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lunes, 15 de febrero de 2021

NARCISO Y GOLDMUNDO: CRÍTICA DE CINE

Narciso y Goldmundo, está dirigida por Stefan Ruzowitzky compartiendo guion, adaptando la novela  de Hermann Hesse,  con Robert Gold. “Sin madre no se puede amar. Sin madre no se puede morir”

Nos encontramos en el monasterio de Mariabronn, en plena Edad Media, donde un joven novicio, Narciso (Oskar von Schönfels), comenta al abad que desea dedicar su vida a Dios. Ambos son interrumpidos por un monje que reclama la presencia del abad, ante la llegada de un hombre acaudalado que exige que su hijo Goldmundo (Jeremy Miliker), sea acogido en el monasterio a cambio de una importante suma de dinero y de esa forma, pueda expiar los pecados de su madre. Narciso será el encargado de mostrar el convento al joven, mientras le instruye sobre las normas que rigen el lugar, entre rezos, meditación y otras actividades. Pasados 7 años. Narciso (Sabin Tambrea) y Goldmundo (Jannis Niewöhner) se han convertido en grandes amigos.

El director, Stefan Ruzowitzky, estudió drama e historia en la Universidad de Viena y tras dichos estudios, trabajó dirigiendo videoclips musicales y publicidad. Su primer largometraje llegó en 1996 con “Tempo”, continuando con “Los herederos” 1998 (Espiga de plata en la Semana Internacional de Cine de Valladolid, entre otros premios), “Anatomía” en 2000, “All the Queen´s Men” 2001, “Anatomía 2” 2003, “Los falsificadores” 2007 (Òscar 2008 a mejor película de habla no inglesa), “Kika Superbruja y el libro de hechizos” 2009, “La huída” 2012, el documental “Radical Evil” 2013, “Cold Hell (Die Hölle) 2017, “Paciente cero” 2018 y este año llega a nuestro país con “Narciso y Goldmundo”. También ha trabajado en las series “Monte video” 1994 y la miniserie “8 Days” 2019.

El filme pasa por las distintas etapas de la vida de los dos protagonistas, espléndidamente interpretados por Oskar von Schönfels y Jeremy Miliker, encarnando a Narciso y Goldmundo respectivamente, ofreciéndonos dos formas de ver la vida muy diferentes: La de Narciso dedicando su vida a Dios y al monasterio en el cual ingresó siendo muy joven y la de Goldmundo, un espíritu más libre y salvaje, que saldrá al mundo en busca de su madre y del amor. La vida vista desde las paredes de un monasterio y la austeridad que representa ser monje, frente a la vida mundana que se abre ante Goldmundo para disfrutar y experimentar esa libertad de la que goza.  Mientras Narciso se flagela para expulsar el mal de su cuerpo y mente, Goldmundo, goza de los placeres carnales, gracias a su belleza, inteligencia y picardía. 

Aunque existen muchas lecturas en esta magnífica obra, con una excelente dirección y con un guion muy bien estructurado, destacan la amistad, el amor y la figura de la mujer. El poder de la amistad, que se añora cuando se está lejos y se disfruta de su presencia, en la cercanía. Una amistad verdadera que perdurará en los dos protagonistas. Una amistad que se viste de amor ante las emociones, sentimientos e impulso de protección. Un amor fraternal que más tarde, con el despertar de la juventud, se abrirá a nuevos horizontes. La figura de la mujer en la Edad Media, vista desde lados opuestos: En aquellos que viven encerrados en los monasterios, considerándolas obra del pecado y  creadas por Dios para tentar al hombre. Los hombres del medievo que en su pensamiento consideraban que la mujer debía estar sometida a su voluntad y en contraposición, las mujeres “rebeldes” para su tiempo, que rompían las cadenas de la opresión y así poder disfrutar de la libertad de su ser, aprendiendo oficios y abriéndose camino en la vida, aunque fuera a escondidas. Un magnífico retrato de la mujer en una época oscura de la historia y de la cual no solo sale fortalecida, sino renacida. Stefan Ruzowitzky y Robert Gold, han cuidado con esmero cada detalle. 

“Narciso y Goldmundo” rebosa humanidad mientras nos muestra el sufrimiento, la enfermedad, los triunfos, el amor, la embriaguez, el miedo a la muerte, el despotismo, la amistad, la soberbia, la oscuridad, la ignorancia, el machismo, la belleza o el éxtasis. Abrazada por una magnífica ambientación medieval que nos sumerge entre las paredes de los monasterios, de las casas, de los talleres de escritura y pintura, de calles embarradas, de la inmundicia y pestilencia, de la picaresca y lo que suponía vivir o sobrevivir en aquellos tiempos inciertos. Donde escucharemos las lecturas en latín de las Santas Escrituras y los cantos de los monjes, en contraste con la vida bulliciosa de las ciudades. La sexualidad más lasciva envuelta en alucinógenos que nos recuerdan pasajes de Sodoma y Gomorra, ante el romanticismo más puro, cuando afloraba el amor. Un filme con un corte marcadamente clásico, en el cual  a través de los diferentes flashback, cuando Goldmundo regresa junto a su amigo Narciso, pasados los años, conoceremos todas sus aventuras y desventuras narradas por él, entre el dolor y la felicidad. En esta ocasión me  voy a quedar con una de las muchas escenas importantes que tiene este filme. “Goldmundo se encuentra de nuevo con Julia, convertida en artista. En un momento determinado le dice que tal vez nunca halle a su madre, pues quizás su madre se encuentra en todas las mujeres que ha conocido, desde la coqueta Lidia, la perfecta ama de casa que era Isabel, la amada Lena…Todas aquellas que ha conocido y amado a lo largo de su viaje”. Posiblemente sea una de las más bellas formas de describir a una mujer, la más importante de nuestra existencia, la que nos dio la vida, pues en una madre  pueden hallarse todas las mujeres y ninguna a la vez. 

Terminando y aunque ya lo he comentado, la obra posee una magnífica ambientación, la cual se ve apoyada y reforzada por el espléndido vestuario de Nicole Fischnaller, la dramática banda sonora de Henning Fuchs, la extraordinaria fotografía de Benedict Neuenfels, quien a través de su experta mirada, retrata con exactitud cada estación del año, paisajes, ciudades, interiores y exteriores, en un perfecto equilibrio entre las diferentes tonalidades de color e iluminación y por supuesto, la elegante y pulcra dirección de  Stefan Ruzowitzky.

Mi nota es: 8,5

ESTRENO en ESPAÑA: 15 de Febrero

REPARTO: Lukás Bech, Henriette Confurius, Roxane Duran, Georg Friedrich, Michael Glantschnig, Matthias Habich, Andre Hennicke, Elisabeth Kanettis, Roman Johannes Kornfeld, Johannes Krisch y Sunnyi Melles.

PRODUCTORA: Tempest Film// Mythos Film// Deutsche Columbia Pictures Film Production// Lotus Film// FilmVergnuegen.

DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Vértigo Films.