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viernes, 10 de mayo de 2013

RAMÓN TORMES (FLORISTA)


Como ya os comenté al comienzo de esta segunda temporada de entrevistas en el blog, invitaría a personas que creo interesantes desde el punto de vista profesional o personal. Y que mejor que este mes de Mayo, considerado como el mes de las flores, para presentaros a un amante de las flores y de las plantas. Este es el caso de Ramón Tormes.
Ramón Tormes nace en Salamanca el 3 de Marzo en 1963 y desde muy joven pasa largas temporadas en la República Dominicana donde descubriría el apasionante mundo de las plantas y los jardines tropicales, profesión a la que se dedica desde hace 16 años, regentando “Viveros Tormes” en Cabrerizos, Castilla y León, junto a su hermana y cuñado; aunque con anterioridad trabajará en otros empleos.

J.S. Siempre comienzo con algunas preguntas personales, que no íntimas. ¿Qué opinión tienes respecto al amor y la amistad?

R.T. Junto a la familia los motores de mi vida. El amor me da la estabilidad emocional y la felicidad, la amistad una necesidad vital y la familia la alegría y seguridad.

J.S. ¿Qué lugar ocupa la familia en tu vida?

R.T. No podría ocupar otro que el principal, y en ella incluyo a mi pareja.

J.S. Como empresario, ¿qué le pedirías al gobierno actual?

R.T. Que se vaya cuanto antes.

J.S. ¿Qué te llevó a salir de España tan joven y vivir largas temporadas en La República Dominicana?

R.T. Mi hermana y su marido habían sido trasladados allí por su empresa…llegué de vacaciones y me enamoré del país.
J.S. En dicho país descubres la pasión que hoy en día se ha convertido en tu ocupación, pero antes hablemos de otros trabajos que has realizado y de tus estudios. Cursas estudios en la Escuela de Artes Aplicada de Salamanca. ¿En qué te especializaste?

R.T. La verdad es que nunca llegué a la especialización, aunque en aquel momento estaba decidido por la escultura, pero para disgusto de mis padres, abandoné los estudios para hacerme feriante y recorrer España durante algunas temporadas.

J.S. A mediados de los 80 tus trabajos son muy diversos: Camarero, discjockey, relaciones públicas y modelo ocasional. Vamos por partes.
Como discjockey, ¿qué música te gustaba pinchar y que música escuchas con frecuencia?

R.T. Pinchaba la música de ese momento, no podría especificarte ahora.
En cuanto a mis gustos musicales soy muy ecléctico, me gusta casi todo. Pero si quieres saber cuál es mi grupo favorito desde que apareció, estos son Everything But The Girl ahora ya disuelto el dúo, pero su componente femenina Tracey Thorn aún sigue deleitándonos con sus nuevos temas.(Este descubrimiento se lo debo a mi amigo-hermano Chusmi).

J.S. Modelo ocasional, suena muy bien. Cuéntanos la experiencia en este campo.

R.T. Fue ocasional, un juego casi. Tenía una amiga belga que era fotógrafa de moda y me hizo varias sesiones…

J.S. Hablando contigo, me comentabas que tuviste un buen contacto con La Movida Madrileña, donde saliste muy beneficiado a nivel tanto artístico como persona. ¿Qué nos puedes contar al respecto?

R.T. De la movida ya está todo contado y requetecontado, para mí fue una etapa muy divertida en la que estaba rodeado de un ambiente en ebullición, muy creativo, todo nuevo y fresco. Rápidamente me vi envuelto de gente muy generosa que me acogió como parte de ellos. Vivíamos tanto la noche como el día muy intensamente, conciertos, fiestas, inauguraciones, exposiciones…Estoy encantado de haber pasado esa etapa y de haber conocido a todas aquellas personas.

J.S. Pasada la década de los 80 y al comienzo de los 90 te trasladas a Ibiza donde pasas casi 6 años. ¿Qué te aportó la isla en esos años?

R.T. La verdad es que yo conocía la isla solamente de vacaciones…y cuando llegamos a trabajar la cosa no fue tan fácil como nos lo imaginábamos, era febrero y todo estaba cerrado, un gran error. Pero una vez que  arrancamos, todo fue de maravilla de tal manera que yo me quedé todos esos años. Adoro esa isla y tengo a gente a la que quiero mucho allí.
J.S. Después de toda una vida viajando, en contacto con el público directamente, ejerciendo diversas profesiones, regresas a Salamanca y pones en marcha: Viveros Tormes junto a tu hermana y tu cuñado. ¿Cómo nace este proyecto?

R.T. Cuando yo estaba en Ibiza, mi hermana y mi cuñado forman con unos compañeros un vivero forestal, pero les faltaba un socio y yo que en esos momentos me encontraba con una gran saturación de la vida nocturna,  me lancé al proyecto, me vine a Salamanca y aquí sigo.

J.S. Reconoces que la floristería surge por casualidad y casi por necesidad, afirmas que nunca habías tocado una flor más que para adornar algún jarrón cuando vivías en Ibiza. ¿Por qué entonces dedicarse a algo tan frágil y delicado como es el mundo de las flores?

R.T. La cosa surgió sin pensarlo, el negocio que habíamos montado fue un fracaso y le dimos un giro hacia la jardinería, un día en un jardín me pidieron un ramo de flores y no lo dudé, le pregunté que dónde se lo enviábamos y así comenzó mi relación con la floristería.

J.S. No siempre los trabajos comienzan con buen pie, como te sucedió a ti, pues el vivero en sí resultó en un principio un fracaso, pero las ilusiones y los sueños nunca se pierden y comienzas a estudiar jardinería y realizas diversos cursos de especialización, a la vez que continúas trabajando, reconvirtiendo el negocio a la jardinería y bajo la especialización de diseño de pequeños jardines y terrazas. ¿Qué supuso éste cambio?
R.T. Pues ahora con la perspectiva de los años estoy orgulloso de ello, porque estoy realizando un trabajo que me gusta, que me obliga a estar siempre creando y que además disfruto haciéndolo.

J.S. Tras el apoyo de una gran amiga, que te encarga la decoración para su boda, todo comienza a ser más fácil. Me comentabas que todo evolucionó entonces muy rápido y esa temporada no dejaste de hacer ramos y decoraciones. ¿Las bodas son un buen negocio en este terreno?

R.T. Pues no podría asegurártelo, en mi caso trabajo con cita previa y solamente puedo coger dos eventos por fin de semana, porque todos nuestros trabajos son personalizados, todo es artesanal y yo diseño, elaboro y decoro todo lo más personal . Todo ese proceso artístico en mi caso nunca está lo suficientemente valorado y por consiguiente tampoco bien remunerado.

J.S. Te animas a viajar a Holanda y Bélgica para tomar contacto con todo el mundo de la floristería y realizas nuevos cursos de formación y técnica. ¿Qué te aportaron estos países, conocidos por la belleza de sus jardines y el cuidado de las flores?

R.T. Te puedes imaginar. Yo los conocía de turismo y ya me gustaban, sobre todo Holanda, pero una vez metido en este mundo, eran necesarios para mi crecimiento profesional y allí fui  y en la actualidad tengo contacto continuo con ellos por medio de mi importador.

J.S. ¿Cómo describirías la evolución en tus trabajos desde el comienzo a nuestros tiempos?

R.T. Una evolución natural, ahora veo mis primeros trabajos muy naïf, con más ganas que técnica, pero eso si, con tanta ilusión y creatividad como ahora y eso se nota!.
J.S. Te sientes orgulloso de que nunca un ramo de novia, que hayas creado, ha sido igual a otro. ¿No resulta difícil después de tantas bodas y tantos años en la profesión, no repetirse?

R.T. Lo estoy, claro que sí. Lo fácil hubiera sido crear un catálogo y dedicarnos a hacer clones, eso lo puede hacer cualquiera. Pero en esto reside parte de nuestro éxito, no copiarnos ni a nosotros mismos.

J.S.  Afortunadamente hoy en día, el negocio es próspero. Trabajáis con cita previa y generalmente atendéis dos bodas cada fin de semana. ¿Qué es lo que más os solicitan los clientes?

R.T. Como ya te comenté antes, solo atendemos dos bodas  por fin de semana, porque es la única forma de que todo salga como el cliente y nosotros queremos: perfecto. Los trabajos para las bodas normalmente incluyen: el ramo de la novia, la decoración del coche, la ceremonia, el banquete.

J.S. ¿Cuáles son tus flores favoritas? y ¿Cuáles las más difíciles de cultivar?

R.T. No tengo una flor favorita, me gusta mucho la Peonía, trabajo mucho con variedades de rosas, pero cada temporada descubro alguna flor para sacarle todo el partido.
En cuanto lo del cultivo, nosotros no cultivamos, casi todas las flores como te dije vienen de Holanda, algunas rosas de Ecuador y las variedades más exóticas de Costa Rica o Sudáfrica.

J.S. La última pregunta siempre de la dejo al entrevistado. ¿Qué te hubiera gustado que te preguntara y no he hecho?

R.T. Pues podría ser ¿Cuál ha sido tu trabajo preferido hasta ahora? Todos.
Gracias Javier, ha sido un placer.