Hoy vamos a hablar y conocer un
poco más a esta escritora de Alcalá de Henares. Una autora que ha tocado
diversos géneros dentro de la literatura como: la novela, la poesía, el relato
corto y los blog, donde también realiza sus críticas y comentarios literarios.
Ha publicado dos novelas: “Sin control” (2006) y “Títeres” (2011) En cuanto al
relato: “Grandes éxitos y pequeños fracasos” (2008) y “Visibilidad” (2009) En
torno a la poesía: “Anverso jugando con el sonido” (2008) además de sus
colaboraciones en revistas online. Hablamos, por supuesto, de Mónica Martín.
J.S. Pregunta obligada para todos los entrevistados. ¿Quién es Mónica Martín?
M.M. Mónica Martín es una mujer
que ha hecho lo imposible por conseguir un sueño: Convertirse en escritora. La
clave para conseguirlo es no dejar nunca de creer en ti misma, te digan lo que
te digan y opinen lo que opinen, porque siempre habrá personas que tengan algo
que decir al respecto por lo que conviene no machacarte ni exigirte. Lo
importante es no abandonar.
J.S. El amor ocupa un lugar muy
importante en tu vida, muchos dicen que está sobrevalorado ¿Cuál es tú opinión?
M.M. Creo que el amor es el motor de la humanidad. Me refiero no solo al amor romántico, que es maravilloso, sino también a los diversos afectos que deberían cubrir la vida de una persona equilibrada: familia, amigos, compañeros... etc. Me siento realmente feliz de estar rodeada de toda esa gente maravillosa que me quiere y a la que quiero y que me han hecho volver a creer en la humanidad.
J.S. Esta pregunta puede resultar fácil o difícil de contestar según el pensamiento de cada uno. ¿Crees que el amor homosexual tiene fecha de caducidad, como muchos declaran?
M.M. Creo que todos los “amores” tienen fecha de caducidad. Las parejas no rompen porque si, rompen cuando la relación afectivo sexual se ha deteriorado. Creo que es importante cuidar lo que una tiene si lo valora, tanto en el amor, la pareja, el sexo, la amistad y la familia. El amor no sucede por osmosis, al final es el resultado de muchas cosas que deben sumar en la vida de una, por lo tanto es importante que una aporte positividad y energía para que eso se mantenga en pie.
J.S. Con tanta polémica sobre el matrimonio entre iguales, y estando felizmente casada como se puede ver cuando estáis juntas. ¿Qué opinas sobre el tema?
M.M. Es un tema que cada vez tengo más claro, creo que siempre vamos a estar perseguidos y perseguidas. Ahora tenemos la ley de nuestra parte, puede que dentro de unos años no la tengamos y nos encierren o puede que no y vivamos toda la sociedad en armonía absoluta, para lo cuál deberíamos evolucionar a un nivel social para el que ahora mismo no estamos preparados. Por el momento prefiero disfrutar del presente, si mañana derogan la ley, para mí solo supondría que han roto un papel. Voy a seguir amando a mi mujer como hasta el día de hoy.
J.S. ¿Cómo se tomó vuestras familias la decisión de decir: Nos vamos a casar, cuando tu pareja era también una mujer?
M.M. Al principio hubo una gran sorpresa, luego todos los amigos y la familia se alegraron mucho por nosotras. Saben que juntas somos felices y quieren que seamos felices... de todas formas ya lo dije, quien no se sienta cómodo siempre tiene la opción de no asistir a la ceremonia. Aunque esta fue muy íntima, solo los indispensables y muy emotiva, lloró hasta el apuntador.
J.S.¿Qué tiempo le dedicas al
amor, a la amistad, al trabajo y a la literatura?
M.M. Tengo la sensación de que invierto mucho tiempo en el trabajo si lo comparo con lo que realmente me gusta. Siempre tengo esa sensación encima de que no tengo tiempo suficiente para disfrutar del resto de cosas que me llenan. Eso me cabrea pero no tengo otro medio de ingresos ya que, como muy bien sabes, de escribir libros no se vive, a no ser que tengas un golpe de suerte.
J.S. Entremos en materia literaria. Antes de escribir tu primera novela, como suele suceder en muchos escritores, juegas con el relato corto, y son algunos de estos relatos como “No supo caminar” (2003) donde te alzas con el segundo premio y al año siguiente “La chispa que se apaga” consigue el premio especial del jurado. ¿Son importantes los premios para un escritor?
M.M. Con el tiempo he comprendido que para mí los premios no son importantes, lo que es importante es el reconocimiento del público. Disfruto mucho más que me escriban personas de todo el mundo contándome que les parecen mis libros, relatos o incluso participando en mis publicaciones online que cualquier premio que me han dado por el momento. Obviamente para muchos escritores es importantísimo recibir premios. Yo creo que la mayoría están amañados, de hecho, en Stonewall hay un premio este año y aunque me consta firmemente su transparencia, por ética personal no voy a presentarme.
J.S. ¿Piensas que una forma de iniciarse como escritor está en el relato corto?
M.M. En mi caso fue así, surgió
como una evolución natural pero, no es tan sencillo. Cuando llevas mucho tiempo
en el relato, te resulta complicado salirte de ese rol y enfocar las historias
en un gran escenario cronografito.
J.S.¿Qué carencia ves en el relato corto frente a la novela?
M.M. Para mí es perfecto. Son
como instantáneas de situaciones, sentimientos, acontecimientos. Siempre se me
ha dado muy bien condensar en pocas palabras sensaciones o situaciones extremas.
Tal vez su gran carencia es que no puedes ofrecer una historia masticable y hay
mucha gente que disfruta leyendo este género. Hay gente que disfruta con las
tramas chicle, yo soy más de pica-pica.
J.S.En algunas ocasiones has afirmado que la poesía es en el campo que más cómoda te sientes. Yo al menos la considero muy difícil. ¿Qué te aporta la poesía en contraste con la narrativa?
M.M.Me aporta una explosión de emociones imposibles de describir. De pronto es como una gota de agua inmensa que me arrastra a un lugar desconocido de emociones inexploradas, como una lágrima espesa que cae siendo opaca al mundo que nos rodea. Es maravilloso poder contar como se ve la vida desde la poesía. La poesía nunca traiciona, es una amante fiel a tus principios literarios, porque cuando te fallan las palabras, ahí está la poesía.
J.S. ¿La poesía es para un público más culto, como algunas veces se afirma?
M.M. La poesía es para sentirla como el arte pictórico, cuando no llega a la gente que la lee es porque no es arte. Dame a Lorca y déjame de públicos cultos y elaborados que ven fantasmas.
J.S. “Sin control” es tú primera novela, que debo confesar que no he leído, por lo tanto la pregunta es muy sencilla ¿Cuál es su argumento?
M.M. “Sin control” es una novela
romántica que tiene cierto coqueteo con el género de suspense. Trata de una
historia de amor y pasión desenfrenada donde la mentira es un elemento vivo de
intercambio. Hay mucho juego de luces y sombras interiores y una grandísima
evolución en el personaje principal que termina convirtiéndose en aquello que
odia a causa de ese amor inesperado que se ha cruzado en su camino.
J.S. Sobre lo poco que he descubierto de “Sin control” la historia deja visibles dos componentes: el erótico y el Psicológico. ¿Hay que tener una mente equilibrada para asumir algunos momentos eróticos que se te puedan presentar en la vida y no caer en sus redes?
M.M. Hay que ser una persona muy
equilibrada para no desestabilizarse, incluso dentro de una relación sana
afectivamente hablando. Es difícil cuando te supera lo que sientes no
descontrolarse.
J.S. “Títeres” Esta sí la he
leído – sonrisas de ambos – Por esta novela nos conocimos y de algo que me
alegro profundamente. En aquella presentación me llamó la atención tu forma de
ser: natural, sencilla hasta en la forma de vestir. Se veía claro que buscabas
estar cómoda y hacer que los demás lo estuvieran, sin artificios. Y aunque
parezca una pregunta personal, no lo es, pues también está relacionada con la
novela y sus personajes ¿En la sociedad que vivimos, crees que la imagen y las
apariencias son importantes?
M.M. Si, creo que la imagen para esa sociedad es muy importante. Personalmente prefiero sentirme cómoda y no intentar cumplir con las expectativas de nadie. Me pone nerviosa la gente que juzga a otras personas por su apariencia física, más importante sería revisar “apariencias mentales”, tal vez, eso haría de este mundo un sitio menos cruel.
J.S. El comienzo de la novela es trepidante e incluso, tras leer las dos primeras páginas uno se vuelve a releerlas, pues no sabe a que se está enfrentando. ¿Piensas que el comienzo de una novela debe de ser impactante para enganchar al lector?
M.M. Totalmente, tienes tres
páginas de atención antes de que el lector tire el libro contra la pared o
continúe leyéndoselo. Tenemos poco tiempo para captar la atención de un lector.
Date cuenta de una cosa, vivimos en un mundo en el que en dos segundos los
medios audiovisuales captan tu atención. Vivimos a un clic, la literatura tiene
que evolucionar también. El perfil de los lectores ha cambiado. Es un hecho.
J.S. Ante la desaparición de su
padre en un vuelo, y con esto no
descubro nada de la novela, ella misma dice que no puede echarlo de menos. Que
no tiene ningún buen recuerdo que la ate a él. Por el contrario es la única que
se mantiene firme pensando que su padre puede aparecer en cualquier momento.
¿Crees que los padres aunque sean viles con los hijos, éstos nunca pueden
desligarse de sus progenitores emocionalmente?
M.M. La relaciones madre o padre
– hijo son tan fuertes que es imposible desligarse de ellas. Los llevamos
dentro aunque ni siquiera nos demos cuenta, no obstante eso no implica que sean
relaciones sanas. Uno no elige la familia en la que nace pero, si de la gente
que puede rodearse, de eso también trata este libro.
J.S. El camino que emprende la
protagonista, tras conocer la noticia de la desaparición de su padre, es un
viaje entre el descubrimiento, los fantasmas que la rodean, e incluso buscando
su propia autodestrucción, sumergiéndose en un mundo que nada tiene que ver con
el suyo ¿Crees que el poder corrompe, como se afirma en tantas ocasiones?
M.M. Creo que el dolor que puede
llegar a sentir una persona cuando la han anulado puede ser inmenso, tanto que
pierda incluso la identidad y el autoconcepto de si misma. De eso trata esa
historia, de lo que sucede cuando nos anulan y nos exigen que estemos en un
papel que no queremos o no podemos asumir.
Como dicen por ahí: Yo vivo mi
vida, la vida que quieren mis padres y la vida que los demás se imaginan que
llevo.J.S. En una ocasión, hablando de literatura y de esta novela en concreto, te decía que las escenas eróticas que describes, se asemejan más a las narradas por un gay que por una lesbiana, por la fuerza y el impacto de las mismas. ¿Qué opinión tienes al respecto?
M.M. Es cierto que no acostumbro
a trazar romanticismo en el erotismo que describo ya que creo que el sexo no
está implicado en el amor en todas las ocasiones y que debemos darnos permiso
para disfrutar de él, tanto en solitario como en compañía.
Encuentro un gran placer en
escribir literatura erótica tanto lésbica como heterosexual, espero, deseo y
quiero que la mayoría de las personas que han leído el libro se hayan excitado
sexualmente al leerlas porque ese era el objetivo.
J.S. Karina, la prostituta.
Leyendo los momentos que la protagonista pasa con ella, me hacían evocar a otra
gran prostituta, la que aparece en la película “Lo que el viento se llevó” Una
mujer de apariencia dura y de un corazón tan blando que se podría exprimir como
una esponja. ¿Piensas que la prostitución está mal entendida en nuestra
sociedad, y que debería tener un lugar más adecuado para ejercer su profesión?
M.M. La prostitución, las historias
y las personas que se encuentran detrás del escaparate de la prostitución me
despiertan un gran interés. Es el oficio más viejo del mundo y a menudo pienso
que sin él no estaríamos donde estamos. Creo que efectivamente debería tener un
lugar más digno y aportar seguridad a las personas que libremente decidan
ejercerla.
J.S. En esta novela, de la que no
quiero desvelar nada, pues debe de ser leía de principio a fin sin saber
absolutamente una palabra, está cuajada de personajes que parecen movidos por
unos hilos imaginarios de una fuerza poderosa, bailando al son de ese ser.
¿Opinas que el ser humano es una marioneta en el gran decorado que es este
planeta?
M.M. En lo referente a lo político
creo que estamos dominados por un sistema que nos trata como simples números y
votos y al cuál no le importamos lo más mínimo. En un entorno más personal en
la vida diaria, creo que cada uno es responsable de sus actos y que debe
hacerse cargo de ellos, ya que es realmente infantil y cobarde culpar a los
demás de nuestras desgracias.
J.S. ¿Qué valor le da Mónica
Martín al dinero?
M.M. Le doy el justo y necesario.
Lo necesito para vivir pero jamás discuto con una persona que quiero por
dinero, hay más cosas más importantes en esta vida que el dinero, además el
dinero, las cosas materiales, los objetos que sentimos como demasiado preciados
siendo tangibles, nos atan a una vida en la que siempre estaremos
insatisfechos.
J.S. Para ir terminando, quedando como siempre la última cuestión para final. ¿Cuáles son los nuevos proyectos en los que estás inmersa?
M.M. Estoy inmersa en un novela
erótica lésbica cien por cien en la cuál lo más importante va a ser la puesta
en escena de la palabra al servicio de la excitación sensorial. Va a tener
también una gran relevancia las ciudades por las que va a ir pasando la
protagonista, van a ser elementos vivos y además voy a incorporar personas de
carne y hueso y acontecimientos reales dentro. Como una obra de teatro dentro
del teatro. Pretendo despertar los sentidos, todos y cada uno de ellos. Ando
experimentando con esto. Me he propuesto escribir 60.000 palabras, ni una más y
ni una menos. Llevo aproximadamente un diez por ciento y me está gustando mucho
el resultado.
También estoy colaborando en
otros proyectos que irán saliendo a lo largo del año y en mi nueva columna en
Universo Gay, Tomates
verdes crudos la cuál dedicada a la creación y
experimentación literaria. Temas de actualidad y visibilidad dentro del
colectivo LGTB.
J.S. Y ahora sí llega el final.
Como es tradición, con la primera y última pregunta obligadas. ¿Qué no te he
preguntado que te gustaría hubiera hecho?
M.M. Nada, está perfecta. Muchas
gracias mosquetero.