Sobresaliente
interpretación de Christian Bale en,
El vicio del poder, bajo la
impecable dirección de Adam McKay.
Una magnífica tragicomedia tratando un tema serio y polémico.
El
vicio del poder nos cuenta la historia del carismático, político y empresario, Dick
Cheney (Christian Bale), quien
comenzó su carrera como político en 1969 formando parte del gobierno de Nixon, ocupando diversos cargos; pasando más tarde a desempeñar otros puestos bajo
las presidencias de Gerald Ford o George H. W. Bush. Con este último presidente fue Secretario de defensa desde
1989 a 1993, abandonando la política para pasar a ser presidente
ejecutivo de Halliburton Company. Pero la política volvió a llamar a su puerta en
2000, cuando George W. Bush le pidió trabajar con él. Dick aceptó al presentir
las debilidades del nuevo presidente y Bush aceptar ciertas licencias que hasta
la fecha no había tenido ningún vicepresidente. Sería el vicepresidente con más
poder en la historia de los Estados Unidos, desde 2001 al 2009.
Adam
McKay no se conforma con relatarnos en sus 132 minutos una visión discutible de este político norteamericano. Mete toda la carne en el asador y los dedos en los ojos, a través de su magnífico guion, atreviéndose a desenmarañar los secretos y manipulaciones de la política norteamericana, sin ningún pudor, sin ruborizarse y despertando sonrisas y carcajadas por la forma en que ridiculiza a los políticos, entre ellos al ex
presidente George W. Bush, al que nos lo presenta como una marioneta manejada
por un vicepresidente, que tras descubrir sus debilidades, se arriesgó a llevar a cabo
el mejor papel de su vida; o la magnífica escena en la cual varios políticos
sentados alrededor de una mesa, escuchan a un “camarero” recomendarles los
mejores “platos de la carta”, por supuesto, una carta muy política. Una obra
cargada de ironía entre claros simbolismos y metáforas, como las imágenes pescando; para un
país donde cada día somos testigos de su doble o triple cara. Adam logra navegar con
viento a favor, entre el drama y la comedia, siendo esta última la predominante,
incluso en las situaciones más dramáticas, incluyendo los ataques al corazón de Dick.
Es todo tan tremendamente “surrealista” dentro de la realidad, que prefieres
esbozar una sonrisa, que maldecir.
Christian
Bale, es la gran baza con la que cuenta Adam McKay. Acertadísima la elección de dicho actor, transformándose no sólo físicamente, sino que logra filtrarse a través de la piel del vicepresidente, hasta creer que estamos ante él. Me resultó muy interesante la visión que se ofrece
de la doble imagen de Cheney. Por un lado el cínico, sin escrúpulos e
implacable hombre de negocios y político, quien trabajó con multinacionales
militares y del petróleo como Halliburton Company o Lockheed Martín, lucrándose
miserablemente durante la invasión a Irak. Y por otra parte, el amoroso marido y padre,
donde su hogar y su familia son su
templo, en el cual sus acciones nunca deberán afectar a ninguno de los
suyos e incluso la homosexualidad de su hija, pueda servir para dañarla. Dicen que tras
un gran hombre, siempre hay una gran mujer y sin duda en el caso de Cheney así
fue, pues su mujer Lynne (Amy Adams),
incluso cuando eran novios, se lo dejó muy claro. Le había elegido a él como el
compañero de su vida, pero en ningún instante permitiría que fuera un borracho
y un camorrista, como lo estaba siendo en aquella etapa de juventud; bastante había sufrido con su padre viendo como maltrataba a su madre. Lynne guiaba cada paso que debía seguir su
marido, aunque él llevara dentro el vicio por el poder.
Pero
en la obra no solo destacan Christian Bale y Amy Adams, pues solo hay que leer
el reparto para darnos cuenta las grandes figuras de la interpretación que
intervienen, consiguiendo empatizar cada actor con su personaje, para el absoluto
disfrute de los espectadores.
La
obra cuenta con una cuidada dirección artística a cargo de Brad Ricker y Dean Wolcott
y un espléndido vestuario de Susan
Matheson, reflejando las diversas décadas.
Acertadísima la fotografía de Greig Fraser, la cual coquetea con la
parte documental que McKay, ha querido conferir al filme con esa voz en off de
un personaje que nos acompañará hasta el final y que sorprenderá saber quién es.
No podemos olvidarnos de las notas que rodearán a todo el filme, en la
partitura de Nicholas Britell, del
extraordinario montaje de Hank Corwin,
cubriendo el periodo de finales de los 60 hasta la actualidad, o el impresionante equipo de maquillaje y peluquería.
Comentar
para finalizar, que la escena final de Bale, mirando a la cámara, hablando
directamente al espectador y soltando su último discurso, cierra la película,
con broche de oro.
Mi
nota es: 9
ESTRENO
en ESPAÑA: 11 de Enero
REPARTO: Christian Bale, Amy
Adams, Steve Carell, Sam Rockwell, Bill Pullman, Stefania Owen, Jillian
Armenante, Brandon Sklenar, Brandon Firla, Abigail Marlowe, Liz Burnette, Matt
Nolan, Brian Poth, Joey Brooks, Joe Sabatino, Alison Pill, Tyler Perry, Shea
Whigham, Cailee Spaeny, Fay Masterson, Don McManus, Adam Bartley, Lisa Gay
Hamilton, Jeff Bosley, Scott Christopher, Mark Bramhall, Stephane Nicoli y Kirk
Bovill.
PRODUCTORA: Gary Sanchez
Productions// Plan B Entertainment// Annapurna Pictures.
DISTRIBUIDORA
en ESPAÑA: Entertainment One Films Spain.