65,
está escrita y dirigida por Scott Beck y
Bryan Wood. “65 millones de años atrás, un viajero se estrelló en la
Tierra”
El astronauta
comandante Mills (Adam Driver), está
casado con Alya (Nika King) con
quien tiene una hija, Nevine (Chloe
Coleman). Nevine está enferma y Mills acepta la misión de un viaje espacial
que le proporcionará el dinero suficiente para poder intervenir a su hija.
Durante el viaje entran en un cinturón de asteroides que les obliga a realizar
un aterrizaje de emergencia. La nave queda destrozada en dos partes, alejadas
la una de la otra. A la colisión sobreviven Mills y la joven Koa (Ariana Greenblatt), pues el resto
mueren en el estado de criogenización en el que se encontraban. Ambos deberán
emprender un viaje por un territorio inhóspito que no es otro que la Tierra 65
millones de años atrás, cuando en ella habitaban los dinosaurios y mucho caos.
Los guionistas,
productores y directores, Scott Beck y
Bryan Wood, se conocen desde la infancia, compartiendo una misma pasión, el
cine. Su primer trabajo fue de proyeccionistas a la vez que escribían guiones. En
la dirección se iniciaron con los cortometrajes “Yearbook” y “Remembering
November” en 2002, “Lost/Fund” 2003, “Univertity Heights”, “Amber” y “Shades”
en 2004, “The Bride Wore Blood” 2006 e “Impulse” 2010. Debutaron en el largometraje
con “Nightlight” 2015 para continuar con “La casa del terror (Haunt)” 2019 y
ahora “65” 2023. Para televisión han realizado capítulos de la serie “50 States
of Fright” y el cortometraje “50 States of Fright: Almost There” ambas en 2020.
En el comienzo escucharemos “65 millones de años
atrás, un viajero se estrelló en la Tierra” y es que de alguna extraña manera,
Mills viaja a un planeta habitado por dinosaurios muy voraces y al que le falta
unos cuantos millones de años para que el primer homo, llamado Homo Habilis,
nuestro querido antepasado, apareciera en él, más o menos unos, año arriba año
abajo, dos millones y medio. Vaya también por delante que no estamos ante un
nuevo parque jurásico, ni lo pretende. “65” posee su propia identidad dentro de
la ficción en un tiempo que a todos, en mayor o menor medida, nos causa interés
¿Cómo era la vida realmente en nuestro planeta, antes de que el hombre lo
pisara, lo dominara y más tarde comenzara a destruirlo? Y ¿Qué decir de los
siempre bienvenidos dinos?
Es indiscutible quienes
firman este proyecto, pues Scott Beck y Bryan Wood siguen la estela de la
historia que en su día escribieron y adquirió Paramount para ser John Krasinski
quien nos sorprendiera en la gran pantalla con “Un lugar tranquilo”. La fórmula
es muy similar, en aquella situación una familia debía sobrevivir ante una
invasión extraterrestre, en nuestra época, cuyos alienígenas atacaban ante el menor
ruido; en esta ocasión los personajes se enfrentan a un enemigo demoledor, que
cazaba ante el menor movimiento o sonido, dinosaurios en todos los tamaños y
formas.
Aquí los dos personajes
tienen una doble misión, por un lado llegar hasta la nave de salvamento y salir
pitando ante lo que se avecina y la segunda, la más importante, sobrevivir a
los dinosaurios, que por cierto, me resultan más creíbles y menos maquillados
que los que nos ofreció en su día “Parque Jurásico” del gran maestro Steven
Spielberg (Vaya por delante, que disfruto con cada una de las entregas de la
franquicia). Y por si todo esto fuera poco, los guionistas y directores se
ensañan con sus personajes con el uso del idioma y el lado emocional, sobre
este último prefiero no develaros nada para que lo descubráis vosotros mismos
pero en cuanto al idioma, en aquel “Un lugar tranquilo” entraba en
valor el lenguaje de signos ante la palabra hablada y en esta, la diferencia de
idiomas con lo que los gestos sustituyen a las palabras, aunque les escuchemos
hablar en algunas ocasiones; lo que me lleva a reflexionar sobre la importancia
que Scott y Bryan le dan a la comunicación verbal.
Una película que hace
guiños al género de ficción y para ello mencionaré las dos primeras que me
vinieron a la mente, “Enemigo mío” 1985 de Wolfgang Petersen o la más reciente
“After Earth” 2013 de M. Night Shyamalan, en referencia a la amistad o la
propia necesidad de la unidad ante la soledad, lo desconocido o la adversidad;
y si algo se agradece en esta película, es que en dicho planeta no nos topemos
con habitantes humanos o humanoides entre tanto caos cósmico, salvo nuestros
viajeros, que se enfrentarán a un planeta rodeado de géiseres, arenas
movedizas, temblores de tierra, cielos plomizos y un largo etc., nada que no
nos podamos encontrar en un planeta inestable y constantemente atacado por
meteoritos de todos los tamaños. Así que el camino no será fácil y a ese viaje,
estamos invitados.
En resumen “65” es una
película modesta y disfrutable, con dosis de emoción y tensión, contando con
dos interpretaciones creíbles hasta el punto que el espectador no precisa de
más personajes pululando a su alrededor, una puesta en escena apocalíptica y
una dirección contenida, cuidando los detalles y algo que se agradece, un
correctísimo metraje, pues no hay que dilatar en el tiempo lo que no es
necesario.
Mi nota es: 7
ESTRENO EN ESPAÑA: 24
de marzo
REPARTO: Adam Driver,
Ariana Greenblatt, Chloe Coleman y Nika Williams.
PRODUCTORA: Beck Woods// Raimi Produtions// Sony
Pictures Entertainment.
DISTRIBUIDORA EN
ESPAÑA: Sony Pictures Releasing de España.