El Mundo de Ayer, está dirigida y escrita por Diastème, adaptando la novela de Stefan Zweig.
Isabelle de Raincy (Léa Drucker), presidenta de Francia, se encuentra sumida en sus pensamientos, mirando a través de una de las ventanas de su despacho, cuando es interrumpida por la visita de su primer ministro Didier Jansen (Benjamin Biolay), buscando la mejor solución a su salida de la política y el paso a su sucesor designado. Isabelle, a través del secretario general Franck L´Herbier (Denis Podalydès), recibe la noticia de que a dicho candidato le está a punto de estallar un gran escándalo de corrupción, lo que daría una gran victoria a la extrema derecha. Cuentan con tan solo tres días, para que ese pronóstico no se cumpla.
El miedo de que la extrema derecha cobre un mayor protagonismo en Europa del que ya tiene, está latente en la sociedad y en la nuestra muy presente tras las últimas elecciones en Castilla y León, donde gobiernan junto al PP. Y haciendo un recorrido por algunos países europeos nos encontramos que Polonia cuenta con dos partidos (Ley y Justicia (PiS) y Polonia Solidaria (SP)), en Hungría está el Fidesz-MPSz y el KDNP que llevan gobernando 12 años o Italia en el cual nos encontramos con La Liga Norte y el Movimiento 5 Estrellas. Otros países europeos han creado el cordón sanitario (Alemania), han roto la coalición por escándalos de corrupción en el partido de ultraderecha (Austria) o los que han desaparecido del gobierno (Finlandia) y dejaremos aquí el recorrido. Se especula sobre los motivos del ascenso de estos partidos de extrema derecha y uno de ellos es el cansancio que soporta el electorado con los partidos que siempre han gobernado y que no solo no terminan de solucionar los problemas del pueblo, sino que en mayor o menor medida, dentro de sus organizaciones, estallan todo tipo de escándalos, a los que asisten con estupefacción los ciudadanos. ¿Es la solución un cambio tan radical? Cada uno que piense como quiera y que vote lo que desee, pero luego que nadie se queje o eche balones fuera culpando a otros. No, seamos consecuentes con lo que votamos y lo que supone nuestro voto.
El guionista y director, Diastème, a la edad de 20 años se convirtió en periodista y trabajó como crítico de cine en Première y como periodista para 7 à Paris, L`Autre Journal o 20 ans. Pasados unos años se dedicó a la carrera artística en literatura, cine y teatro. Escribe diversas novelas y dirige algunas obras teatrales. En cine, además de escribir más de una docena de títulos, se inició en la dirección con el cortometraje “Même pas mal” 2000 para debutar con el largometraje “Le bruit des gens autor” 2008, al que han seguido “Sangre francesa” 2015, “Juillet août” 2016 y “El mundo de ayer” 2022.
Adaptando la novela de Stefan Zweig, Diastème nos ofrece un filme duro, reflexivo y yo diría que con cierta dosis de terror psicológico. Rodado en interiores, el filme se presenta como una obra teatralizada por la que van desfilando los diferentes actores que interpretarán a políticos ficcionados, aunque nos puedan traer cierto recuerdo a algunos de la vida real. Un filme, como me gusta denominarle, de pasillos y despachos, a través del cual los diferentes personajes nos desvelarán las estrategias, las maniobras políticas y cuanto conlleva el poder. Ese sillón que parece transformar a quien se sienta en él y que tan a la desesperada buscan alcanzar todos en un momento determinado de sus carreras, bien con los votos obtenidos, los pactos o ante la debilidad del contrincante. El problema está en que en muchas ocasiones, ese poder no lo usarán para trabajar por y con el pueblo, que es quien les paga y a quienes se deben. Una visión decepcionante de la política que no difiere mucho de lo que está ocurriendo en Francia en la actualidad y cuya sombra, amenaza a otros países.
El filme cuenta con un escrupuloso guion con diálogos inteligentes llevados a cabo por ese grupo de actores que al entrar en el cuadro de la escena, entre las sombras y las luces, la impasibilidad y el nerviosismo, los secretos y los golpes de efecto de última hora a la desesperada, pues el tiempo apremia, reproducen este drama que se cierne sobre ellos y el propio país. Actores magníficamente interpretados y encabezados por una excepcional Léa Drucker como la presidenta de Francia. Un filme angustioso que te mantiene pegado a la butaca hasta el final de la proyección. Cuenta con una interesante fotografía de Philippe Guilbert y una dramática banda sonora de Valentine Duteil.
Mi nota es: 7
ESTRENO EN ESPAÑA: 29
de abril.
REPARTO: Léa Drucker,
Denis Podalydès, Alban Lenoir, Benjamin Biolay y Emma de Caunes.
PRODUTORA: Fin Août
Productions
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Adso Films.