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jueves, 8 de febrero de 2018

TRES ANUNCIOS A LAS AFUERAS: CRÍTICA DE CINE

           En tres anuncios a las afueras el director británico Martin McDonagh, traslada a la pantalla, el dolor, la soledad, la amargura de una madre... en la América profunda.

          Mildred Hayes (Frances McDormand) vive con su hijo, Robbie (Lucas Hedges), está divorciada de Charlie (John Hawkes) quien convive con una chica de 19 años, Penélope (Samara Weaving). Un día al pasar con su coche por la carretera en dirección a casa, se detiene ante tres vallas publicitarias en mal estado y sus pensamientos la llevarán hasta la empresa de alquiler, regentada por Red Welby (Caleb Landry Jones) Contratará las vallas por un año y en cada una de ellas escribirá una frase diferente, con fondo rojo: “Violada mientras moría”, ¿Y todavía no hay arrestos” y “¿Cómo es posible, jefe Willoughby?”

          Los textos son el último recurso que tiene Mildred para que la policía siga investigando la violación y muerte de su hija Ángela, siete meses atrás. Pero la reacción de las vallas, molestará a sus ciudadanos y en concreto al jefe de policía Bill Willoughby (Woody Harrelson) y al despreocupado y borracho oficial Jason Dixon (Sam Rockwell)

          Tres vallas, tres anuncios, tres cartas; sería también una forma de describir esta espléndida película y el espectador al verla, sabrá el porqué. Cuando una narración cuenta con un guion impecable, unas interpretaciones magistrales y una dirección tan elegante, que acaricia y mima cada uno de sus fotogramas; es muy difícil que el resultado no sea otro, que el de una obra maestra. Una obra maestra que va más allá de lo que aparenta y que  si el cine norteamericano ha utilizado el recurso de la américa profunda en muchos de sus filmes, es evidente que tras la llegada a La Casa Blanca del nuevo mandatario, esa América olvidada, perdida en el tiempo y casi siempre resignada por sus habitantes que deambulan entre calles, en las que nunca cambia nada. En una sociedad adormecida por vidas tan limitadas, como las figuras en un tablero de ajedrez. Una América profunda expuesta sin pudor, pero con estilo.

          Las vallas son el mejor pretexto, el macguffing que Martin utiliza con agudeza e inteligencia, para retratar esa sociedad entre elementos y personajes que hemos visto en numerosas ocasiones, pero que envueltos en sus nuevos ropajes, ahogan sus palabras con las miradas y gestos ofrecidos al espectador. Gritan ante el poder establecido, en defensa de la vulnerabilidad del ser. Denuncian entre frases afiladas, el racismo tan arraigado aún en una gran parte del pueblo norteamericano, por mucho que algunos quieran ocultar, disfrazar o lavar la cara. Los abusos sexuales silenciados y archivados en polvorientas estanterías. De ese machismo rancio, de la prepotencia, la resignación, las enfermedades, el abandono, la ignorancia… Un retrato doloroso donde Martin no busca la lágrima fácil, sino la reflexión y una modesta enseñanza. 

          Un drama en toda la expresión de la palabra, en el cual McDonagh se las ingenia hilando finamente dosis de humor, pasando del más inteligente al más soez, hasta alcanzar un nivel de comedia negra que escuece y que obliga a mirar y pensar; mirar al pasado reciente o al presente turbulento, mientras se piensa si realmente existe el deseo de progresar o conformarse en el estado en que se vive. Por una parte gozan de la dicha, de no ser conscientes del engañoso sueño que a otros les han vendido, como la panacea.

          Si en efecto estamos ante una película con una dirección impecable y un guión soberbio, el reparto raya la perfección. Ninguna actuación desentona, todas se abrigan entre sí, con sus fuertes y diversas personalidades. Esta vez no voy a citar a ningún actor o actriz, pues incurriría en un error. Todos/as, se merecen mi aplauso y admiración.


          Y para finalizar no quiero olvidarme de los aspectos técnicos. Un montaje ajustado a lo que se desea mostrar. Una puesta en escena espléndida. La fotografía de Ben Davis, habla por sí misma y por instantes, más que las palabras, mostrando espacios en los que uno se siente perdido, abandonado o abrazado, mientras Carter Burwell crea una banda sonora tan hermosa como sobrecogedora.
       Estamos ante una de las grandes apuestas cinematográficas del año, sin ninguna duda.
            Mi nota es: 9

          ESTRENO en ESPAÑA: 12 de Diciembre

          REPARTO: Frances McDormand, Woody Harrelson, Sam Rockwell, Caleb Landry Jones, Lucas Hedges, Peter Dinklage, John Hawkes, Abbie Cornish, Brendan Sexton III, Samara Weaving, Kerry Condon, Nick Searcy, Lawrence Turner, Amanda Warren, Michael Aaron Milligan, William J. Harrison, Sandy Martin, Christopher Berry, Zeljko Ivanek, Alejandro Barrios, Jason Redford, Darrel Britt-Gibson, Selah Atwood.

           PRODUCTORA: Coproducción Reino Unido-Estados Unidos/ Blueprint Pictures

          DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Twentieth Century Fox España