Los cinco diablos está dirigida por Léa Mysius compartiendo guion con Paul Guilhaume. “¿Me amabas antes de que yo existiera?”
Joanne (Adèle Exarchopoulos) trabaja como monitora de Aquagym en las instalaciones de un polideportivo cuyo nombre da título a la película. Está casada con Jimmy (Moustapha Mbengue) de profesión bombero, con quien tiene una hija, Vicky (Sally Drama). Vicky es una niña solitaria, misteriosa, que sufre bullying en la escuela y que posee un don, el de poder identificar cualquier olor. Olores que mezcla y guarda en botes con sus etiquetas correspondientes y entre ellos, conserva la esencia de su madre en tres recipientes diferentes. A la casa llega su tía, la hermana pequeña de su padre, Julia (Swala Emati), recién salida de la cárcel y Vicky, como es de esperar, reproduce su aroma. Al inhalarlo cae desmayada, trasladándose a la época en la que sus padres y Julia, eran jóvenes estudiantes. Un tiempo que guarda oscuros secretos.
La guionista y directora, Léa Mysius, estudió literatura en la Soborna de París y en 2010 ingresó en La Fémis graduándose en guion en 2014. Comenzó dirigiendo cortometrajes como “Cadavre exquis” 2013, “Les oiseaux-tonnerre” 2014 y el codirigido junto con Paul Guilhaume “L´île jaune” 2016. En 2017 debuta en el largometraje con “Ava” y este año nos ofrece “Los cinco diablos” 2022.
Los cinco diablos es un thriller de tensión que navega entre dos tiempos, el presente en el que Vicky vive con sus padres y el pasado que irá descubriendo cada vez que aspira del bote en el que guarda la esencia de su tía Julia. Un pasado de amores secretos, de envidias, celos y miedos infundidos por presencias inexplicables; en el que tanto la directora Léa Mysius como su compañero en el guion Paul Guilhaume, encargado también de la fotografía, se apoyan en los flashback para que el espectador se involucre en el presente de los personajes y los motivos que van provocando sus encuentros y desencuentros, hasta sacar a la luz las heridas del alma.
Una puesta en escena naturalista, en la cual además de los cuatro elementos que estarán presentes en determinados momentos y cierran de alguna manera el filme, el olor será el principal personaje no físico de la historia, hasta llegar a los más tangibles en medio de los árboles que componen el bosque, las montañas nevadas que rodean al valle o el agua en sus dos medios presentes y visibles entre el lago helado como vehículo de escape y la piscina confortable y protectora, guardando los recuerdos de un pasado doloroso. Espacios cuidadosamente retratados por Paul Guilhaume con un sutil uso del color y la iluminación, dependiendo del lugar y lo que él representa, así como el acompañamiento de la banda sonora en las notas de Florencia Di Concilio por instantes, desconcertantes.
De nuevo estamos ante un filme de terror poco convencional y de eso nos damos cuenta en el preciso instante en el que nos topamos con Vicky y su don. El olor la llevará a viajar a una dimensión en el espacio tiempo, mostrando y haciéndonos partícipes de lo que esconde su familia y el tabú que puede suponer el exponer abiertamente la diversidad sexual, en una pequeña comunidad de un pueblo en medio de las montañas, surgiendo, como en tantas ocasiones sucede, los miedos y recelos que la ignorancia obra en los habitantes de los pueblos alejados y profundos. Pero además Vicky mantiene una extraña relación con su madre: Guarda tres frascos con el aroma de su madre etiquetados con los números 1,2 y 3, tras realizar las mezclas que ha considerado. Es quien tiene el control del cronómetro cuando su madre se baña en el lago, no para marcar el tiempo y la velocidad, sino el de la exposición en el agua para no sufrir una hipotermia y entre otras situaciones, la frase con la que abría esta reseña “¿Me amabas antes de que yo existiera?”, nos provocarán extrañas sensaciones y desazón, hasta el final de la proyección.
Un filme intrigante, misterioso y con capas por descubrir con interpretaciones correctas entre las cuales destacan Adèle Exarchopoulos y Sally Drama, en sus papeles de madre e hija, quienes con pocas palabras pero importantes gestos y miradas, mantienen en tensión al espectador, por lo que puedan o no ocultar.
Mi nota es: 6,5
ESTRENO EN ESPAÑA: 21 de octubre.
REPARTO: Adèle Exarchopoulos, Daphne Patakia, Sally Dramé, Swala Emati, Noée Abita, Moustapha Mbengue y Patrick Bouchitey.
PRODUCTORA: Trois Brigands Productions// F For Film.
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Avalon Distribución Audiovisual.