Saint Omer, el pueblo contra Laurence Coly, está dirigida por Alice Diop compartiendo guion con Marie NDiaye y Amrita David. “Miembros del jurado, esta es la historia de una mujer fantasma”
Laurence Coly (Guslagie Malanga) camina por la arena de la playa en medio de la noche, internándose en el mar con su hija Elisa de 15 meses en brazos, mientras la marea sube. Rama (Kayije Kagame) es una joven novelista, casada con Adrien (Thomas De Pourquery) y embarazada de 4 meses. Rama asiste al juicio contra Laurence Coly en el Tribunal Penal de Saint-Omer, pues ha sido acusada de haber ahogado a su hija en el mar. La asistencia de Rama a dicho juicio está justificada y relacionada con su nuevo proyecto, pues pretende escribir una versión moderna del mito de Medea, pero las cosas no salen como ella espera.
La guionista y directora, Alice Diop, estudió historia en la universidad, obteniendo una maestría y el doctorado en sociología visual en Évry, también se especializó en cine documental en La Femis de París. Ha escrito y dirigido varios documentales: “La gira del mundo” y “Clichy pour l`exemple” 2005, “Les sénegalaises et la Sénegauloise”2007, “La muerte de Danton” 2011, “La permanencia” y “Vers la tendresse” en 2016, “Nosotros” 2020 y el pasado año debutó en el largometraje de ficción con “San Omer, el pueblo contra Laurence Coly”. También ha dirigido el cortometraje documental “RER B” 2017 y participó en la serie para televisión “H24, 24h de la vie d´une femme” 2021.
De nuevo la sala de un tribunal sirve de escenario para narrarnos una historia inspirada, que no es lo mismo que basada, en hechos reales. El infanticidio cometido por una madre contra su hija de 15 meses. Antes de comenzar el juicio en sí, se nos muestra el ritual de la formación del jurado popular, extrayendo bolas de un recipiente y siendo la persona seleccionada, rechazada o aceptada por parte de la abogada o del fiscal. La mirada del fiscal, en un momento determinado, directamente a la pantalla, sin pronunciar palabra, nos sugiere que los espectadores pasamos a formar parte de ese jurado y no será la única vez que se nos recuerde, que debemos permanecer atentos, pues a lo largo de la narración, la directora nos adentrará en ese proceso entre los interrogatorios a Laurence y las declaraciones de los personajes clave, hasta crear la duda en el espectador sobre lo que realmente sucedió, pues las contradicciones de la acusada son numerosas e incluso en el alegato final de la abogada.
Diop formula muchas preguntas, quizás demasiadas para condensarlas en un largometraje, tal vez lo ideal, hubiera sido llevar esta historia a una serie; pero como decía, realiza demasiadas preguntas, entre ellas la que la abogada hace a Laurence ¿Sabe por qué mató a su hija? A lo que la acusada responde “No lo sé. Espero que este juicio me dé la respuesta.” Y la respuesta parece que no llega, al menos, para quien os está escribiendo y no solo no responderá a esa pregunta, sino que se cuestiona otros tantos temas, como los que afectan a Rama, un personaje rico en matices y que no desarrolla como debería, volviendo a dejar que el espectador se haga cargo de las lagunas que presenta el guion.
Si bien la narración evoca el mito de la tragedia de Medea, no entendí el motivo de incluir la escena del infanticidio que nos presentó en el año 1969 Pier Paolo Pasolini en su versión de “Medea”, pues desde el primer minuto somos conscientes que estamos ante dicha aberración, o las imágenes de la humillación sufrida por las mujeres francesas, durante la Liberación en el transcurso de la II Guerra Mundial, rapándoles la cabeza, pues como espectador y jurado, reconozco que estoy ante una narración cien por cien feminista. Desde mi modesto punto de vista, ahoga su propia obra, como la protagonista a su hija, incorporando demasiados elementos como: la culpa, la negación, los miedos, los rechazos, los vínculos entre la madre y el ser que se gesta en el vientre, el engaño, las supersticiones e incluso el racismo, por poner algunos ejemplos.
Un filme rico en matices y capas por descubrir, al que desgraciadamente, no deja respirar y que tras finalizar el juicio, no sé molesta en desvelar el veredicto, aunque tampoco sea tan necesario, pero de nuevo será el espectador, quien deba separar el grano de la paja, tras escuchar el último alegato de la abogada defensora, que estoy seguro, sembrará toda clase de debates con posturas encontradas. Posiblemente ese sea el objetivo de la directora, pero que sinceramente no sé si favorece o entorpece a la película. Con esta última reflexión, le invito a que sea usted miembro de ese jurado y saque su propia conclusión.
Mi nota es: 6,5
ESTRENO: 3 de mazo
REPARTO: Kayije Kagame, Guslagie Malanga, Valérie Dréville, Aurélia Petit, Xavier Maly, Robert Cantarella, Salimata Kamate, Thomas De Pourquery, Ege Güner, Atillahan Karagedik, Fatih Sahin, Salih Sigirci y Lionel Top.
PRODUCTORA: Srab films
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Surtsey Films.