Una cita en el parque
de Joel Hopkins o la nueva
incursión de la tercera edad, en el cine.
Emily Walters (Diane Keaton) vive a las afueras de Hampstead Heath en Londres y
desde que enviudó es incapaz de centrarse en las cosas importantes que la
atañen directamente, como puede ser su piso, sus finanzas e incluso su hijo,
Philip (James Norton)
Desde la zona
abuhardillada común al edificio donde vive, observa con sus prismáticos lo que sucede
a su alrededor. Un día contempla como un hombre, Donal Horner (Brendan Gleeson), se baña en el
río al otro lado de su edificio y que
más tarde se introduce en una cabaña en mal estado, entre la maleza del bosque. Poco a poco la curiosidad por su vecino de
enfrente va creciendo, observando sus movimientos y costumbres. En una de esas
ocasiones será testigo de cómo es atracado y llama a la policía, salvando la
vida del hombre. Intrigada por saber su estado, se adentrará en el bosque en su
busca. De esta manera, entre otras sorpresas descubrirá que lleva viviendo allí
17 años.
Joel Hopkins y su particular visión sobre el mundo de
la pareja, los encuentros, los conflictos personales y el romanticismo, cuenta
con varios títulos donde va dejando su sello personal. “Jump Tomorrow”, “Nunca
es tarde para enamorarse” o “Una aventura con mi ex”. Ahora llega con “Una cita en el parque”
tocando directamente situaciones en torno a la senectud, sus sueños rotos, la soledad, el deseo de
ser escuchado, amado e incluso simplemente el percibir que aún son importantes
para la sociedad. Un cita en el parque que nos hará partícipes de algo más que
un simple picnic.
Me ha traído
recuerdos de, a mi gusto la sobrevalorada, El estanque dorado, aunque exista una
gran diferencia en cuanto a los problemas sociales de aquella época y la
actual. Dos
cintas donde se muestran los choques sociales en la vejez como tema
principal, aunque a diferencia de la película de Rydell, en la obra de Hopkins, la senectud
presenta dos caras más actuales y dos personajes mucho más diferenciados entre
ellos.
Esta comedia costumbrista al más puro
estilo inglés, cuenta con dos grandes interpretaciones, si bien sus secundarios
pasan por la gran pantalla de forma muy acertada. Pero sin duda la carismática
Diane Keaton y el irlandés Brendan Gleeson,
magníficos en sus personajes, nos van meciendo en esta historia tierna y
agradable, destinada a un público adulto, más bien entrado en una determinada
edad, pues algunos arrumacos en las miradas y gestos a vista de los jóvenes de
hoy, resultarían cursis.
Es posible que esa
“cursilería” sea uno de los defectos de la historia que nos narra Robert Festinger en su guion, pues
además de lo mencionado, y tratando
temas tan importantes como los desahucios, el respeto del medio ambiente, la
explotación inmobiliaria, los engaños matrimoniales, los fraudes, el tener que
enfrentarse a los problemas económicos tras quedarse solo o llegar a una edad
en la que por un lado se desea seguir luchando y por otro, dejarse llevar; se
quedan sin desarrollar, en un guion blando, sin carácter, sin fuerza dramática
salvo en muy pocas ocasiones y sin profundizar en los personajes, cuando además
estamos ante una historia real. En
su defensa diré que es: “Una película que se deja ver” y que consciente o inconscientemente su
director, con el ritmo correcto, la convierte en una de esas películas que yo
clasifico de "mecerte en la butaca", destilando un cierto encanto.
MI NOTA: 6
ESTRENO EN ESPAÑA: 25 de
Agosto.
REPARTO: Diane Keaton,
Brendan Gleeson, Lesley Manville, James Norton, Simon Callow, Jason Watkins,
Alistair Petrie, Will Smith, Mark Underwood, Elizabeth Conboy, Rosalind Ayres,
Ruth Shaw, Jo Wheatley, Mario Demetriou, Josh Wichard.
PRODUCTORA: Ecosse Films/ Motion Pictures Capital/
Scope Pictures
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: Diamond Films España.