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miércoles, 2 de septiembre de 2020

TEMBLORES: CRÍTICA DE CINE

En coproducción entre Guatemala, Francia y Luxemburgo, TEMBLORES, cuenta con guion y dirección de Jayro Bustamante.
 
Llueve sobre la ciudad, Pablo (Juan Pablo Olyslager) llega a la casa familiar, salen al encuentro los criados, comunicándole que todos le están esperando en el salón. Al entrar al mismo, se queda inmóvil, todos se cruzan miradas con él, miradas que presagian que algo no va bien, en particular las de su esposa Isa (Diane Blathen). Corre a refugiarse a su habitación, con su madre gritando, tras de él.
 
Pablo tiene un importante trabajo, casado y con dos hijos. Cristiano evangélico practicante, pero un día Pablo decide descubrir su gran secreto, está enamorado de Francisco (Mauricio Armas). Desde ese momento, la lucha por defender su identidad y ser comprendido, se convertirá en el drama de su vida.
 
La homosexualidad, la familia y la religión, podría haber sido un título perfectamente válido para este filme, pues  el simbolismo que representan los temblores que viven en tres momentos determinados de la historia, pueden quedar un poco diluidos, ante la intensidad del drama ofrecido.  Una obra dura, en un país, Guatemala, que como tantos países latinos, aun les persigue el estigma del machismo y la sombras de la religión o debería decir, de algunas "sectas" religiosas.
 
El director, guionista y productor, Jayro Bustamante, estudió Comunicación en la Universidad de San Carlos de Guatemala y Dirección en el Conservatorio Libre du Cinéma Français de Paris y Guion en el Centro Sperimentale di Cinematografía de Roma. Trabajó para la agencia internacional Ogilvy and Mather como director de anuncios publicitarios. Entre sus primeros cortos destacaré “Todo es cuestión de trapos” 2006  y “De Cuando grande mar” 2011. Con su ópera prima “Ixcanul” 2015 obtuvo el premio Alfred Bauer en el Festival de Berlín y Mejor vestuario en los Premios Fénix, ambos en el 2015 y un año más tarde, el Premio Platino a la mejor ópera prima. La Llorona llegó a nuestras pantallas el pasado año y en este 2020, nos ofrece “Temblores” Comentaros también, que junto a Marina Peralta fundó la productora “La casa de Producción en Panajachel”
 
Que la homosexualidad y la religión no han ido,  precisamente de la mano a través de la historia, a nadie le coge por sorpresa, pero si además esa religión está comandada por una serie de personas “iluminadas” como ellos mismos se definen y “tocadas” por Dios, mucho peor. La manipulación de las sectas religiosas con sus feligreses, es muy peligrosa y sobre todo con los más débiles. Entre esas personas vulnerables está el colectivo LGTBI, que según el país en el que vivan, puede convertirse en una auténtica tortura, un mal enviado por el diablo o una perversión que hay que destruir porque Dios así lo exige, porque Dios es bondad y no puede permitir tal aberración, lo que lleva a muchas de esas personas al suicidio o recibir tratamiento de lavado de cerebro, con graves consecuencias. Sí, Dios es amor, pero no lo que se predica en esos lugares llamados, sagrados.
 
Jayro Bustamante omite todo adorno que pueda distraer  la atención del espectador atrapándole desde el inicio, a través de esa lluvia torrencial y la llegada de Pablo a la casa, que ya presagia no solo temblores, sino tragedia, atrapándonos como decía, en esa fina tela de araña, bien tejida desde el guion  y mejor confeccionada desde la dirección. Una obra que cuenta con dos grandes aliados en este género teatralizado como son, la fotografía de Luis Armando Arteaga, retratando  los diferentes escenarios entre los que se encuentran: los antros, espacios al aire libre, iglesias y las casas que muestran con acierto, la diferencia de las clases sociales, el pueblo frente a la burguesía y por supuesto la música, en la partitura de Pascual Reyes, intensa, dramática y envolvente.
 
El mensaje queda claro: La violación de la intimidad, las falsas terapias de reorientación, el ver como se destroza la vida  de una persona ante los falsos valores que se inculcan en los hogares y se predican en esas falsas iglesias, manipuladas por seres retorcidos que solo buscan enriquecerse a costa de los inocentes y desfavorecidos, con falsas promesas. Impactante el momento en que durante uno de los rezos, personas adoctrinadas pasan entre los feligreses con datafonos para cobrarles, a través de sus tarjetas, su colaboración “voluntaria” al acto al que han asistido o los prejuicios de sociedades poco evolucionadas o sometidas bajo regímenes políticos además de los religiosos, en donde la libertad brilla por su ausencia. Un filme que explora lo más profundo del ser humano, dejando de lado la parte lasciva y alertando sobre la necesidad de respeto a la igualdad de género. Filme rico en matices, que irán penetrando en la mente del espectador.
 
Si bien la puesta en escena y la ambientación resulta claustrofóbica, a través de sus tres escenarios principales: La familia, La iglesia y los locales y calles que muestran la verdadera orientación sexual del personaje, provocando con ello una intensa reflexión sobre el tema, serán las magníficas interpretaciones, donde el espectador conectará y empatizará de forma positiva o negativa con los diversos personajes, según el papel que les ha tocado representar. Destaco por supuesto a Juan Pablo Olyslager encarnando a Pablo y  Diane Blathen dando vida a Isa, la esposa de Pablo. Un papel dramático en el que el orgullo herido, despertará la venganza.
 
Mi nota es: 8

ESTRENO en ESPAÑA: 4 de Septiembre
REPARTO: María Telón, Juan Pablo Olyslager, Pedro Javier Silva Lira, Diane Bathen, Rui Frati, Sabrina de la Oz y Mauricio Armas.
PRODUCTORA: arte France Cinéma// Iris Productions// La Casa de Producción// Tu Vas Voir Production.
DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Atera Films