Vuelta a casa de mi madre, nos adentra en la comedia familiar
a través de la dirección del francés Eric
Lavaine (Barbacoa de amigos)
Stéphanie
(Alexandra Lamy) se queda en paro
tras declararse en quiebra la empresa en la que trabajaba. Sin recursos económicos decide
irse a vivir con su madre, Jacqueline (Josiane
Balasko), una mujer de carácter, liberada de cargas familiares y con la
vida organizada: Le gusta escuchar música de Francis Cabrel, jugar al Scrabble
con su amiga por teléfono, salir a pasear, hacer compras y… guardar un secreto
que desea compartir con sus tres hijos durante una comida: Stéphanie, Carole (Mathilde
Seigner) y Nicolas (Philippe
Lefebvre) Será durante los preparativos de este almuerzo y el transcurso del
mismo, cuando se desata todo.
El
personaje más entrañable, espontáneo y centro de toda la historia es sin duda Jacqueline,
donde Josiane borda a la protagonista con una sencillez y maestría que nos
recuerda a esas mujeres que tras dedicar toda su vida a sus hijos y marido,
desean experimentar una segunda juventud, donde las palabras sentencian o te hacen reír con su afilada ironía, donde los secretos se desvelan con elegancia, donde los modales siempre
están presentes y sobre todo ello, para ella, la defensa de sus hijos.
Todos
los personajes convencen y es que Eric Lavaine hila finamente una comedia con
dosis muy acertadas de humor, para que el
espectador pase de sencillas sonrisas a carcajadas. Momentos como cuando su
hija Stéphanie intenta abrir una cuenta de correo a su madre, o cuando su madre
mide al milímetro cada segundo y minuto de la cena, para llegar al instante que
ella desea.
Metraje
acertado en el tiempo de duración para un guion elaborado por el propio
Eric acompañado de Héctor Cabello Reyes, que confiere a la película dinamismo
y entretenimiento.
Recomendable
para amantes de la comedia.
Mi
nota es de un: 6,5
REPARTO: Josiane Balasko, Alexandra Lamy, Mathilde
Seigner, Alexandra Campanacci, Jérôme Commandeur, Nathan Dellemme, Pascal
Demolon, Philippe Lefebvre, Cécile Rebboah