La
comedia, con pinceladas de drama, La
caída del imperio americano, está dirigida por el quebequés Denys Arcand.
Pierre-Paul
Daoust (Alexandre Landry) es un
joven repartidor de paquetería, aunque posee un doctorado en Filosofía. Toda
su vida gira en torno al pensamiento de los grandes
filósofos griegos. Un día mientras está realizando un reparto, se ve en medio
de un doble atraco. Dos de los ladrones mueren y otro sale corriendo y herido. Junto a él quedan dos grandes bolsas llenas de dinero,
no se lo piensa dos veces y las introduce dentro del furgón entre los paquetes.
Espera a la policía y tras la declaración se va con el furgón, aunque los dos policías: Carla McDuff (Maxim Roy) y Pete LaBauve (Louis Morissette) lo seguirán sin él
saberlo. Su aventura no ha hecho más que empezar.
En la filmografía del canadiense, Denys
Arcand, encontramos títulos como “El declive del imperio americano” 1986 o sus
secuelas “Las invasiones bárbaras”, que
se alzó, entre otros premios con el Óscar a la mejor película de habla no
inglesa 2003 y el cierre de la trilogía con “La edad de la ignorancia” 2007
donde tocaba temas como: la familia, la amistad, el amor, las infidelidades, la
sexualidad o las enfermedades, entre otros; siempre con esa dosis de drama y sátira sobre la moral de nuestra época.
En la caída del imperio americano,
continua con esa ironía entre diálogos perspicaces que nos llevan a la reflexión
sobre el sistema, que como ha comentado su autor “Todos estamos sometidos al
imperio americano, incluso en los rincones más remotos de nuestro planeta”. “Ese
imperio se está muriendo y sus convulsiones nos afectan con toda su brutalidad”.
Aquí nos presenta, de entrada, a un
joven inteligente pero poco experimentado en la vida e incluso en la
sexualidad, donde parte de sus valores se van al traste cuando ante él se
presenta la oportunidad de convertirse en millonario de la noche a la mañana, aunque ese dinero
esté manchado de sangre.
Arcand
muestra la cruda realidad que nos rodea creando un interesante triángulo entre
el filósofo y repartidor Pierre-Paul, la chica de compañía Aspasia (Maripier Morin) y el motero recién salido de la cárcel
Sylvain (Rémy Girard) y así, junto al
ingenioso y bien tramado guion entre conversaciones con muy mala leche y crítica despiadada, exponernos,
en una gran función y ficción, las dos
caras de nuestra sociedad; de un lado
aquellos que están protegidos y controlan el poder - sin generalizar -, moviéndose entre paraísos fiscales, corrupción
política, delincuencia, sobornos, blanqueo de dinero o prostitución, y del otro lado, los desamparados, los sin techo, los invisibles e incluso las ONG´s. Dos caras de
una misma moneda, que retrata con agudeza
y elegancia el fotógrafo, Van Royko, diferenciando las clases bajas frente a
las clases altas, entre sus exquisitos encuadres e iluminación.
Una
tragicomedia que entre risas, sonrisas y carcajadas, nos va abriendo los ojos a una verdad que aunque creamos conocer, en su planteamiento sin tapujos, seremos conscientes de la tela de araña que los más poderosos han tejido alrededor nuestro. Hay instantes que son simplemente magistrales y de estudio
minucioso. No, no desvelo nada. Estamos ante un
cineasta comprometido con su tiempo y con la sociedad que le rodea.
Una
reflexión sobre su país, Canadá, a través de lo que nos muestra visualmente, en medio de frases de grandes filósofos a los que cita constantemente Pierre-Paul, por
los que siente devoción y esa visión, de nuevo en la gran pantalla, sobre los
sin techo, haciendo hincapié en el abandono de los nativos, especialmente en los
Innus.
Resumiendo, un filme con
interpretaciones donde el espectador conecta desde el primer momento, sobre todo,
con el trío protagonista, aunque cada secundario cumple sobradamente con su
personaje, y un cuidado divertimento, durante algo más de dos horas, a través de una refinada y feroz dirección.
Os dejo con otra de las frases de su director.
“Hago películas
intentando, a mi manera, cumplir con una consigna secular: actuar como espejo
de la vida y el tiempo”
Mi
nota es: 8
REPARTO:
Alexandre Landry, Maripier Morin, Rémy Girard, Louis Morissette, Maxim Roy,
Pierre Curzi, Vincent Leclerc, Yan England, Claude Legault, Florence Longpré,
Paul Doucet, James Hyndman, Benoît Briére, Gaston Lepage, Geneviève Schmidt,
Mathieu Lorain-Dignard y Denis Bouchard.
PRODUCTORA:
Cinémaginaire Inc
DISTRIBUIDORA
en ESPAÑA: Wanda Visión.