El otro lado de la esperanza, es el nuevo trabajo de Aki
Kaurismäki (Luces al atardecer), donde la esperanza no es lo último que se
debe de perder, sino que para muchos es el salvavidas, para sobrevivir.
Un Joven sirio, Khaled (Sherwan Haji) huye de la guerra en su país. Lo ha perdido prácticamente todo, salvo a su
hermana, a la que está buscando sin descanso. Agotado decide esconderse en el
interior de un barco para descansar, quedándose dormido; al despertarse se percata de que está rumbo a Finlandia.
Es sorprendido por un trabajador
del barco, quien le ayuda y para no ser descubierto de nuevo, le oculta entre
el carbón. Khaled llega a Helsinki y
tras darse una ducha en unos baños púbicos, acude a la policía para pedir asilo
en el país. Tras el juicio, rechazan su petición y de nuevo recibirá la ayuda
de una asistente social, para no ser repatriado.
Por otro lado Wikhström (Sakari Kuosmanen) abandona a su mujer buscando un cambio de vida, tras una noche jugando al
póker y ganar una gran suma de dinero,
decide coger el traspaso de un restaurante, con unos personajes muy peculiares
(El portero, el cocinero y la camarera). Khaled y Wikhström coincidirán cuando
este último va a tirar la basura y lo encuentra entre los cubos, agazapado.
Kaurismäki crea un drama templado, “invitándonos” a vivir junto a los
personajes que ha creado en su nueva obra, entre la crueldad y el dolor de tener que
abandonar el país natal, con la incertidumbre de como serán recibido en el nuevo. Y digo invitar, porque desde el instante que nos presenta a los personajes,
los "adoptamos" como nuestros compañeros de trabajo, vecinos o amigos.
Una historia de hombres y
mujeres resignados por el destino que les ha tocado vivir, pero con el
convencimiento de no tirar nunca la toalla, pese lo que tenga que pasar,
sorteando todas las trabas que se van a encontrar en el camino, luchando por
aprender el nuevo idioma, evitando los enfrentamientos con quienes desean
provocarles o echarles de la nueva tierra, a la que han llegado en son de paz. Todo esto
convertiría a cualquier película en un dramón de salir de la sala a lágrima viva,
pero Kaurismäki está muy lejos de crear una obra así; nos presenta unos
personajes, que si bien en sus gestos, miradas y palabras, se observa todo lo
dicho, él los carga de optimismo y conformismo, arrastrándoles a situaciones
que raya en lo surrealista por momentos y con golpes de humor irónico,
que despiertan sonrisas y alguna carcajada, a la vez que te conmueve por dentro.
Cada personaje está tallado
con sumo cariño, con suma delicadeza, causando en el espectador el deseo de
saber más de ellos, de integrarte más en su mundo, de conocer más profundamente
sus vidas e intentar sumarte a su lucha.
La adversidad los ha unido y
ellos se protegerán como si fueran miembros de una misma familia, mostrándonos
esa superación en la convivencia, buscando la solución cuando surge un
problema, creando un fuerte lazo de amistad y dejando que todo fluya, sin
preocuparse más de lo necesario. Unos personajes demasiado vivos, que te duele
pensar que alrededor nuestro, muchos están viviendo de la misma manera o en situaciones peores.
Destacar, además de todo lo
dicho, la maravillosa banda sonora, que
más que nunca se convierte en personaje secundario, pues no es solo la
compañera en el desarrollo de cada escena, sino que vemos a los músicos e
intérpretes integrados en la acción de la obra, con sus instrumentos, algunos
autóctonos, tocando en la calle, en los bares, en los refugios.
Una obra inteligente, que
nos hará pensar sin ponernos entre las cuerdas. Una obra sincera, que nos despertará
sonrisas y meditar a partes iguales, una obra simplemente, necesaria.
Mi nota es un 8,5
Muy recomendable para el
público en general
ESTRENO EN ESPAÑA: 7 de Abril
REPARTO: Sherwan Haji, Sakari Kuosmanen, IIkka Koivula,
Nuppu Koivu, Janne Hyytiäinen, Simon Al-Bazoon, Tommi Korpela, Kati Outinen,
Kaija Pakarinen.
PRODUCTORA: Sputnik
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Golem Distribución.