viernes, 15 de marzo de 2019

MAYA: CRÍTICA DE CINE


En coproducción entre  Francia y Alemania, Maya, cuenta con guion y dirección de Mía Hansen-Løve.
Estamos en Diciembre de 2012, las noticias informan que tras cuatro meses de cautiverio en Siria, dos periodistas franceses son liberados, Frédéric (Alex Descas) y Gabriel (Roman Kolinka) Gabriel tiene 30 años y tras los chequeos médicos e intervenir en algunas entrevistas, vuelve a su vida normal con su familia y novia, pero algo ha cambiado en él, aunque no quiera reconocerlo.
Decide viajar a Goa, su ciudad natal, un estado al oeste de la India. Se alojará en la casa donde nació y visitará a uno de sus mejores amigos, conociendo a su hija, Maya (Aarshi Banerjee). Entre ambos surge algo más que una amistad, aunque Gabriel esquivará comprometerse, continuando su viaje en busca de su madre, que aún vive en la India.
La directora francesa, Mía Hansen-Løve, cuenta con una  importante filmografía entre cortometrajes y películas como: “Todo está perdonado”, “El padre de mis hijos”, “amour de jeunesse” o "El porvenir", participando más de cien veces, en festivales internacionales. Ahora regresa con una nueva y especial historia de amor, entre un reportero francés, interpretado por Roman Kolinka, con quien trabaja por tercera vez y la joven india, Maya, Aarshi Banerjee, en su primer papel como actriz.
Un filme entre el documental y la ficción, visualmente hechizante a través del  cual la directora parece dar mayor importancia a las imágenes o determinadas situaciones, que a los diálogos o el profundizar en los personajes, que si bien perfila con acierto, nos deja con ganas de conocer más de sus personalidades y sus vidas. Una obra donde la banda sonora, toma carácter propio, viajando por las escenas con temas pop anglosajones,  música clásica o la hinduista, entre otros.   
La sensación que he percibido, a lo largo del metraje, especialmente entre la historia de amor de Gabriel y Maya, que funciona y nos la creemos mientras están juntos en escena, es que es un mero pretexto para hablarnos de lo que le inquieta, pero no desarrolla; pues cuando los dos están separados, el tiempo se ralentiza bruscamente entre largos planos que invitan a relajarnos, reflexionar sobre las dos religiones presentes: la hinduista y la católica o el vivir el contrate del  bullicio de la ciudad frente  a la paz que ofrecen los pueblos de interior.
Podríamos decir que estamos ante un films contemplativo, con una extraordinaria fotografía en la mirada de Hélène Louvar que nos muestra no solo el paisaje urbano y rural, en el que se detiene con parsimonia; sino el hacernos partícipes de los sentimientos y emociones. Toda guerra deja sus cicatrices y Mia nos las ofrece en carne viva a través de la vulnerabilidad protegida por una coraza, la que soporta Gabriel desde su vuelta del cautiverio: Las sensaciones de vacío, los miedos, la soledad, la transición entre lo vivido y la vuelta a la realidad, el ruido y las preguntas,  los sentimientos puros que se reprimen, los sueños que se desvanecen, la sombra de la guerra y la luz de un amor que se ofrece libre y se rechaza por la misma cuestión. Todo precisa de un tiempo, el tiempo de que cicatricen las heridas de la mente y del alma.
Mi nota es: 7,5
ESTRENO en ESPAÑA: 15 de Marzo.
REPARTO: Roman Kolinka, Aarshi Banerjee, Alex Descas, Pathy Aiyar, Suzan Anbeh, Judith Chemla, Johanna ter Steege, Pascal Hintablian, François Loriquet, Sandrine Dumas, Nicolas Saada y Violaine Gillibert.
PRODUCTORA: Les Films Pelléas// Razor Films.
DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Golem Distribución.

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