Jean-François Richet dirige, El
emperador de París compartiendo guion con Eric Besnard.
Eugène-François Vidocq
(Vincent Cassel) es un legendario
ladrón, quien se ha evadido en varias ocasiones de la cárcel. Tras ser apresado
de nuevo, es encerrado en un barco-prisión, del que nadie ha escapado vivo. Tras
una revuelta, él junto a Nathanaël de Wanger (August Diehl) son arrojados al mar, encadenados y con pesos en las
piernas. Vidocq tras liberarse, ayudará a Wanger y ambos sobreviven. Wanger desea ir con él,
pero Vidocq rechaza su ofrecimiento, pues él siempre trabaja solo.
Pasan los años y
Vidocq se ha convertido en un mercader de tejidos. Conocerá a Annette (Freya Mayor), de quien se enamora, pero
el pasado vuelve cuando Vidocq es reconocido y apresado. Consigue un trato con
el jefe de policía Joseph Pouché (Fabrice
Luchini) y se encontrará con Nathanaël, el preso al que salvó la vida, años atrás. Y
hasta aquí puedo escribir.
Richet nos sitúa en la
Francia de principios del siglo XIX, en el momento en que Napoleón es coronado Emperador. Parte de los personajes que nos irá mostrando durante la narración, son reales y aunque la película se presenta como una biografía de Eugène-François
Vidocq, en realidad lo que se conoce de este hombre, en su gran mayoría, proviene de un escritor anónimo.
Jean-François Richet, director, productor y guionista, entre
otras profesiones, nació en una familia humilde, trabajando durante años en una
fábrica. Comenzó a interesarse por el séptimo arte, viendo cine ruso, sobre todo de su
realizador favorito: Sergei Eisenstein y estudiando en L´ École Supérieure de
Réalisation audiovisuelle de París. Su ópera prima la dirigió en 1995 “État des
lieux”, a la que le han seguido títulos como: “Ma 6-T va crack-er” 1997, “De
l´amour” 2001, “Asalto al distrito 13” 2005, “Una semana en Córcega” 2015 o
“Blood Father” 2016, hasta llegar a la actualidad.
El emperador de París
cabalga entre la leyenda, la historia y la ficción que Richet ha incluido, para
convertir esta historia, en una gran aventura donde reinan las traiciones, los
deseos de venganza, el poder, la lucha por la libertad, la violencia, la pobreza donde hasta
las ratas son un manjar y la riqueza de las clases altas y acomodadas. Se toma
sus licencias históricas para recrear a uno de esos héroes que todo pueblo
tiene en sus países de origen y Richet ha elegido a este ladrón, escapista de las
cárceles y que con su astucia e inteligencia, logró un gran cargo como fue el
de Director de la Seguridad Nacional. Un personaje que inspiró a Víctor Hugo
para los personajes principales de Los Miserables o a otro gran escritor como
fue Edgar Allan Poe.
Desde el primer fotograma, somos conscientes del presupuesto tan importante con el que ha contado esta película. La ambientación a través de los soberbios decorados de Emile Ghigo y el cuidadísimo vestuario de Pierre-Yves Gayraud, son muestra de ello, a lo que tenemos y debemos añadir, la extraordinaria fotografía en la mirada de Manuel Dacosse y la banda sonora en la partitura de los maestros Marco Beltrami y Marcus Trumpp.
Y una vez más dejo
para el final las interpretaciones. Creo que viendo el elenco actoral que
compone este filme, nos podemos hacer una idea.
Está claro que por encima de todos destaca la brillante actuación de Vincent Cassel, dando vida a Vidocq y a
un impecable Fabrice Luchini como Pouché. En el lado femenino Freya Mavor y
Olga Kurylenko, ambas magníficas como
Annette y La baronesa, respectivamente.
Un filme que he
disfrutado como una película de aventuras con toques históricos, sin
profundizar. Si el director quiso ir más allá, no lo sé, pero que la
película es entretenida y visualmente espectacular, también.
Mi nota es: 7,5
ESTRENO en ESPAÑA: 26 de Julio
REPARTO: Vincent Cassel, Freya
Mavor, Denis Menochet, Fabrice Luchini, Olga Kurylenko, August Diehl, Denis
Lavant, Patrick Chesnais, Jérôme Pouly,
James thiérrée, y Vladimir Ostermann.
PRODUCTORA: Mandarín Productión // Gaumont // France 2 Cinema.
DISTRUIDORA en ESPAÑA: Selecta Visión.