jueves, 26 de noviembre de 2020

SIN SEÑAS PARTICULARES: CRÍTICA DE CINE

 

La coproducción entre México y España, Sin señas particulares está dirigida por Fernanda Valadez compartiendo guion con Astrid Rondero. “Cuando el infierno abre sus puertas y el diablo campa a sus anchas por tierras mexicanas”

Dos jóvenes mexicanos, con el permiso de sus madres, abandonan el hogar con la ilusión de alcanzar una vida mejor en los Estados Unidos. Pasadas unas semanas y al comprobar que no dan señales de vida, ambas mujeres denuncian a las autoridades su desaparición, descubriendo que uno de los jóvenes murió en unos disturbios ocurridos cerca de la frontera y del otro chico, solo han encontrado la bolsa en la que llevaba sus pertenencias, deduciendo que también estará muerto en algún lugar. Magdalena (Mercedes Hernández) la madre del joven no encontrado, decide emprender un viaje con la esperanza de hallarlo, hacia el norte de México, recorriendo paisajes desolados, caminos peligrosos y preguntando a quienes se encuentra a su paso. En el camino se cruzará con Miguel (David Illescas) que regresa al hogar, tras su deportación.

La productora y directora, Fernanda Valadez, se licenció en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) de México. Ha producido los largometrajes “Plástico” 2015 de Ricardo Soto y “Los días más oscuros de nosotras” 2017 de Astrid Rondero.  Se inició en la dirección con los cortometrajes “De este mundo” 2010 y “400 maletas” 2014, con los que obtuvo diversos premios y nominaciones. Este año 2020 debuta en el largometraje con “Sin señas particulares”. Comentaros también que en 2014 fundó, junto a otros cineastas, la productora EnAguas Cine.

Fernanda Valadez entra por la puerta grande con su ópera prima en el largometraje y más, abordando un drama tan duro y emocional como el que nos presenta. Sencillo, delicado y exquisitamente filmado. Una película casi al 100% femenina, pues si bien en el reparto cuenta con algunos actores secundarios masculinos, el resto del elenco y el equipo técnico, lo forman mujeres; desde la actriz principal, Mercedes Hernández, de la que más tarde hablaré, continuando con Clarice Jensen quien se encarga de la angustiosa partitura que abraza al filme, Claudia Becerril Bulos con su fotografía realista, potente y sutil que acompaña en todo momento a la protagonista en ese viacrucis de esperanza, soledad y aflicción  y Astrid Rondero, con quien la directora comparte el correctísimo montaje y el doloroso guion. Una historia escrita desde las entrañas del alma femenina, que clama por los muertos y los hijos que perdieron; junto al coraje de esas madres que no les importa dejarlo todo y vagar por tierras hostiles, con tal de saber el paradero de sus hijos. En cada paso que Magdalena recorre, descubrimos el infierno a su alrededor, hasta ese instante que se nos revela a través de la narración de uno de los personajes, en el cual la reencarnación del mal se hará visible entre el fuego, los gritos, la sangre, las carreras y los tiros; ese ser demoniaco que abandona el inframundo, porque en esa tierra se siente más cómodo.

Una obra que nos habla de amor, de identidad, sufrimientos, sueños rotos, de violencia, incertidumbres, inmigración, represión, pobreza, muerte y resignación; entre los desaparecidos y los conflictos armados a orillas de la frontera. En medio de ese mundo, que aun continua latente en México, nos encontramos con Magdalena, en representación de todas esas mujeres sufridoras y luchadoras, la mayoría de las veces arrastrando su dolor en silencio. Un silencio que rasga las vestiduras de la piel y la carne, para dejar al descubierto el corazón que se encoge ante las situaciones que se siguen viviendo en el país y más concretamente, al filo de esa frontera, que separa ambos países. Una Magdalena que se apodera de Mercedes Hernández, quien da vida con una naturalidad y honestidad asombrosa al personaje y que nos invita a acompañarla en el mismo silencio que ella nos ofrece, viendo el mismo paisaje que ella contempla o escuchando lo que otras personas relatan. Un personaje y una actriz que se fusionan para criticar las injusticias. No puedo dejar de mencionar a David Illescas, interpretando a Miguel, el joven con el que Magdalena se encuentra en el camino y sus corazones heridos conectan. Una interpretación breve, pero intensa, como intenso resulta todo el filme que nos llevará hasta un final demoledor.

Mi nota es: 8

ESTRENO en ESPAÑA: 27 de Noviembre.

REPARTO: Mercedes Hernández, David Illescas, Juan Jesús Varela y Ana Laura Rodríguez.

PRODUCTORA: Corpulenta// FOPROCINE// Avanti Pictures// EnAguas Cine// Nephilim Producciones.

DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Wanda Visión.

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