miércoles, 13 de noviembre de 2024

NUNCA TE SUELTES: CRÍTICA DE CINE

NUNCA TE SUELTES está dirigida por Alexandre Aja con guion de Kevin Coughlin y Ryan Grassby. “Me quiere más a mí”

June (Halle Berry) es una mujer viuda que vive en una cabaña en medio del bosque con sus dos hijos Nolan (Percy Daggs) y Samuel (Anthony B. Jenkins), en constante alarma, angustiada y aterrorizada. La casa es el único lugar de protección para los tres y si salen al exterior en busca de alimentos, deben ir amarrados a una cuerda, cuidando de no soltarse jamás, si esto ocurriera, se despertaría el Mal (Stephanie Lavigne) que se esconde en el bosque y tiene la facultad de mutar de forma, a su antojo. En un momento determinado Nolan se pregunta qué hay de cierto en el peligro que su madre afirma existe en dicho bosque.

El guionista, productor y director, Alexandre Aja, estudió en le Lycée Montaigne y desde muy joven comenzó a trabajar en pequeños papeles con su padre Alexandre Arcady. En la dirección debutó con el cortometraje “Over the Rainbow” 1997 cuando contaba con 18 años y dos años más tarde llegaría su primer largometraje, “Furia” 1999 al que han seguido “Alta tensión” 2003, “Las colinas tienen ojos” 2006, “Reflejos (Mirrors)” 2008, “Piraña 3D” 2010, “Cuernos” 2013, “La resurrección de Louis Drax” 2016, “Infierno bajo el agua” 2019, “Oxígeno” 2021 y este año nos ofrece “Nunca te sueltes” 2024. También ha dirigido los cortometrajes “The Esseker File” 2009 y “Campfire Creepers: The Skull of Sam” 2017 y colaboró en el documental “Cinémas d`Horreur: Apocalypse. Virus. Zombies” 2011.

El filme está dividido en tres partes: I) La cuerda es tu salvavidas, II) Cómo daré de comer a mis hijos y III) Qué será de nosotros. Una pieza dramática con connotaciones psicológicas y paranormales, que no quedan muy bien explicadas y es que de nuevo, el guion o debería decir los guionistas, son los culpables de todos los males y aquí no será por falta de tiempo e ideas, pues a falta de uno son dos para desarrollar la historia.

La película arranca con interés y despegándonos de la butaca. Una familia  aterrada por algo maligno que se esconde en el bosque e incluso dándonos a entender que la humanidad ha desaparecido, aunque por otra parte, nada original, sin ir tan lejos este año hemos visto “Cuando acecha la maldad” de Demián Rugna, “El hombre del saco (Bagman) de Colm McCarathy o “Los vigilantes” de Ishana Shyamalan, por poner tres ejemplos muy diferentes entre ellos pero con un mismo denominador común. Algo se esconde en el bosque, que aterra y mata. Hemos pasado de las casas encantadas, que de vez en cuando regresan a la gran pantalla, a los bosques y lugares apartados de la civilización, y no estoy en contra de esos parajes, todo lo contario, pero sí de las historias que se desarrollan en ellos y la manera en que se cuentan.

En esta ocasión no solo es el entorno, sino la casa, pues esta se nos muestra como el eje central del filme, podríamos decir que es el alma y el corazón que mantiene unida a la familia y con vida, pues mientras permanezcan en su interior nada malo les puede pasar o si deciden salir, lo hagan atados por gruesas cuerdas que parten de un lugar determinado de la casa y que debido a su extensión, les limita ir más allá de cierto espacio. Los que ya estamos curtidos en este género, nos hace pensar si la longitud de la cuerda es casual o tiene una razón de ser. Esa fue la primera pregunta que me hice pero luego, mientras esperaba a que sucediera algo interesante o que me alterase, brotaron otras como ¿Qué fue del padre de los chicos?, ¿Qué sucedió con la madre de June a la que cree ver en determinadas ocasiones? Y una que me llamó la atención. ¿Por qué dice que el Mal, puede tomar la forma que desee, la de una niña, la de un joven o incluso, la de su propia madre?

Demasiados interrogantes que no reciben contestación ni explicación alguna, aunque puedas lucubrar que algo más oscuro oculta June. Toda esa falta de información provoca que llegando a un momento determinado de la narración, el filme caiga al abismo y se pierda cierto interés. Salvo detalles como el escuchar en incontables ocasiones el mantra que utilizan a modo de conjuro y rezo, mientras tocan la madera del interior del hogar, como si se tratara de algo sagrado en una pugna entre lo profano y religioso, entre el bien y el mal; las cortas salidas en busca de alimento o que al miedo, la superstición y la incertidumbre reinantes, se unan las dudas de Nolan, tras reflexionar sobre lo que su madre les ha contado desde muy niños, pues en realidad nunca han sido testigos de ningún acontecimiento extraño. Dudas que se contagian en el espectador.

Por muy buen trabajo que realizan Halle Berry y los dos jóvenes Percy Daggs y Anthony B. Jenkins, dando vida a los tres personajes principales y la cuidada fotografía de Maxime Alexandre, con un delicado uso de la iluminación, nada puede salvar al filme de pasar sin dejar huella, como una película más del género.

Mi nota es: 6

ESTRENO EN ESPAÑA: 15 de noviembre.

REPARTO: Halle Berry, Percy Daggs IV, Anthony B. Jenkins, Matthew Kevin Anderson, Stephanie Lavigne, Christin Park, Cadence Compton, William Catlell, Mila Morgan y Georges Gracieuse.

PRODUCTORA: 21 Laps Entertainment// Media Capital Technologies// Lions Gate Films// HalleHolly.

DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Vértice 360.

No hay comentarios:

Publicar un comentario