Basada
en la novela del escritor afroamericano James
Baldwin, El blues de Beale Street, está dirigida y adaptada
por Barry Jenkins (Moonlight). Una
obra romántica, desgarradora y
melancólica, como las notas de un blues.
Tish
(Kiki Layne) y Fonny (Stephan James) se conocen desde niños y
desde esa temprana edad, nunca se han
separado. Su amor ha ido creciendo al igual que sus cuerpos, liberados de todo
pudor y deseos más allá de los que la naturaleza del ser, les reclama.
El
destino les reservada una gran prueba. Fonny es acusado injustamente de
violación, siendo encarcelado, mientras que Tish descubrirá que está embarazada.
Su familia se alegrará de la noticia, mientras que entre la de Fonny, solo
compartirá dicha felicidad, el padre de él. Pero Tish atesora un único
pensamiento, lograr sacar libre a su gran amor, demostrando su inocencia, antes de que nazca su hijo.
Barry
Jenkins, en su tercer largometraje y tras el arrollador éxito de Moonlight en
el 2016, nos presenta un nuevo enfoque del racismo en Estados Unidos, en esta
ocasión a través de una pareja afroamericana en la cual él es acusado de
violación, sin ninguna prueba, mientras ella, embarazada de tres meses, luchará
sin cuartel para probar su inocencia. Un drama romántico a través de una
narración fragmentada, en la cual sus constantes flashback, nos irán mostrando
los instantes más importantes desde una niñez y amistad compartida que va
creciendo en el tiempo, hasta llegar a ser inseparables. Un amor puro, de esos
que se sueña tener y que rara vez se logra.
Pero
a Jenkins no le gustan las cosas fáciles, nos dará una de cal y otra de arena,
convirtiendo a sus personajes en la gran diana sobre la que descargar las críticas
sociales y políticas de su país, sobre los suyos: Los afroamericanos. Una vez más, lo logra de forma elegante, sutil y exquisitamente visual. De este último aspecto, hablaré
más adelante.
Continúa
en su lucha de concienciación sobre el racismo actual en los Estados Unidos,
aunque en esta ocasión nos lleve a la década de los setenta del pasado siglo.
Una lucha por obtener la verdad ante una justicia que permanece impasible,
ciega y muda, cuando un hombre o mujer de raza negra, se tiene que enfrentar
a un tribunal. Aquí no se cumple la expresión: “Eres inocente, hasta que se demuestre
lo contrario.
En
esta ocasión, Barry ha contado con un presupuesto de 12 millones de dólares,
(el de Moonlight fue de un millón y
medio aprox.) siendo respaldada una vez más por la productora de Brad Pitt, Plan B Entertainmen, entre otras, y lo ha sabido aprovechar. Impactante, visualmente, en cada uno de los detalles. No en vano, ha vuelto a confiar en
parte del equipo de su anterior filme, entre ellos ha contado con Caroline Eselin-Schaefer quien recrea un vistoso
vestuario entre prendas elegantes e informales. James Laxton, a
través de su magnífica y poética fotografía, con un cuidadísimo uso del color y de los
encuadres, para trasladarnos a otro tiempo. La dramática y envolvente banda sonora de Nicholas Britell, que te arropa
o te azota, según los instantes mostrados, y no deseo olvidarme del
montaje de Nat Sanders, equilibrado
y correctísimo, otorgando el dinamismo preciso que requiere el filme.
He dejado para el final, al extraordinario elenco actoral. Todos y cada uno de ellos, impecables en
sus personajes, destacando a la pareja protagonista quienes desbordan amor, resignación y complicidad... Te van atrapando entre sus vidas, sus sueños, sus deseos de formar una familia, sus miradas, sus silencios y el dolor profundo e injusto, que les mantiene en un sinvivir. Mención especial para esa madre coraje y luchadora, interpretada por Regina King.
Una vez más, Barry Jenkins, nos demuestra su talento
y extraordinario uso de la cámara, ofreciendo con ella, una narración extra, traspasando esa frontera invisible y calar hasta lo más profundo en el alma del espectador, mientras nuestro ser se
embelesa con el cálido romanticismo que destilan sus protagonistas.
Mi
nota es: 9
ESTRENO en ESPAÑA: 25 de Enero
REPARTO: Kiki Layne, Stephan James,
Diego Luna, Pedro Pascal, Teyonah Parris, Regina King, Colman Domingo, Brian
Tyree Henry, Ed Skrein, Michael Beach, Emily Rios, Finn Wittrock, Dave Franco,
Aunjanue Ellis y Faith Logan.
PRODUCTORA: Annapurna
Pictures// Pastel// Plan B Entertainmen
DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Entertainment One Films Spain.