Últimos
días en la Habana, está dirigida por Fernando
Pérez (La pared de las palabras) compartiendo guion con Abel Rodríguez. Un drama donde el
espectador será partícipe de la miseria en la que viven los protagonistas.
En el corazón de La Habana, Miguel (Patricio Wood) y Diego (Jorge Martínez) viven juntos en un
barrio marginal, donde la pobreza se respira en cada esquina. Miguel sueña con
irse a New York y cada día pregunta a sus vecinos, al regreso de su trabajo
como lavaplatos en un restaurante, si ha llegado el correo, pues espera con
ansiedad recibir el visado. Diego solo aspira a vivir o deberíamos decir, sobrevivir,
pues su existencia la pasa postrado en una cama con múltiples dolencias donde
la enfermedad del sida, le consume día a día; pero a diferencia de Miguel que
pasa prácticamente las horas en silencio, mirando un mapa y deambulando de un
lado a otro, él busca ser feliz con pequeños momentos. Con las visitas de un
chapero con novia, con quien disfruta de sus historias conversando y riendo. Con su sobrina Yusisleydi (Yailene
Sierra), que no sabe filtrar lo que debe o no decir, o en la soledad, viendo
la tele, aunque sea en contadas ocasiones. Diego y Miguel se conocen desde niños
y desde hace unos años, viven juntos en una casa destartalada, sin apena
muebles, en una especie de corralón, donde sus vecinos han creado ese lazo que forma la verdadera familia.
Una obra sobrecogedora. Un drama donde
lo que no se dice duele más que lo que se pueda sentir, donde se refleja la
cruda realidad de un país aletargado, que parece no despertar o no dejarlo
despertar, aunque algunos se empeñan en decir que sí. Una sociedad resignada a
sobrevivir como se puede, sin cuestionar o cuestionarse, o al menos no
exteriorizarlo salvo en el personaje de la sobrina de Diego, Yusisleydi, que choca frente
al resto de los personajes y que curiosamente ante lo que estamos viendo y
experimentando “chirría” al oído, por sus largas parrafadas no exentas de
verdades, por no callarse ni delante de la policia y no temer ninguna represalia. Una rebelde con causa, en
un lugar donde no hay sitio para serlo, pero a ella eso no le importa.
Una dirección cuidada por parte de
Fernando, donde sus actores exteriorizan todo lo humano, lo cercano, lo natural
y donde Raúl Pérez Ureta, con su
fotografía, nos expone sin tapujos, las miserias, la ruina, la falta de lo
esencial, en la que una sociedad como la cubana, sigue viviendo en pleno siglo
XXI.
Me quedaré para finalizar con una frase que durante el discurso, mirando directamente a la cámara, cita Yusisleydi. “A mí no me da miedo morir, lo que de verdad me da miedo es que nada cambie”
Recomendable para cinéfilos sociales.
Mi nota es 7
ESTRENO EN ESPAÑA: 7 de Abril
REPARTO: Jorge Martínez, Patricio
Wood, Gabriela Ramos, Critian Jesús, Coralita Veloz, Ana Gloria Buduen, Yailene
Sierra, Carmen Solar.
PRODUCTORA: Coproducción Cuba-España;
Besa Films; Instituto Cubano del Arte e Industrias Cinematográficos (ICAIC),
Wanda Visión S.A.
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Wanda Visión
S.A.