Hasta
siempre, hijo mío, está dirigida por Wang Xiaoshuai, compartiendo guion con Mei Ah.
Liu Yaojun (Wang Jing-chun) y Wang Liyun (Yong Mei) están casados y tienen un hijo pequeño, Xingxing, que muere en extrañas circunstancias cuando estaba bañándose en el estanque, junto a su amigo Xaoxao. Pasado un tiempo, veremos que la pareja está educando a otro hijo ya adolescente, con el mismo nombre que el del fallecido. Descubriremos entre flashback que el niño es adoptado y que aceptó desde pequeño no solo llevar el nombre del otro niño, sino que sus nuevos padres, lo trataran como si fuera el de su propia sangre. En el presente, Xingxing, ya adolescente, resulta ser un niño rebelde y busca la manera de irse de casa con un grupo de amigos.
“Hasta siempre, hijo
mío” es un filme que respira tristeza desde el primer plano. Una película
narrada en constantes flashbacks, que por momentos pueden confundir al
espectador si no está muy atento a la narración. Una historia que sirve a Wang Xiaoshuai, para sumergirnos
en los cambios sociales, políticos y económicos de China, desde finales de los
70 hasta la actualidad.
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Xiaoshuai, en “Hasta
siempre, hijo mío” aborda temas como la familia, el precario y duro trabajo en
las fábricas o la falta del mismo, la crisis, la adolescencia, la muerte y la
vida abriéndose camino. Destaca con sutileza y firmeza, el choque emocional y social, que a modo de castigo sufrió la sociedad china, ante quienes
osaban tener más de un hijo entre los años 1979 y octubre de 2015. Sumerge al espectador en los conflictos internos de
los personajes, las emociones encontradas, entre separaciones, status sociales, miedos, y reencuentros; viajando con la pareja protagonista, desde esa
revolución a finales de los 70 y comienzo de los 80, hasta llegar
al sistema político en el que vive en la actualidad, China.
Wang Xiaoshuai, se apoya en la delicada y expresiva fotografía de Kim Hyun- seok para potenciar aún más la historia, la denuncia y el pesar que experimentan sus personajes, a través de una narración extremadamente lenta.
Sin
la menor duda, quienes soportan todo el peso del filme y logran mantener la
atención, son sus personajes. Las interpretaciones de todos en general, pero
más concretamente de la pareja formada por: Wang
Jing-Chun, en un extraordinario ejercicio de contención emocional y
sensitivo. Es la figura racional incluso
ante lo ilógico, manteniendo el temple, sin hacer juicios de valores, más
allá de los que se puede permitir y sopesando cada situación, cuando esta se
presenta; y como su partner, Yong Mei, en un personaje que carga en
silencio con la gran mochila de las emociones provocadas por los avatares de la
vida, intentando evitar con ello, cualquier situación embarazosa. Un matrimonio, por el
que desfilará una parte de la historia de su país, con matices tan sutiles,
como algunos oscuros. Dos grandes interpretaciones que han sido recompensadas con el premio a mejor actor y actriz, en el Festival de Berlín 2019.
Mi
nota es: 7,5
ESTRENO en ESPAÑA: 27
de Septiembre
REPARTO: Liya Ai, Du Jiang, Zhao-Yan Guo-Zhang, Jingjing Li, Wang Jingchun, Xi Qi, Roy Wang, Cheng Xu y Mei Yong.
PRODUCTORA: Dongchun
Films
DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Avalon Distribuidora Audiovisual.