Ayer
el cielo CELESTE se ensombreció porque despedíamos a una gran mujer, una gran
artista, una gran cómica.
Ayer,
ella que gritó en sus obras tantas veces ¡SÍ, AL AMOR! con su gran
discreción, respeto, educación y saber estar, se llevó todos sus amores en la
maleta de la vida.
Ayer,
la querida TONTA DEL BOTE, rompió los corazones de millones de españoles, que
aunque deja su legado en la Tierra, se ha llevado su alegría.
Ayer
la marina no la llamó, pues fueron los ángeles quienes la reclamaron que subiera
al ÚLTIMO TRANVIA, para encontrarse tal vez con su GEMELA con la que conversar
mientras emprende ese largo camino, que no tendrá escala en el HOTAL ROYAL
MANZANARES, ni en la ACADEMIA DE BAILE GLORIA.
Ella
ya no se quedará jamás COMPUESTA Y SIN NOVIO, pues allá donde va, encontrará
todo el amor que se merece, todo el cariño que aquí nos ha dejado, todos los
abrazos que millones de españoles desearon darle en algún momento y no pudimos,
todos los besos que la colmen en ese espíritu errante que viajará por los
confines del universo, sembrando felicidad y alegría.
LINA
MORGAN, ya te echábamos de menos sin tenerte en los últimos años en los paltós,
en los escenarios o en el cine; pero te teníamos entre nosotros. Ahora… Ahora
ya no será así, al menos tu cuerpo mortal, pero sí el sueño y la esperanza de
que parte de tu enorme energía, viajará con todos nosotros.
Descansa,
que lo tienes bien merecido. Feliz viaje a ese mundo en el que yo sí creo, y
desde esas nubes donde te sentarás con tu estilo tan particular y nos observarás, mándanos de vez en cuando
un rayo de tu gran humor.
LINA
MORGAN, DESCANSA EN PAZ y GRACIAS POR HABER EXISTIDO