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viernes, 12 de mayo de 2017

MARAVILLOSA FAMILIA DE TOKIO: CRÍTICA DE CINE


          Maravillosa familia de Tokio, es la divertida secuela de Una familia de Tokio de 2013, dirigida por Yôji Yamada (El ocaso del Samurái), junto al  mismo elenco de actores, y es que. ¿Por qué cambiar algo, cuando el conjunto funciona tan acertadamente?

         Shukichi (Isao Hashizume) y su esposa Tomiko (Kazuko Yoshiyuki) llevan casi 50 años casados. Un día, mientras Shukichi sube a la habitación para cambiarse de ropa y así estar cómodo en casa, habla con su mujer, mientras ella recoge las prendas que él va dejando tirada por la habitación. En un momento determinado, Tomiko le  comenta que es su cumpleaños y él en un alarde de “generosidad” le dice que le hará un regalo, que pida lo que desee, pero que no sea muy caro que ahora viven de los ahorros. Ella le manifiesta que lo que quiere no cuesta más de unos 450 Yenes y una firma. Shukichi se queda sorprendido y su mujer saca de un cajón un certificado de divorcio, al cual solo le falta la firma del marido y las costas del trámite, éste se queda desconcertado ante la propuesta de su mujer. Cuando los hijos se van enterando, se preguntan el porqué.   

          Yôji Yamada dirige una deliciosa y entrañable historia, con toques dramáticos donde sobresale la comedia inteligente y diálogos mordaces, en un guion firmado conjuntamente con  Emiko Hiramatsu, como ya sucediera en su antecesora: Una familia de Tokio y otras obras. Ambos parecen entenderse a la perfección, pues la historia, sencilla en apariencia, está cargada de matices con referencias a temas familiares, sociales e incluso algunos políticos del país nipón, que funciona a la perfección.

          Sin duda lo mejor de toda la película es el carisma  de sus personajes, que los actores que los interpretan, logran sacar lo mejor de ellos, creando esa complicidad que el espectador agradece y disfruta cuando va al cine y siente esa cercanía con lo proyectado en la pantalla blanca, hasta tal punto que si te invitan a tomar sake, no lo durarías ni un segundo, te descalzarías y traspasarías el umbral de dicha casa.

          El gran peso de la obra recae, en su gran mayoría, en el matrimonio formado por Shukichi y Tomiko, o lo que es lo mismo, por Isao, que traspasa la pantalla con su naturalidad y espontaneidad, sus expresiones, sus miradas, su lento caminar, sus frases lapidarias e incluso en esos silencios donde se intuye que está meditando sobre la propuesta de su mujer. Y Kazuko, la mujer perfecta,  cumplidora ama de casa y orgullosa de la crianza de sus hijos, pero que llegado el momento se plantea la necesidad de vivir lo que por la estricta educación recibida, no ha experimentado.

          La luminosidad que nos ofrece la fotografía de Shinji Chikamori, refleja la verdad que la obra nos quiere ofrecer. Limpia, clara y directa, como si estuviéramos observando a través de una ventana, sentados frente a la barra de un bar, acomodados en el sofá de casa, descansando en el parque o mientras sacamos a nuestro perro a pasear.  

          Una película deliciosa, tierna, divertida, reflexiva y directa, donde el espectador disfrutará de cada minuto del metraje.

          Mi nota es de 7,5

          ESTRENO EN ESPAÑA: 12 de Mayo

          REPARTO: Satoshi Tsumabuki, Yû Aoi, Yui Natsukawa, Kazuko Yoshiyuki, Masahiko Nishimura, Isao Hashizume, Tomoko Nakajima, Shozo Hayashiya.

          PRODUCTORA: Shochiku Company

          DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Sherlock Films