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viernes, 24 de febrero de 2017

ENTREVISTA A FONSI LIÉBANA: ACTOR

De nuevo llega hasta el blog un actor. Es madrileño, nacido en Carabanchel, en el barrio de Vista Alegre, en el seno de una familia hostelera. Él es FONSI LIÉBANA.
J.S.- Fonsi, mis primeras preguntas nada tienen que ver con la profesión, sino con algunos detalles de tu vida personal, que no íntima. De esa manera, los lectores pueden conocerte un poco mejor. ¿Cómo era Fonsi de niño?

F.L.- Risas – Pues recuerdo un niño muy sonriente y que hacía reír mucho a sus familiares y profesores. Desde luego, no fui un niño que pasara desapercibido, por lo inquieto y creativo que era. Todo el tiempo me estaban regañando por liar alguna trastada, o bien riéndome la gracia por cualquier ocurrencia o los disfraces que improvisaba. ¡Fui un niño feliz!

 J.S.- ¿Con qué soñabas en tu adolescencia?

F.L.- Soñaba con encontrar el amor de mi vida y ser como Antonio Banderas. Ya veía mucho cine y desde bien pequeño quería meterme dentro de las películas, ser yo el personaje...

J.S.- Familia, amistad, amor. Esta es una pregunta de esas ya habituales. ¿En qué orden se encuentran en tu vida y por qué?

F.L.- Todos ellos han tenido su momento en cuanto a preferencia, pero considero que la felicidad (momentos felices de mi vida) la he encontrado con el equilibrio de esas tres patas. Faltando una, se puede estar bien, faltando dos se pasa realmente mal. Pero cuando tienes las tres, se podría decir que eres un ser más que afortunado.
Ahora estoy viviendo un momento muy bonito en pareja. Después de 12 años de relación, este verano nos hemos casado. Y fue uno de los momentos más bonitos de mi vida!!

J.S.- Naces en una familia hostelera, como he comentado en la entradilla. Lo que no he dicho es que la familia regentaba un Restaurante – Marisquería, llamado El Langostino. ¿Qué te llevó a ser actor y no continuar con la tradición familiar?

F.L.- Mi abuelo inauguró El Langostino en el año 1969, si no recuerdo mal, y fue un auténtico éxito. Una época muy bonita, según contaban siempre en la familia. La plaza de toros de Vista Alegre funcionaba por demás, casi como Las Ventas, y allí curró “hasta el tate”. Toda la familia tuvo que echar una mano. Pero al cerrar se iban de juerga, en aquella España de Franco.
Cuando nació mi hermano pequeño, decidieron dejar el negocio y ponerlo en alquiler. El carabanchel de los años 80/90 no era un buen lugar para tener a los niños en la calle, con unos padres que trabajaban prácticamente todo el día. Así que no he tenido la oportunidad de trabajar de mayor. De existir todavía, seguro que lo estaría haciendo. Ya se sabe, si eres actor... lo más probable es que trabajes como camarero.

J.S.- Te inicias en el teatro con Alberto Morate (1998-2001) y comienzas la formación Completa de Actor en el Estudio Juan Carlos Corazza (2002-2007). Operador de Cámara de cine y televisión en el CEU (2015) y en el año 2016 Seminario de Teatro con Catalina Lladó. Aunque tocas otros palos, te inclinas hacia el teatro. ¿Existe alguna diferencia notable en la formación de un actor de teatro al de cine y televisión?

F.L.- No sabría decirte, yo puedo hablar por mi experiencia. Me formaron para el teatro, que, a mi modo de entender, es la madre de todo lo demás. Así que lo aprendido en Corazza me ha servido mucho a la hora de trabajar en cine también. No conozco a ningún actor que solo haya estudiado interpretación en cine. Y desconozco la formación de actor específica para televisión. Pero entiendo que es más fácil hacer cine, si ya has hecho teatro. Ambos lenguajes tienen  su dificultad, aunque parezca sencillo. Esa es precisamente la complejidad de nuestro trabajo: que parezca fácil.
Por un lado, el teatro es una montaña rusa de hora y media, de la que no puedes bajar, mientras todo el mundo te mira.
Por otro, en el cine no basta con estudiar un guión y ponerte delante de la cámara, hay muchos elementos que tener en cuenta. Necesitas un plus de concentración, el objetivo lo capta todo (incluso lo que piensas). Además, cuando trabajas en una película, puede que el rodaje empiece por el final, por la escena cuarta, o la página 47.
El teatro es más de verdad y el cine es más ficción. Yo me casé con el teatro pero mi gran amor siempre ha sido el cine.

J.S.- Complementas toda esta formación con seminarios entre el 2002 – 2003 de Improvisación con Francisco Olmo (Corazza) 2004 – 2007 seminario Espacio Escenográfico por Jean Guy Lecat (Corazza)  2005 – 2006 Seminario de Improvisación por Consuelo Trujillo (Corazza) El mundo de la improvisación del actor. He hablado con algunos actores sobre este tema y me gustaría saber tu opinión. ¿Qué importancia le das al conocimiento sobre la improvisación?

F.L.- Pues mucha, para mí un actor necesita improvisar como un nadador el agua. Es el medio en que nos movemos. No solo hay que tener buena memoria sensorial, buena voz, buena expresividad. Es muy necesario estar despierto para poder reaccionar ante cualquier imprevisto, e intentar utilizarlo a favor de la historia. Te voy a poner un ejemplo: supongamos que un texto se lo tengo que decir a un mismo compañero en cada función, pero -un buen día- ese compañero no sale, o sale tarde a escena ¿qué harías? Y no vale salir corriendo- Risas –  Para mí, la improvisación es lo que hace que un actor siga vivo en el escenario. También en tele es muy necesario, dados los tiempos que se manejan en los rodajes. Es peligroso, pero necesario como el comer. En una serie diaria, te vas tarde a casa y con un texto que estudiar y casi que escupir al día siguiente. Y peligroso porque tiras de lo que llaman oficio (improvisación) y la cámara lo capta todo, si no dices las cosas con verdad… te pilla. Es una chivata.

J.S.- Estudiando tu currículum me he encontrado con un seminario muy curioso que realizaste entre el 2002 – 2004. Un seminario de Kung – Fu, impartido por Muriel Mondy (Corazza). Explícanoslo, por favor.

F.L.- El kung-Fu para actores fue un descubrimiento para todos los que tuvimos la oportunidad de practicarlo, en aquella promoción. Nos enseñó a encontrar nuestro equilibrio, a saber caer en una escena de acción y a medirte en el espacio con un compañero. La escena es como un combate, pero con el texto.

J.S.- Los actores de unos años, cuidáis mucho la técnica de la voz y tú no has sido menos, has estudiado Técnica de Voz Linklater con Antonio Ocampo y Leticia Santafé (Corazza) 2003 -2007 y los seminarios de Voz, el primero con Lidia García (Corazza) 2002 – 2003 y de Canto con Silvia Sánchez (Estudios Corazza) 2006 – 2007. ¿El que un actor controle su voz le da más posibilidades de trabajar, por ejemplo en los musicales, tan de moda de un tiempo acá?

F.L.- Yo considero que sí, te abre más puertas a la hora de trabajar. Pero el canto es otra cosa. De la escuela, no sales formado como cantante y tienes que estudiar en un sitio específico. Si quieres hacer musicales, o ya cantabas de cuna o tienes que prepararte. Evidentemente tienes que tener una buena herramienta (vocal).
J.S.- Los estudios los has compatibilizado con trabajos, como sucede con muchos actores, que les ayuda a ir tomando contacto con la profesión que un día van a realizar. Tu primera incursión en el cine fue con el cortometraje “La Partida” 2002 - 2003 dirigida por Jorge Novoa y en la cual fuiste coprotagonista, hasta llegar a tus últimos trabajos en el año 2016 como: “La Cena” de Karim Shaker, seleccionado en el Festival Screamfest de L.A. (Los Ángeles); “Ella” de Javier Marco Rico, ganador del Festival Islazultura 2016; “Yerma” de Emilio Ruiz Barrachina (en postproducción); “La muerte de Ingria” de Isaac Berrocal (en postproducción); “Vinoterapia” del Instituto del Cine (postproducción); y “El Futbolín” de Juanjo Verdura (ganador de una biznaga de plata en el Festival de Málaga por “The promise”), que estás rodando actualmente. Siempre me he hecho una pregunta, ¿cómo se puede trabajar en tantas películas y no confundir el personaje?

F.L.- Ojalá fueran muchas más, Javier. No se confunden porque cada texto, localización y compañeros, suelen ser distintos. Precisamente, lo que yo siempre he admirado de los actores que idolatro es su capacidad para poder ser otras personas (personajes). Si pienso en la carrera de cualquiera de mis ídolos, por ejemplo De Niro, Dustin Hoffman, Meryl Streep… Todos han conseguido eso precisamente, teniendo el mismo cuerpo y la misma voz, interpretan personajes totalmente diferentes. Yo aspiro a eso. Si hicieran un trailer con todos mis personajes, me gustaría ver personas distintas.

J.S.- En el Teatro llevas una gran trayectoria. Por lo que nombraremos alguno de tus trabajos. Previamente, en los años 1998-2001 actuando en dos piezas amateur, dirigidas por Alberto Morate. La primera de ellas “La Paz de Aristófanes” (Madrid – Mérida) con un papel de reparto, y la segunda “Por Amor a la vida” (Madrid - Vic) con papel coprotagonista.
Profesionalmente, comienzas con la obra “Los sobrinos del capitán Grant” (2001), en el Teatro de la Zarzuela y dirigida por Paco Mir (Tricicle). Y, en 2008, entras a formar parte de la compañía Teatro Benavente, donde estás hasta 2013.
Esta una pregunta que hago a todos los actores que pisan un escenario, ¿qué se siente al tener frente a ti a un público que espera ver al personaje y no sólo al actor?

F.L.- Es una auténtica responsabilidad estar ante un público que ha pagado su entrada, e incluso si no lo han hecho. Ellos esperan pasar un buen rato y nosotros pretendemos sacarles de sus vidas durante la función, para que te acompañen durante la historia que les propones. Muchas veces lo conseguimos. Y eso solo se puede hacer si el actor deja paso al personaje, y es él quien habla.

J.S.- Y quince obras más (que sería largo de enumerar en esta entrevista) hasta llegar al presente año, donde participas en el montaje de “Galanteos en Venecia” (en el Teatro de la Zarzuela y bajo la dirección de Paco Mir), que fue Finalista en los Premios MAX 2016, y “El Sepelio” de Heidi Steinhardt, producida por Anabel Alonso. Dos ejemplos para una pregunta. Siempre se ha dicho que el teatro está en crisis, pero cuando hay en cartel una buena obra, la sala se llena. ¿Dónde está el error, puede ser que no se cuide la promoción?

F.L.- Pues has puesto dos claros ejemplos de todo lo contrario. En Galanteos en Venecia tuvimos toda la promoción necesaria, ya que la “pagábamos” todos los contribuyentes, a través del INAEM. Y ese es precisamente el motivo por el que -por otra parte y afortunadamente para nosotros- todos los trabajadores del montaje cobramos un sueldo digno. En el caso de El Sepelio, la obra se promocionó entre todos y la producción salía de nuestro bolsillo, de nuestra taquilla. Por mencionar otra diferencia, el Teatro de la Zarzuela tiene un público fijo, mientras que el Teatro del Arte -que es una sala alternativa- aún no lo tiene y así es más difícil. Pero, cada una a su nivel,  fueron un gran y un pequeño éxito.

J.S.-  Vamos a pasar por la televisión con rapidez, con dos ejemplos. Una ha sido tu participación en la cadena Cuatro, en programas como “Cuarto Milenio” y “Cuestión de Sexo”. Hay actores que se sienten muy cómodos en la pequeña pantalla y otros que -si pueden- no pasan por ella. ¿Cuál ha sido tu experiencia al respecto?

F.L.- Mi experiencia es que ojalá trabajara más en televisión. Desde aquí hago un llamamiento a todos los directores de casting españoles. FONSI LIÉBANA está po descubrí zeñore… que me los quitan de las mano!!
https://vimeo.com/fonsiliebana
Trabajar en televisión durante un tiempo, es conseguir esa ansiada estabilidad con la que soñamos todos los actores.  

J.S. Has participado en campañas publicitarias como “Gatorade”, “Santander, fútbol pasión”, “Worten”, “Pokerstars”, “Comedy Central”, “Paramount Comedy”, “Paramount Chanel”, “La Quiniela”, “Burger King”... No te voy a preguntar cómo es trabajar en un anuncio, ni si la remuneración económica es buena o no, la pregunta es una que nos hacemos todos los telespectadores. ¿No crees que debería existir una normativa más severa sobre el exceso de publicidad de algunas cadenas, donde más que ver un programa o una película, se proyectan cientos de anuncios que -en una gran mayoría- la gente no vé, cambia de canal o hace cualquier otra cosa?

F.L.- Ayer me pasó viendo una serie, cada 10/15 minutos… Zas. 6 minutos de anuncios. Y al final prefieres bajarte la serie y verla a tu antojo, seguida, y parar cuando tú quieras. Pero te digo otra cosa, necesitamos la publicidad. Vivimos de ella, las cadenas y las series beben de ella. Los actores comemos de ella también.

 J.S.- Y nos vamos a otro mundo, el absorbente mundo de Internet, donde cada vez es más frecuente encontrarse con series, algunas muy interesantes donde incluso ya hay un festival anual. Participaste en “Altera2” (www.altera2.com), dirigida por Borja Sánchez y Carmen Gil, en el 2015. ¿Cómo viviste aquel proyecto?

F.L.- Fue muy ilusionante. Era un proyecto entre amigos y nos lo pasamos muy bien haciéndola, sin ninguna pretensión. Pusimos lo mejor que teníamos y -con muy poco dinero- sacamos 5 capítulos para delante. La cabecera es una auténtica pasada del gran Santiago Liébana (mi primo y un gran profesional desde hace muchos años http://addcommunication.es/. Los actores, qué te voy a decir... ¡Son amigos! Entrad en la serie y juzgad por vosotros mismos. A mí me parecen unos grandes cómicos.
Además, he de decir que contamos con la colaboración de un gran amigo y más grande actor, Pepín Tre. Para el que no lo conozca, uno de los mejores cómicos de este país.
Y no quería dejar de hablar de otros grandes del medio, Videópatas. Unos YouTubers de éxito con los que rodé “Me tiro a tu hija”, que ya va por más de 223.000 reproducciones. Es todo un orgullo poder hacer reir a tanta gente.

J.S.-  Vamos a ir terminando con las dos últimas preguntas. ¿Cuáles son los nuevos proyectos de Fonsi Liébana?

F.L.- Actualmente estoy rodando “El Futbolín” de Juanjo Verdura, que seguro dará mucho que hablar. Y tengo la suerte de volver a compartir plano con Pepín Tre. De nuevo, un placer absoluto.
Por otra parte, compagino mi carrera de actor con la ayuda humanitaria, trabajando con ACNUR. Animaros, cambiará vuestra vida y -al mismo tiempo- vosotros la de otros en una situación más que difícil.
Y como hay que renovarse, este año voy a empezar a estudiar doblaje. Hay que seguir abriendo puertas.

J.S.- ¿Qué te hubiera gustado que te preguntara y no he hecho?

F.L.- Si tuvieras que elegir entre el éxito personal y el profesional (trabajo), ¿con qué te quedarías? ¿Dejarías tu vida en España por conseguir el éxito en otro país como México?

J.S.- Seguramente estas y otras preguntas, tendrán lugar en otra ocasión. Un abrazo.