NUNCA
TE SUELTES está dirigida por Alexandre Aja con guion de Kevin
Coughlin y Ryan Grassby. “Me
quiere más a mí”
June (Halle Berry) es una mujer viuda que
vive en una cabaña en medio del bosque con sus dos hijos Nolan (Percy Daggs) y Samuel (Anthony B. Jenkins), en constante
alarma, angustiada y aterrorizada. La casa es el único lugar de protección para
los tres y si salen al exterior en busca de alimentos, deben ir amarrados a una
cuerda, cuidando de no soltarse jamás, si esto ocurriera, se despertaría el Mal
(Stephanie Lavigne) que se esconde
en el bosque y tiene la facultad de mutar de forma, a su antojo. En un momento
determinado Nolan se pregunta qué hay de cierto en el peligro que su madre
afirma existe en dicho bosque.
El guionista, productor
y director, Alexandre Aja, estudió
en le Lycée Montaigne y desde muy joven comenzó a trabajar en pequeños papeles
con su padre Alexandre Arcady. En la dirección debutó con el cortometraje “Over
the Rainbow” 1997 cuando contaba con 18 años y dos años más tarde llegaría su
primer largometraje, “Furia” 1999 al que han seguido “Alta tensión” 2003, “Las
colinas tienen ojos” 2006, “Reflejos (Mirrors)” 2008, “Piraña 3D” 2010,
“Cuernos” 2013, “La resurrección de Louis Drax” 2016, “Infierno bajo el agua”
2019, “Oxígeno” 2021 y este año nos ofrece “Nunca te sueltes” 2024. También ha
dirigido los cortometrajes “The Esseker File” 2009 y “Campfire Creepers: The
Skull of Sam” 2017 y colaboró en el documental “Cinémas d`Horreur: Apocalypse.
Virus. Zombies” 2011.
El filme está dividido
en tres partes: I) La cuerda es tu salvavidas, II) Cómo daré de comer a mis
hijos y III) Qué será de nosotros. Una pieza dramática con connotaciones
psicológicas y paranormales, que no quedan muy bien explicadas y es que de
nuevo, el guion o debería decir los guionistas, son los culpables de todos los
males y aquí no será por falta de tiempo e ideas, pues a falta de uno son dos
para desarrollar la historia.
La película arranca con
interés y despegándonos de la butaca. Una familia aterrada por algo maligno que se esconde en el
bosque e incluso dándonos a entender que la humanidad ha desaparecido, aunque por
otra parte, nada original, sin ir tan lejos este año hemos visto “Cuando acecha
la maldad” de Demián Rugna, “El hombre del saco (Bagman) de Colm McCarathy o
“Los vigilantes” de Ishana Shyamalan, por poner tres ejemplos muy diferentes
entre ellos pero con un mismo denominador común. Algo se esconde en el bosque,
que aterra y mata. Hemos pasado de las casas encantadas, que de vez en cuando
regresan a la gran pantalla, a los bosques y lugares apartados de la
civilización, y no estoy en contra de esos parajes, todo lo contario, pero sí
de las historias que se desarrollan en ellos y la manera en que se cuentan.
En esta ocasión no solo
es el entorno, sino la casa, pues esta se nos muestra como el eje central del
filme, podríamos decir que es el alma y el corazón que mantiene unida a la
familia y con vida, pues mientras permanezcan en su interior nada malo les
puede pasar o si deciden salir, lo hagan atados por gruesas cuerdas que parten
de un lugar determinado de la casa y que debido a su extensión, les limita ir
más allá de cierto espacio. Los que ya estamos curtidos en este género, nos
hace pensar si la longitud de la cuerda es casual o tiene una razón de ser. Esa
fue la primera pregunta que me hice pero luego, mientras esperaba a que
sucediera algo interesante o que me alterase, brotaron otras como ¿Qué fue del
padre de los chicos?, ¿Qué sucedió con la madre de June a la que cree ver en
determinadas ocasiones? Y una que me llamó la atención. ¿Por qué dice que el
Mal, puede tomar la forma que desee, la de una niña, la de un joven o incluso,
la de su propia madre?
Demasiados
interrogantes que no reciben contestación ni explicación alguna, aunque puedas
lucubrar que algo más oscuro oculta June. Toda esa falta de información provoca
que llegando a un momento determinado de la narración, el filme caiga al abismo
y se pierda cierto interés. Salvo detalles como el escuchar en incontables
ocasiones el mantra que utilizan a modo de conjuro y rezo, mientras tocan la
madera del interior del hogar, como si se tratara de algo sagrado en una pugna
entre lo profano y religioso, entre el bien y el mal; las cortas salidas en
busca de alimento o que al miedo, la superstición y la incertidumbre reinantes,
se unan las dudas de Nolan, tras reflexionar sobre lo que su madre les ha
contado desde muy niños, pues en realidad nunca han sido testigos de ningún
acontecimiento extraño. Dudas que se contagian en el espectador.
Por muy buen trabajo
que realizan Halle Berry y los dos
jóvenes Percy Daggs y Anthony B. Jenkins, dando vida a los
tres personajes principales y la cuidada fotografía de Maxime Alexandre, con un delicado uso de la iluminación, nada puede
salvar al filme de pasar sin dejar huella, como una película más del género.
Mi nota es: 6
ESTRENO EN ESPAÑA: 15
de noviembre.
REPARTO: Halle Berry, Percy Daggs IV, Anthony B.
Jenkins, Matthew Kevin Anderson, Stephanie Lavigne, Christin Park, Cadence
Compton, William Catlell, Mila Morgan y Georges Gracieuse.
PRODUCTORA: 21 Laps Entertainment// Media Capital
Technologies// Lions Gate Films// HalleHolly.
DISTRIBUIDORA EN
ESPAÑA: Vértice 360.