Una
pareja cena en silencio frente a frente, imitando cada gesto que el otro hace,
sin dejar de mirarse a los ojos, como un reflejo ante el espejo. Será el marido
quien rompa el silencio dirigiéndose a su esposa: - Te odio. Ella esboza una
sonrisa.
A partir de ese instante las lenguas afiladas como puñales y ungidas por el más letal de los venenos dialecticos, les llevará a un combate de odios, rencores, celos, despechos…Y todo en la noche en que ambos celebran su 10 aniversario de casados.
A partir de ese instante las lenguas afiladas como puñales y ungidas por el más letal de los venenos dialecticos, les llevará a un combate de odios, rencores, celos, despechos…Y todo en la noche en que ambos celebran su 10 aniversario de casados.
Pero comencemos por el principio. Al
entrar en la sala del teatro, nos recibe aun lado de la puerta, una sirvienta
inmóvil y silenciosa, como si de una estatua se tratara. La atmósfera creada en
el interior nos hace presagiar que no estamos ante una obra al uso: Ligera
oscuridad, cubierta por una neblina. Cortinajes blancos. Una mesa presidiendo
el centro del escenario y preparada para dos comensales. Velas negras
encendidas en extraños candelabros y una pareja sentada, frente a frente,
cenando, mientras las ramas de los árboles estériles, se internan
caprichosamente entre las paredes y el techo del salón. La decadencia les rodea.
Si no fueran suficientes los latigazos
verbales entre ellos durante la cena, esa noche la pareja recibirá la visita de
alguien que ambos conocen bien. Una visita que provocará que las pasiones se
desaten o repriman, la crueldad no tenga límites y la frialdad paralice el
raciocinio. Los buitres atacarán sin compasión.
La enajenación se apoderará de los
personajes perdiendo el sentido del tiempo, confundiendo constantemente los
años de los recuerdos y de los encuentros. Dejará de tener sentido la decencia
y el respeto por ellos mismos. Se abandonarán al más absoluto surrealismo. La
agresividad verbal y física, será la constante entre ellos. Las mentiras y
manipulaciones, les hará perder la realidad. O es que la realidad no existe entre
aquellas paredes, sino el dolor, el más cruel masoquismo y la pérdida de la
identidad.
Carmen Mayordomo, César
Sánchez y Xabier Murúa están soberbios y creíbles en sus personajes. Actuaciones
llevadas al límite donde la expresión corporal y la entrega al ser que están dando vida les
duele, en la piel y en el alma. El cuarteto se completa con Josi
Cortés, breve y correcta en su papel de criada
Carles
Harillo Magnet, escribe y dirige con acierto una obra donde se destila el miedo al fracaso, al
fracaso por la ambición, a la ambición por el poder y el poder por el miedo. Un
círculo vicioso en el cual el más fuerte
podrá ganar la batalla o por el contrario resignarse. Nada es real, todo
está deformado. El odio, el desprecio, los engaños, la soledad, la codicia, la
enfermedad, la muerte, las miserias humanas… campan a sus anchas y donde los
buitres carroñeros esperarán la caída de la víctima a devorar, sin darse cuenta
de que las víctimas... son ellos mismos.
Mis felicitaciones a todo el equipo técnico, vestuario, escenografía y al personal del Teatro Lara.
Mis felicitaciones a todo el equipo técnico, vestuario, escenografía y al personal del Teatro Lara.
Dramaturgia y
dirección: Carles Harillo Magnet
Vestuario y Espacio
Escénico: Pier Paolo Alvaro
Diseño de Luces: Jesús Antón
Ayudante de Dirección: Zoilo Carrillo
Jefe de Producción: Gabriel Sánchez
Ayudante de
Distribución: Pinar Bernudo
Producción Ejecutiva: Manuel De
Comunicación: Josi Cortés
Comunicación
Producción: Ojos de Sapo
Lugar: TEATRO LARA
Fechas y horarios: Del
3 de abril al 29 de mayo.
Todos los Lunes a las
22:15 horas.