Flor Saraví vuelve con su
monólogo “Los caminos de Federico” A La
Sala Cultural El Umbral de Primavera, hecho que considero muy importante para
que el público que en su día no tuvo la oportunidad de ver la obra, pueda
disfrutarla y degustarla como el gran menú poético que se ofrece en escena.
J.S.- ¿Quién es Flor Saraví o
cómo surge el amor por el teatro?
F.S.- Surge de casualidad, en
realidad yo empecé en la danza. En mi adolescencia coquetee con la idea de ser
modelo y eso me llevo a responder un anuncio del periódico donde pedían
modelos. Este sitio resultó ser un lugar muy cutre con un señor que era un
personaje bastante siniestro y que en realidad no ofrecía nada. Se dedicaba a
liar gente y armar eventos de una calidad francamente nefasta y lucraba con la
venta de entradas que pagaban los familiares de las víctimas para asistir a sus
“espectáculos”. El caso es que este señor me convenció de que yo tenía talento
para actuar y me hizo participar en uno de sus espectáculos. Gracias a él
descubrí que actuar era lo mío. Y de ahí al amor…un paso que ya tiene 30 años.
Yo soy toda esa acumulación de amor al teatro, un amor que muchas veces duele.
J.S.- Reestrenas en La sala
Cultural El Umbral de Primavera. ¿Qué ofrece esta sala, a un espectáculo como
el tuyo?
F.S.- Vivi López Doynel, la dueña
del Umbral, apuesta por una programación de calidad y coherencia. Y apoya este
trabajo y el de muchos otros artistas más allá del rendimiento económico. Yo me
siento respaldada y respetada por la sala. Y eso es muy importante para mi.
F.S.- Varios hechos y sobre todo
una persona. Mi maestro Juan Carlos Gené me transmitió su amor por Lorca y eso
ya no tuvo retorno. Luego en esos años vi a Alfredo Alcón, un actor argentino
maravilloso, haciendo Los caminos de Federico, dirigido por Lluis Pasqual y
supe que en algún momento de mi vida querría hacer ese espectáculo. Ese momento
llegó y aquí estoy, dándolo todo por y con Federico.
J.S.- “Llanto por Ignacio Sánchez
Mejías” “A las cinco de la tarde” o “Romance Sonámbulo” son tres de las piezas
que nos ofreces en dicha obra. ¿Resultó complicada la elección de las piezas
que ofreces al espectador o por el contrario, lo tenías muy claro?
F.S.- Afortunadamente no tuvimos
que hacer ninguna elección, hacemos la dramaturgia tal cual la escogieron
Alfredo y Lluis en su momento. Sólo hay un agregado de Samuel Blanco, el
director, de las dos canciones que canto en la función. Lo demás ya estaba. Es
más, en la grabación que tengo de Alfredo, él cambia una palabra de un poema,
él dice “mordiendo” y en el poema Federico escribió “comiendo” y yo dejé lo que
supongo que fue un “¿error?” de Alfredo como un homenaje a él.
Hasta ese punto es la misma obra –
Risas.
J.S.- A medida que la obra crece
en el espacio y el tiempo, así mismo el decorado se transforma sin ser apenas
apreciado por el espectador, pero sí visible ante él, mostrando nuevos mundos
por donde el poeta hace viajar al espectador a través de tu magnífica interpretación. ¿Quién tuvo la idea de recrear los diferentes escenarios?
F.S.- Las ideas surgieron del
trabajo con Samuel, no te puedo decir dónde empezó uno y dónde siguió el
otro…fuimos sumando ideas, imágenes, formas y todo eso se cerró en una
propuesta estética y asible cuando le transmitimos lo que estábamos imaginando
a Mili Paredes y Leo Tortul y ellos lo convirtieron en escenografía. El punto
de partida es el escritorio de Federico que está en la Huerta de San Vicente. Y
nuestro escritorio es una réplica de ese, adaptada por supuesto a las
necesidades del espectáculo. Samu y yo imaginamos y Leo y Mili hicieron la
magia.
J.S.- “Siempre que hablo
ante mucha gente me parece que me he equivocado de puerta. Pero… unas manos
amigas me han empujado y aquí estoy” Así comienzas el monólogo, sentada sobre
una mesa. ¿Crees que el público mayoritario debería conocer más la obra de
nuestros poetas?
F.S.- Claro que lo creo. Pero no creo que sea un problema de la gente no conocer más la poesía, sino de la educación que nos la presenta como un muermo pesado y aburrido, que hace que huyamos de ella como de la peste, es normal. Yo por diferentes circunstancias he trabajado con poesía o con teatro clásico toda mi carrera y lo que recibo del público no acostumbro, cuando finalmente hacen el tremendo esfuerzo de acercarse al teatro a ver POESÍA (¡Oh, que horror!) es: ESTUPOR:
-Pero, si lo he entendido
todo.
-Si se me ha hecho corto.
-Se puede hacer poesía de manera
diferente.
¡Y claro que se puede! Y claro que no tiene por qué ser un muermo...
Lamentablemente es muy
difícil acercar a la gente a este tipo de teatro. Y yo a veces la paso muy mal
con esto.
J.S.- ¿Qué les dirías a los amantes del teatro o a quienes lo quieran descubrir por primera vez; por qué deben de ir a ver "Los caminos de Federico?
F.S.- Yo creo que "Los caminos..." es un espectáculo necesario. Creo que tenemos que mirarnos a los ojos y buscar rasgos de humanidad en la comunicación. En mi manera de ver el mundo y el arte creo que Lorca tal y como se expresa en Los caminos, tiende un puente hacia un lugar luminoso, donde gana el amor y no los intereses por los que se rige el mundo y por los que nos estamos yendo al demonio, como sociedad.
Yo necesito mirar a los
ojos y decir estas cosas y me encantaría encontrar respuesta en otros ojos
expectantes y con necesidad de cambio.
Por eso al final salgo a
despedir a la gente, porque este espectáculo es un viaje intenso y no quiero
dejar a nadie solo con su revolución interior.
J.S.- Para ir terminando, por ahora. ¿Cómo ves al teatro en la actualidad?
F.S.- Creo que están sucediendo cosas interesantes en teatro, pero creo que se nos está ahogando administrativa y económicamente. tiene que haber leyes especiales par ala creación, no nos podemos regir por los cánones habituales porque no es una actividad usual ni va por los carriles de las profesiones clásicas. No puede ser que las entradas
paguen el IVA que pagan, no puede ser que el mínimo para ser autónomo sea de
364 euros al mes cuando a lo mejor durante varios meses facturas 100 euros de
taquilla, cómo sostienes la legalidad? Nos obligan a usar estructuras ajenas, a
ser precarios, a depender de otros, pidiendo favores o pagando comisiones de
usura. Y además esto hace imposible acceder a las ayudas porque tu no puedes
pedir ayudas si no tienes una estructura. Entonces es un círculo vicioso.
Mantenerse en esta profesión es un trabajo muy duro.
J.S.- Una de mis preguntas
clásicas. ¿Qué te hubiera gustado que te preguntara y no he hecho?
F.S.- Risas. Esa es buena, pero
en este caso me he quedado tan a gusto. No necesito más. Sólo quiero que vengan
a ver Los caminos de Federico. No me dejen sola.
J.S.- Será un placer volver a
disfrutar de Lorca, de tu espectáculo, de tu imagen y de tu voz, de la Sala El
Umbral de Primavera, de sentirse acogido y arropado por Vivi López, como si
estuvieras en casa. Pero espero y deseo, además, que sean muchos los que vivan la aventura que
les propones en ese espacio escénico.