nuevos personajes. Esta parte está contada a modo de obra teatral. ¿Por qué ese giro en la historia?

J.F. Sabía que el final iba a desarrollarse allí desde el principio de la novela y que se iban a encontrar con nuevos supervivientes al holocausto. Entonces, al ser un único lugar con nuevos personajes la cosa iba a ser sobre todo diálogos, entonces me dio pereza empezar con “Hola que tal” dijo Fulano “muy bien” dijo mengano… me parecía un rollo. Fue cuando se me ocurrió que si se mantenía la unidad de espacio y había gente hablando sin parar, aquello podía ser una obra de teatro. Y así lo hice. Me pareció además una muy buena idea, original y curiosa. Sólo empecé a tener dudas de mi decisión cuando ya vi la novela publicada y es que pensé que el lector tenía que hacer un esfuerzo por adaptarse a la nueva forma morfológica de la escritura y no sabía si iba a ser agradable o no para el lector… Afortunadamente a todo el mundo le parece muy bien el cambio y se adaptan sin mayor dificultad.

J.S. La forma en que describes las situaciones, como ya he comentado, es minuciosa en los detalles, entre otras muchas escenas, como ya te dije personalmente en una ocasión, hay una que me resultó la más impactante: Los personajes a oscuras se alumbran tan sólo con las pequeñas luces que ofrecen sus móviles en los movimientos que ellos ejercen  por la sala, mientras hablan y discuten. ¿Buscabas con ello crear una mayor tensión en el lector de la que ya se estaba produciendo?

J.F. Buscaba que hubiera una imagen potente para el caso hipotético de que la obra de teatro se llevara algún día a las tablas. Porque la obra de teatro independiente, sin el resto de la novela, funciona perfectamente, me encargué conscientemente de que así fuera.

J.S. Es una novela 100% cinematográfica y a la vez teatral ¿Te has propuesto a te han propuesto plasmarla visualmente?

J.F. No, me encantaría, pero no se ha dado aún la ocasión. Creo que hay que darle más publicidad, hacer que llegue a más gente para que haya ofertas en ese campo. Todavía la novela acaba de comenzar su andadura como quien dice, no tiene ni un año y quiero que llegue a la mayor cantidad de público posible.

J.S. Invito a todos a leer esta novela, que no sólo es una historia con toque de terror, sino con momentos de comedia muy: divertidos y ácidos. Y no voy a desvelar más de ella.
Terminando como siempre, es un placer cada vez que nos encontramos y tenemos unos minutos para conversar, aunque siempre lo hagamos en fiestas donde se tiene que  atender a tantos amigos y conocidos. Y llega la última pregunta, que como las primeras, siempre hago. ¿Qué te gustaría que te hubiera preguntado que no he hecho?

J.F. Nada, la entrevista ha sido perfecta tal y como ha sido, muchas gracias, eres muy amable.

Para mí ha sido un placer que dispusieras de un tiempo para formar parte de mis invitados al blog.
Comentar que la próxima semana, como ya viene siendo habitual, pondré algunos de los trabajos realizados por Juan Flahn.