viernes, 14 de agosto de 2020

QUISIERA QUE ALGUIEN ME ESPERARA EN ALGÚN LUGAR: CRÍTICA DE CINE

Arnaud Viard dirige, “Quisiera que alguien me esperara en algún lugar” compartiendo guion con Emmanuel courcol, Vincent Dietschy y Thomas Lilti.
Aurora (Aurore Clément) tiene cuatro hijos: Jean-Pierre (Jean-Paul Rouve) el mayor y a quien consideran el cabeza de familia desde que murió su padre, Juliette (Alice Taglioni) está embarazada de su primer hijo y sueña con ser escritora, Mathieu (Benjamin Lavernhe) busca, desesperadamente, conquistar a Sarah Briot (Flore Bonaventura) y Margaux (Camille Rowe) la más independiente y la fotógrafa de la familia, le cuesta encontrar un trabajo bien remunerado, en su profesión. Todos han decidido reunirse en la casa familiar, para celebrar su 70 cumpleaños.
Basándose en la novela de Anna Gavalda, “Quisiera que alguien me esperara en algún lugar” nos relata la historia de estos cuatro hermanos en su cotidianidad, lo que les motiva a seguir adelante y los fantasmas que arrastran del pasado, en su día a día y con los que tienen que lidiar, sin saber muy bien cómo conseguir vencerlos, si ese es  el propósito.
El actor, guionista y director, Arnaud Viard, se graduó en la escuela de negocios y trabajó durante largas temporadas en Nueva York y Londres, en la rama publicitaria. Al regresar a París vio “El club de los poetas muertos” 1989 de Peter Weir y tal fue el impacto, que  a sus 25 años tomó la decisión de estudiar Arte Dramático en la escuela Cours Florent en parís. Comenzó como actor compaginando televisión y cine. Su primer trabajo fue en el telefilme “Une nounou pas comme les autres” 1994 de Éric Civanyan y en cine con “Ainsi soient- elle” 1995 de Patrick Alessandrin y Lisa Azuelos a la que siguieron numerosas películas y participaciones en series. Como realizador se inició en el cortometraje con obras como: “La fleur a la bouche” 1996 continuando con “Oui, d´apres Bourbon Busset 2001 y “Haiku, Rose Victoria 2002, saltando al largometraje con “Clara y yo” 2004. Tendrían que pasar 11 años para dirigir su segundo largometraje “Arnaud fait son 2e film” y este año nos llega con “Quisiera que alguien me esperara en algún lugar. También ha sido docente durante los años 2002/03 en Cours Florent y junto a  dos amigos de la infancia, crearían la productora Les 1001 Marches.
Un drama en el amplio sentido de la palabra, con los que tanto disfrutan los franceses, en el cual si bien en la primera media hora, la dirección y la presentación de los personajes, adquieren un importante dinamismo, pronto la obra se tornará pausada entre conversaciones y diálogos con cierto halo de nostalgia y voces en off que invitan  a la reflexión sobre la vida, la muerte y el amor; recordando los amores de otro tiempo, el abuso en el trabajo, los triunfos en la profesión, la esperanza frente a la enfermedad, la pérdida, los reencuentros, las frustraciones, las separaciones, los complejos, el despertar de un largo letargo e incluso quien se deja abatir, ante los acontecimientos. Cuestiones con las que el cine francés se siente cómodo e identificado, pues nos las ofrece en la gran pantalla con demasiada frecuencia y tal vez, en vez de englobarlas en una misma obra, en la cual la tragedia se ceba en cada uno de los personajes, deberían dosificar cada trama y profundizar más en ellas, liberando de esa manera a personajes de los trauma que la sociedad gala, parece poseer.
Una obra que no fluye como unidad, aunque el nexo de unión sea la familia y sus avatares, sino como pequeñas historias. Las historias y la vida de cada uno de los personajes y la fragilidad de sus almas, quizás, ante la falta de una figura paterna en la que apoyarse, aunque la madre sea el paño de lágrimas y refugio.
Esos personajes que navegan en sus mundos personales, están magníficamente encarnados por cada uno de los actores y actrices que los representan. No, en esta ocasión como en otras, no me voy a decantar por ninguno de ellos,  pues todos cumplen sobradamente las expectativas de forma excelente y tan creíbles, que viajamos junto a ellos, que percibimos sus sentimientos, sus miedos y sus deseos. Los deseos de todo aquello que no han logrado mantener y anhelan recuperar, o lo que ya  poseen y se les escapa de las manos. Un filme arropado por Clément Ducol, quien va elevando el drama con cada nota de su banda sonora, a medida que la obra avanza.
Mi nota es: 6,5
ESTRENO en ESPAÑA: 14 de Agosto
REPARTO: Jean-Paul Rouve, Alice Taglioni, Aurore Clément, Benjamin Lavernhe, Camille Rowe, Elsa Zylberstein, Sarah Adler, Christophe Paou, Elsa Damour Cazebonne, Flore Bonaventura, Yannick Choirat, Eriq Ebouaney, Gregorie Oestermann, Pierre Guénard, Manu Ralambo, Colin Russeil, Nicolas Vaude, Véronique Frumy, Bruno Le Millin, Robin Gros, Patrick Mimoun, Guilhem Lignon, Hubert Roulleau, Bellamine Abdelmalek, Elise Lissague, Antoine Mathieu, Rodolphe Pauly, Lucie Bataille, Mathieu Philibert, Arnaud Viard y Sara Ginac.
PRODUCTORA: Easy Tiger// France 2 Cinema// UGC Images// Les 1001 Marches.
DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Karma Films.

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