Atrapados
en la oscuridad, está dirigida por James Ashcroft compartiendo guion con Eli Kent, basándose en una obra de Owen Marshall.
La familia compuesta
por Hoaggie (Erik Thomson) y Jill (Mariama McDowell), junto a sus hijos
Jordan (Frankie Paratene) y Maika (Billy Paratene), viajan por la
carretera en medio de un magnífico valle. Deciden hacer una parada y mientras
almuerzan sentados sobre la hierba, se les acercan dos hombres: Mandrake (Daniel Gillies) y Tubs (Matthias Luafutu). Los recién llegados
no son precisamente amigables, pues mientras les apuntan con un arma, les piden
que les entreguen todas las pertenencias y las llaves del coche pero, no se
limitarán simplemente a robarles.
El actor y director, James Ashcroft, se graduó en la
Universidad de Victoria y de la Toi Whakaari New Zealand Drama School. Comenzó
trabajando como actor en compañías teatrales como The Wooster Group de Nueva
Zelanda y Ex Machina de Quebec. En 2014 funda la compañía productora Light in
the Dark Produccions, especializándose en adaptar obras literarias
contemporáneas de Nueva Zelanda, atrayendo además, al talento más atrevido para
desarrollar proyectos complejos y ambiciosos. Como actor ha trabajado en
televisión y cine. En la dirección se inició con los cortometrajes “The Usher”,
“The Mavens”, “Let Down Your Hair” y “Jigsaw” todos ellos en 2015; continuando
con “Tell Me You Love Me”, “Pigs”, “Marching” y “Calliope Bay” en 2016 y
finalmente debutando en el largometraje con “Atrapados en la oscuridad” 2021.
También ha participado en series como “The Watercooler” 2018 y recientemente en
“Talkback” 2021.
En atrapados en la oscuridad, James Ashcroft, nos presenta su ópera prima en el largometraje, adaptando un relato de Owen Marshall junto a Eli Kent. Un trabajo en el que la tensión y el drama se van apoderando de la gran pantalla, ofreciéndonos un thriller entre el terror más psicológico, físico y visceral, que además guarda con celo, un pasado desgarrador, para sorpresa del espectador. Una narración que no se conforma con los golpes de efecto, con la desventura del momento, con la impotencia o la violencia que se desata; sino que nos adentra en una historia de pesares y venganzas, denunciando con ello los maltratos y abusos en la infancia, los cuales, sin la menor duda, dejan cicatrices irreparables en quienes lo padecen, marcando sus vidas futuras.
De nuevo estamos ante un filme minimalista y con ese toque teatralizado, que no precisa de alardes técnicos para dejarnos pegados a la butaca. Un filme que se sustenta en las interpretaciones y la historia a narrar, recogida de forma correcta en el guion y dejémoslo ahí, pues el haber conocido un poco más de los personajes, no nos hubiera venido mal. En cuanto a las interpretaciones destacar a un magnífico Daniel Gillies, como el cruel y traumatizado Mandreke, quien está muy bien acompañado por el trio que forman Erik Thomson, Mariama McDowell y el silencioso y expresivo Matthias Luafutu.
Resumiendo, para no desvelar más, pues aconsejo que disfrutéis de este filme sin spoilers, cuenta con una correcta dirección, por parte de Ashcroft, de quien estoy deseando ver nuevos proyectos. Una magnífica fotografía e iluminación con la que, Matt Henley, logra envolvernos en atmósferas oscuras, claustrofóbicas y frías; sin olvidar el acertado montaje de Annie Collins.
Mi nota es: 7
ESTRENO EN ESPAÑA: 1 de
abril
REPARTO: Daniel Gillies, Erik Thomson, Mariama
McDowell, Matthias Luafutu, Billy Paratene y Frankie Paratene.
PRODUCTORA: Light in the Dark Productions.
DISTRIBUIDORA EN ESPAÑA: A Contracorriente Films.