Un océano entre
nosotros. Un nuevo biopic llevado a la gran pantalla, en
esta ocasión por James Marsh, bajo
guion de Scott Z. Burns.
Donald
Crowhurst (Colin Firth) vivía en Teignmouth, junto a su esposa Clare (Rachel Weisz) e hijos. Poseía una empresa de productos electrónicos para la navegación
marina, un negocio que estaba sufriendo serios problemas económicos.
En 1968 decide participar en
la Golden Globe Race, competición
que consistía en circunnavegar alrededor del mundo sin paradas, para ello
mandará crear su propio Trimarán y equiparlo con la tecnología que él mismo
vendía. Stanley Best (Ken Stott) le prestará el dinero que precisa, teniendo, Donald, que hipotecar el negocio y la casa familiar.
El 31 de octubre de ese mismo año partirá y…
James Marsh ofrece en la pantalla una nueva historia basada en hechos reales, con el
mar como protagonista. Un drama acaecido en la década de los 60, donde el
veterano de la Real Fuera Aérea Británica y navegante aficionado, Donald
Crowhurst, buscaba salir de la crisis económica que estaba atravesando junto a su
familia, para ello se embarcará en la Golden Globe Race.
Me
gustaría destacar, en primer lugar, la magnífica dirección artística a cargo de
Karl Probert y Justin Warburton-Brown,
quienes logran crear la atmósfera perfecta de la época, respaldados por la
fotografía de Eric Gautier. Una
fotografía cuidando la estética en la narración entre lo que sucede en tierra
firme y en lo vivido mar adentro. La paleta de color tan diferente que utiliza en uno u otro espacio, así como los encuadres,
mientras la cámara coquetea con el movimiento del mar; movimiento que por
instantes, se antoja mareante, aun sin estar subido en la embarcación. La correcta
música de Jóhann Jóhannsson presagia
el drama entre notas esperanzadoras, y el preciso montaje de Jinx Godfrey quien expone lo más importante
entre tierra y mar, obviando lo innecesario; rubrican lo más destacable de los aspectos técnicos.
Aunque
he hablado de los aspectos técnicos y visuales del filme en primer lugar, sin
duda quien destaca por encima todo, llevando el gran peso de la obra, es la
impecable interpretación de Colin Firth. Un personaje rico en matices, con una personalidad un tanto perturbadora
que va creciendo a medida que los fotogramas desfilan por la gran pantalla,
mientras que Rachel Weisz, nos
ofrece la figura de la mujer amorosa, familiar y resignada, pero con personalidad.
Un
filme narrado sin prisas pero sin pausa, con ese ritmo británico tan
característico donde una vez más, se agradece. Todo tiene un porqué, logrando con ello elevar la tensión emocional que se genera minuto a minuto, gracias en parte
al espléndido guion de Scott Z. Burns,
ofreciendo diálogos intensos y reveladores, exponiendo la personalidad de cada
personaje y los objetivos que cada uno persigue. Un filme que muestra parte de la esencia del ser humano, de lo mejor y de lo peor.
“El
hombre no decide ser extraordinario, decide lograr cosas extraordinarias”
(Alpinista Sir Edmund)
Mi nota es: 8
ESTRENO en ESPAÑA: 7 de Septiembre
REPARTO: Colin Firth, Rachel
Weisz, David Thewlis, Ken Stott, Jonathan Bailey, Adrian Schiller, Laurence
Spellman, Finn Elliot, Tim Downie, Eleonor Stagg, Oliver Maltman, Alexia
Traverse-Healy, Kit Connor, Paul A Munday, Danny Jackson y Nick Owenford.
PRODUCTORA: Blueprint
Pictures/ BBC Films.
DISTRIBUIDORA
en ESPAÑA: Vértice Cine.