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martes, 25 de octubre de 2022

QUESO DE CABRA Y TÉ CON SAL: CRÍTICA DE CINE

La coproducción entre Mongolia y Alemania, Queso de cabra y té con sal está dirigida por Byambasuren Davaa, compartiendo guion con Jiska Rickels.

Amra (Bat-Ireedui Batmunkh) es un joven de 11 años que vive con su hermana pequeña Altaa (Algirchamin Baatarsuren) y sus padres Zaya (Enerel Tumen) y  Erdene (Yalalt Namsrai). Son una familia nómada tradicional que se dedican al pastoreo de cabras y la fabricación de queso, su padre, además de vender el queso en el mercado local, es mecánico.

La pacífica vida que tienen los habitantes de la zona se ve amenazada por la llegada de empresas mineras internacionales en busca de oro, destruyendo el hábitat natural y desviando el cauce del río. Erdene reúne a los últimos nómadas que se oponen a dichas excavaciones y le nombran líder, pero el destino del joven Amra dará un giro dramático tras el lamentable accidente que sufre con su padre.

La guionista y directora Byambasuren Davaa, estudió en la Academia de Cine de Ulaanbaatar. Tras finalizar sus estudios comenzó a trabajar como asiste de dirección y moderadora en la Televisión Nacional de Mongolia. En 2000 se instaló en Munich (Alemania) para estudiar cine documental y ciencias de la comunicación en la Universidad de Televisión y Cine de Munich. En la dirección debutó en el documental con el cortometraje “Wunsch” 2001 y los largometrajes “La historia del camello que llora” 2003, “El perro mongol” 2005 y “Los dos caballos de Genghis Khan” 2009; así como 1 episodio de la serie documental “Mädchengeschichten” 2003. El pasado 2020 dirigió el que sería su primer largo de ficción  “Queso de cabra y té con sal”, que llega ahora a nuestras salas.

Las tradiciones y costumbres que perduran en el tiempo, regresan a la gran pantalla, en esta ocasión, a través de maravillosos paisajes rurales de esa Mongolia desconocida por el gran público, confiriendo a la obra de un cierto carácter documental no exento de crítica social y dramatismo, entre la ficción y la realidad. Ha contado con actores no profesionales, proporcionando a la narración de una gran frescura, naturalidad y esa estampa documental a la que ya nos estamos acostumbrando,  por algunas películas que desde hace algún tiempo, se van asomando a nuestros cines.

Seremos testigos de cómo las máquinas perforadoras cumplen su misión en busca de oro mientras Davaa nos guía y sumerge entre parajes habitados por los nómadas y sus precarias vidas, aferrándose a la tierra, a las costumbres y tradiciones familiares, al cuidado de los rebaños de cabras y la venta del queso que obtienen con su leche, en los mercados; a la vez que asistimos a ritos religiosos frente al árbol sagrado al que adornan con cintas de colores para que les concedan sus deseos o despedir a los seres queridos en el último adiós. Una representación de la religión popular del país denominado chamanismo mongol,  también de índole animista.

Acompañado de un pulcro sonido envuelto en las notas de la banda sonora de John Gürtler Jan Miserre y la fotografía naturalista atrapada por Talal KhouryByambasuren Davaa, se apoya en el joven Amra para narrarnos la historia de su familia y a la vez, protestar por una tierra que pide auxilio. Un grito silencioso ante el abandono y la pérdida de una tierra fértil que el progreso, los avances y las grandes corporaciones están destruyendo, explotando los recursos naturales, como ya ha sucedido y sigue ocurriendo en otros puntos del planeta, sin ningún tipo de escrúpulos, mientras obtienen los beneficios deseados.

La naturaleza luchando contra el calentamiento global en una batalla que parece perdida por la implacable mano del hombre, que mira hacia otra parte. Empresa y dilema al que se debe de enfrentar en un momento determinado Amra, encarnado por Bat-Ireedui Batmunkh, en esa contienda interna entre conservar las tradiciones familiares o sucumbir, presionado por la necesidad, no tanto de progreso, sino de subsistencia. Una realidad muy presente en ese país y otros tantos de este planeta al que si no ponemos freno desde ya, el futuro para las próximas generaciones se presenta muy oscuro.  

Mi nota es: 7,5

ESTRENO EN ESPAÑA: 28 de octubre

REPARTO: Bat-Ireedui Batmunkh, Enerel Tumen, Yalalt Namsrai, Algirchamin Baatarsuren, Ariunbyamba Sukhee, Purevdorj Uranchimeg, Alimtsetseg Bolormaa, Unurjargal Jigjidsren, Batzoring Sukhbaatar, Sarantsetseg Myagmar y Batbaatar Uukhaan.

PRODUCTORA: Basis Berlin Filmproduktion// MongolTV// ARTE// RBB Fernsehen.

DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Surtsey Films.

miércoles, 12 de octubre de 2022

QUESO DE CABRA Y TÉ CON SAL: CRÍTICA DE CINE

La coproducción entre Mongolia y Alemania, Queso de cabra y té con sal está dirigida por Byambasuren Davaa, compartiendo guion con Jiska Rickels.

Amra (Bat-Ireedui Batmunkh) es un joven de 11 años que vive con su hermana pequeña Altaa (Algirchamin Baatarsuren) y sus padres Zaya (Enerel Tumen) y  Erdene (Yalalt Namsrai). Son una familia nómada tradicional que se dedican al pastoreo de cabras y la fabricación de queso, su padre, además de vender el queso en el mercado local, es mecánico.

La pacífica vida que tienen los habitantes de la zona se ve amenazada por la llegada de empresas mineras internacionales en busca de oro, destruyendo el hábitat natural y desviando el cauce del río. Erdene reúne a los últimos nómadas que se oponen a dichas excavaciones y le nombran líder, pero el destino del joven Amra dará un giro dramático tras el lamentable accidente que sufre con su padre.

La guionista y directora Byambasuren Davaa, estudió en la Academia de Cine de Ulaanbaatar. Tras finalizar sus estudios comenzó a trabajar como asiste de dirección y moderadora en la Televisión Nacional de Mongolia. En 2000 se instaló en Munich (Alemania) para estudiar cine documental y ciencias de la comunicación en la Universidad de Televisión y Cine de Munich. En la dirección debutó en el documental con el cortometraje “Wunsch” 2001 y los largometrajes “La historia del camello que llora” 2003, “El perro mongol” 2005 y “Los dos caballos de Genghis Khan” 2009; así como 1 episodio de la serie documental “Mädchengeschichten” 2003. El pasado 2020 dirigió el que sería su primer largo de ficción  “Queso de cabra y té con sal”, que llega ahora a nuestras salas.

Las tradiciones y costumbres que perduran en el tiempo, regresan a la gran pantalla, en esta ocasión, a través de maravillosos paisajes rurales de esa Mongolia desconocida por el gran público, confiriendo a la obra de un cierto carácter documental no exento de crítica social y dramatismo, entre la ficción y la realidad. Ha contado con actores no profesionales, proporcionando a la narración de una gran frescura, naturalidad y esa estampa documental a la que ya nos estamos acostumbrando,  por algunas películas que desde hace algún tiempo, se van asomando a nuestros cines.

Seremos testigos de cómo las máquinas perforadoras cumplen su misión en busca de oro mientras Davaa nos guía y sumerge entre parajes habitados por los nómadas y sus precarias vidas, aferrándose a la tierra, a las costumbres y tradiciones familiares, al cuidado de los rebaños de cabras y la venta del queso que obtienen con su leche, en los mercados; a la vez que asistimos a ritos religiosos frente al árbol sagrado al que adornan con cintas de colores para que les concedan sus deseos o despedir a los seres queridos en el último adiós. Una representación de la religión popular del país denominado chamanismo mongol,  también de índole animista.

Acompañado de un pulcro sonido envuelto en las notas de la banda sonora de John Gürtler y Jan Miserre y la fotografía naturalista atrapada por Talal Khoury, Byambasuren Davaa, se apoya en el joven Amra para narrarnos la historia de su familia y a la vez, protestar por una tierra que pide auxilio. Un grito silencioso ante el abandono y la pérdida de una tierra fértil que el progreso, los avances y las grandes corporaciones están destruyendo, explotando los recursos naturales, como ya ha sucedido y sigue ocurriendo en otros puntos del planeta, sin ningún tipo de escrúpulos, mientras obtienen los beneficios deseados.

La naturaleza luchando contra el calentamiento global en una batalla que parece perdida por la implacable mano del hombre, que mira hacia otra parte. Empresa y dilema al que se debe de enfrentar en un momento determinado Amra, encarnado por Bat-Ireedui Batmunkh, en esa contienda interna entre conservar las tradiciones familiares o sucumbir, presionado por la necesidad, no tanto de progreso, sino de subsistencia. Una realidad muy presente en ese país y otros tantos de este planeta al que si no ponemos freno desde ya, el futuro para las próximas generaciones se presenta muy oscuro.  

Mi nota es: 7,5

ESTRENO EN ESPAÑA: 28 de octubre

REPARTO: Bat-Ireedui Batmunkh, Enerel Tumen, Yalalt Namsrai, Algirchamin Baatarsuren, Ariunbyamba Sukhee, Purevdorj Uranchimeg, Alimtsetseg Bolormaa, Unurjargal Jigjidsren, Batzoring Sukhbaatar, Sarantsetseg Myagmar y Batbaatar Uukhaan.

PRODUCTORA: Basis Berlin Filmproduktion// MongolTV// ARTE// RBB Fernsehen.

DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Surtsey Films.