El canto de la selva
cuenta con guion y dirección de João Salaviza y Renée Nader Messora.
Mientras los hombres, mujeres y niños duermen en el pueblo, el bosque
permanece despierto y por él se abre camino Ihjãc (Henrique Ihjac Krahô), un joven indígena Krahô. Sus pensamientos le llevan hasta la gran cascada y desde una de sus
orillas, llama a su padre, quien le contesta, pero no podrá ver, porque en realidad su
padre, ha muerto recientemente. La voz del padre le indica que es tiempo para organizar
la gran ceremonia fúnebre, para que su alma descanse en el pueblo de los
muertos.
Ihjãc está casado con Kôtô (Raene Kôtô Krahô) y ambos tienen un hijo. Durante los
preparativos del funeral, Ihjãc cae enfermo y ante el dictamen del Chaman de la
tribu, decide ir al hospital de la ciudad. Todo cambiará en su vida, desde el
momento en que posa sus pies en la ciudad.
Un filme poético, reflexivo, pero excesivamente pausado. Una historia entre
la realidad y lo sobrenatural, entre la vida y la muerte, entre las tradiciones
y costumbres de un pueblo y la vida en la urbe.
João Salaviza es actor, guionista y director de cine portugués. Hijo de cineastas, cursó
estudios en la Escuela de Cine y Teatro de Lisboa y en la Universidad del Cine
de Buenos Aires. Debutó como actor en el cortometraje “When it Thunders” de
Manuel Mozos 1999. Entre los cortometrajes que ha dirigido y escrito se encuentran “Arena” 2009 por el que consiguió
la Palma de oro en la categoría de cortometraje en Cannes 2009, “Strokkur” 2011 o “Rafa” 2012 que ganó el Oso
de Oro en dicha categoría, en el Festival Internacional de Berlín. Su ópera
prima ha sido “Montanha” en 2015 y ahora presenta junto a Renée Nader
Messora, su segundo largometraje. Renée
Nader Messora es una guionista brasileña, que ya había colaborado con João
Salaviza en dos ocasiones: “Altas Cidades de Ossadas” 2017 y “Russa” 2018, ambas
compartiendo guion.
El canto de la selva es un filme inclasificable a caballo entre el
documental y la ficción, entre el drama y lo mágico. Una película en la
cual sus actores no actúan bajo un guion establecido, sino que tras unas pautas
determinadas, ambos directores les dejaron total libertad en su manera de enfrentarse
a la narración. La película se basa, en parte, en una historia real que le sucedió a un amigo
de João, que un buen día, decidió abandonar el
mundo rural para vivir en la ciudad.
Ambos directores nos muestran, a través de la extraordinaria fotografía de
la propia Renée Nader Messora, las prácticas de los Krohô, uno de los pueblos indígenas de Brasil; donde la vida y la muerte se abrazan, entre sus raíces, el mundo rural, las leyendas, las supersticiones, los ritos a los muertos y la vida que aguarda fuera de la aldea. Todo en la película resulta creíble, gracias, en gran parte, a los actores. Los dos protagonistas son matrimonio y el niño que les acompaña,
es su propio hijo; por tanto, estamos ante un extraño y visual docudrama en el cual,
si bien la historia te va atrapando ante las aventuras y desventuras que rodean a Ihjãc o por la sensacional fotografía ya mencionada, la obra cae en la monotonía. Un metraje más comedido, hubiera sido un gran acierto.
Mi nota es: 7
ESTRENO en ESPAÑA: 9 de Agosto
REPARTO: Henrique Ihjac Krahô y Raene Kôtô Krahô
PRODUCTORA: Entrefilmes// Karo
Filmes// Material Bruto.
DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Surtsey Films.